Erase una vez la historia de una linda bebesita.

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Así, Miss pusheena se convirtió en la celebridad que la haría ganadora a 23 emmys, 344 globos de oro y los premios Telehit en innumerables ocasiones.

Ahora le toca su turno a Bebesita. Qué podemos contar acerca de ella. Idéntica a Miss pusheena, pero mucho más noble. Educada y de gran corazón, bebesita logró hacerse con el cariño de todos en el reino de la familia Miller.

Antes pez, hoy hermosa bebesita, esta preciosa chica disfrutaba de cultivar más florecitas y decorar su habitación. Era algo que la inspiraba sobremanera y, en definitiva la hacía demasiado feliz.

Algo pasaba con bebesita y es que muchos chicos se quedaban con rostro de enamorado cada vez que ella se paseaba por la ciudadela. Pero, aunque en incontables ocasiones fue remitente de cientos y miles de invitaciones a salir, todas eran respondidas con un Do. Pero siempre con una gran sonrisa y cortesía.

Era una cuestión de sentirse bien con esa persona para bebesita. De estar con alguien verdaderamente especial. Dispuesto a sacarle muchas sonrisas.

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Y esa sensación al fin llegó cuando un día, nuestra protagonista se encontró con un personaje del que ya hemos hablado. ¿Quién podrá ser?

Era la vez #455 que Miss pusshena, frente a toda la prensa le pedía una vez más al joven Al James Sullivan que se retirase.

Con mirada Pícara y sonrisa burlona acompañada de un “regresaré”, nuestro joven héroe abandono el espacio con la frente en alto.

Y justo al doblar a la esquina, chocó con la joven bebesita.

Sus ojos se encontraron como cuando el sol se aparece por mañana. Al James Sullivan se quedo impresionado.

-Pero… si acabo de dejarte por allá Miss Pusheena. Ajajá con que vienes por más de Al James. – exclamó el cejón.

-No sé de qué me hablas, pirata. Yo soy bebesita, heredera al reino Miller. – dijo la bebesita enfadada por el golpesito en su nadicita.

Las cosas lograron aclararse y bebesito y Al James Sullivan se conocieron.

Asombrosamente sus casas quedaban muy cerca, así que nuestros protagonistas se acompañaron mutuamente.

El rechazo de Miss pusheena había orillado a nuestro joven a conocer a bebesita.

-Debes creerme, hay una chica igual a ti. Igual de hermosa, los mismos ojitos enormes de Dody y tan radiante como tú. Sólo que en ti encuentro amor y comprensión. – dijo el caballero con una sonrisa de ya enamorado.

Sus labios se juntaron y descubrieron que esto era lo que querían. Eran las 2 de la tarde.

La cuestión es que, al cabo de una hora, siendo las 3 pm. Algo muy extraño ocurrió.

De pronto bebesita comenzó a sentirse extraña y abandonó la sala común en la que se encontraba con su Al James Sullivan.

Corrió y corrió y a cada paso, su apariencia se transformaba.

El hechizo había caducado. No checó la fecha de caducación al comprar la pócima con Fluxi.

Las escamas cubrieron su piel. El color azul invadió su tonalidad y de pronto se vio transformada en pecesita de nuevo. Era muy sorpresivo.

Lo que ocurrió a continuación lo fue aun mas.

Mientras corría, su caballero se tiró al mar con ella, y sus cuerpos fueron absorbidos por la transformación. Antes humanos enamorados, ahora pecesitos, sus boquitas de pescadito se juntaron y se dieron un bonito besito acuático submarino.

Bebesita explicó lo ocurrido y las lágrimas recorrieron su carita. Pero Al James Sullivan las limpió, después de todo estaban bajo el mar.

A él no le importaba. Con la apariencia que fuera, en el lugar que fuese, él sólo quería estar con ella.

Fueron muy felices.

Hay una moraleja dentro de todo esto y es que la vida te acercará a quienes te quieren por quien eres, no importa dónde estés. Son como seres de luz que te entregarán todo su amor.

Por que siempre habrá alguien para quien seas lo más valioso, lo más importante.

¿Qué pasó con Miss pusheena?

Habrá una secuela…

Y colorín coloradito, este cuentesito se ha acabado.

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FIN