Es el primer medio por el que el niño aprende a utilizar el lenguaje

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Un punto que va ligado a lo anterior y que es igual de importante tiene que ver con las destrezas necesarias que tiene que aprender el alumno para saber utilizar los libros para buscar información. Utilizar los libros no es un a destreza simple por lo que también es necesario contar con la guía del profesor a través del diálogo. El maestro debe explicar, por ejemplo, para qué es un índice y un glosario.

La conversación y la escritura.

Escribir es muy diferente; el niño debe dominar un nuevo sistema de representación del lenguaje y adquirir el control físico del lápiz para manejarlo fácilmente. Pero la escritura se desarrolla a partir de la conversación. Los niños pequeños empiezan por anotar comentarios hablados y se les ayuda a volver a formularlos para adecuarlos a las reglas del lenguaje escrito. Al principio cuando los niños están aprendiendo a escribir, ensayan en la conversación lo que van a escribir.

Para que a los niños les resulten familiares las diferentes formas de escribir, primero necesitan conversar utilizando el lenguaje para el mismo fin con el que más tarde utilizarán la escritura. Así los niños deberán familiarizarse con relatos hablados y descripciones detalladas antes de utilizar con soltura estas formas de escribir. La única manera por la que los niños pueden empezar a reflexionar sobre las cualidades de las diferentes formas de escritura es mediante la conversación con el profesor sobre ellas.

Los niños necesitan reconocer que las formas escritas, son siempre de alguna manera, distintas de la hablada. El significado que proporcionan la entonación y las pausas, cuando conversamos, debe sustituirse por otros medios, principalmente la puntuación, cuando escribimos.

Escribir no debe verse como un fin en sí mismo, sino como una parte del proceso total de comunicación en la clase, en el que leer, escribir y conversar se apoyan entre sí.

La conversación y las matemáticas.

A menudo se considera a las matemáticas como una forma especializada de lenguaje: es decir, como un medio de comunicar aspectos específicos de la experiencia; describe relaciones numéricas y espaciales.

Una vez que se dominan sus habilidades, las matemáticas, al igual que la lectura y la escritura, añaden otra dimensión a la compresión de los niños y abren nuevas posibilidades de comunicación.

Conversar con los niños es la única forma por la que el maestro puede descubrir los malentendidos que pueden impedir que el niño estudie matemáticas. Además el diálogo les ayuda a entender las muchas operaciones que deben llevar a cabo a través de un proceso de análisis y razonamiento sin la necesidad de la memorización de formulas y datos matemáticos.

Por lo tanto, en la enseñanza de las matemáticas la conversación tiene un papel similar al descrito en la enseñanza de la lectura y la escritura. Es esencial dialogar con el maestro con el fin de establecer las destrezas de tal forma que sean comprensibles y se puedan usar con seguridad para ampliar el pensamiento del niño y el tipo de información que puede comunicar.

COMENTARIO

Esta lectura, al igual que la anterior, nos muestra que la comunicación en el salón de clases es muy importante en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Los días en los que el docente se comunicaba unidireccionalmente, en el salón de clases, se acabaron; es necesario recobrar el sentido común y entender que en toda interacción social, sin importar el objetivo o las edades de los que participan en ella, es necesaria la comunicación bidireccional. Nosotros los maestros debemos comprometernos más y desarrollar una práctica docente diaria muy activa en la cual el diálogo sea la herramienta más importante. Porque solo a través de la conversación es como se conocen las necesidades y capacidades de los alumnos.

La conversación, la lectura, la escritura y las matemáticas forman una red de comunicación que puede contribuir a cumplir con nuestros objetivos de aprendizaje a través del currículum.