Enseñar a niños dispersos
Enviado por John0099 • 22 de Agosto de 2017 • 1.147 Palabras (5 Páginas) • 421 Visitas
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3. Ajustar las tareas a la capacidad de atención y desempeño del niño/a. El niño disperso no solo suele tener dificultades para iniciar las actividades, sino también para terminarlas. Es necesario por lo tanto, re-organizar y re-ajustar ciertos aspectos didácticos que le permitan iniciar las tareas y terminarlas. Concluir lo empezado es importante para todos nosotros, de la misma manera que lo es, hacer un buen trabajo. Esto es gratificante, y moviliza a seguir trabajando e intentando. Pensemos entonces ¿Cómo puede sentirse bien consigo mismo y estar dispuesto a estudiar, un niño que siempre está “terminando” su trabajo después que sus compañeros y tratando de alcanzar a los demás?
En consecuencia, recomiendo adecuar las tareas a las posibilidades actuales del niño:
- acortar la cantidad de tarea,
- brindar más tiempo para terminarlas si es necesario,
- prever descansos,
- alentar a continuar trabajando,
- presentar las tareas a copiar por partes (fragmentar): solicite la copia de dos renglones de tareas, y luego presente (copie) otros dos, y así sucesivamente; (esto es a los efectos de aprovechar el período de atención del niño). Ayude a atravesar los momentos de una actividad a la otra, ya que son los momentos de mayor dispersión. Estas acciones pueden ser permanentemente revisadas y progresivamente modificadas por el docente.
4. Desechar los métodos tradicionales de disciplinamiento como los premios y castigos (penitencias) y reemplazarlos por un método de auto-comprobación y reforzamiento de la conducta esperada: El niño disperso no inicia ni termina las actividades pedagógicas que se le asignan por razones varias, pero en ningún caso debe asumirse que se trata de conductas de oposicionismo o negativismo. Por lo tanto, si no respeta las consignas que se le indican, es por su atención fluctuante (fenómeno éste, que inevitablemente siempre aparece asociado con una escasa capacidad de organización). En vista de ello, no tiene ningún fundamento recurrir a premios y castigos para organizar sus actividades y producciones. Son necesarias otras acciones por parte de los adultos:
- Estimule todo progreso. Podrá elogiar verbalmente (no premiar) los esfuerzos del niño/a por realizar las tareas asignadas. Encárguele actividades tales como: explicar a sus pares una consigna, que pueda mostrar como cree que se resuelve una consigna, o cómo la hizo él/ella, que pueda corregir la tarea de un compañero y viceversa, destacar su participación como importante para el grupo (por el motivo que considere que es relevante). Destacar la importancia de sus reflexiones, dejarlos expuestos por escrito o figurativamente en un lugar del aula. Que emplee un conocimiento construido o en construcción en relación a su vida cotidiana.
- Destaque lo que considera importante como docente. Todo niño suele valorar y tomar muy en serio las correcciones que le hace su Docente.
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