Este trabajo fue elaborado pensando en todos los falsos prejuicios de las personas hacia las personas con trastornos mentales.
Enviado por Sandra75 • 3 de Abril de 2018 • 12.159 Palabras (49 Páginas) • 544 Visitas
...
¿Qué cosas no ha podido hacer debido al trastorno que sufre? R= Conducir. Antes de mi breakdown era un excelente chofer. Hasta------ cuando mi viaje a Hollywood, por el laberinto de asfalto----- que es Los Ángeles.
¿Qué aspectos de su vida personal-emocional-, social o la------ ha variado el hecho de ser bipolar, o maniaco-depresivo, o como quiera denominarlo la Organización Mundial de la Salud? ¿En qué le ha perjudicado ser bipolar (familiar, económica, socialmente)? R= Mi fase maniaca produjo toda clase de incidentes que entonces no supe lo peligrosos que eran. En esta fase dio lugar a una catatonia en que yo no podía siquiera conectar con mi mujer. Miriam Gómez.
¿Puede extraer algún anecdotario de su experiencia >? R= Mi manía, que muchos calificaban de euforia, me llevo hasta el Festival de Cannes. Para entonces yo vivía en una película tan melodramática como cualquier estreno actual.
El entorno familiar de los enfermos bipolares habla de ciertos indicios peculiares que anuncian la llegada de una crisis. ¿Hay algún modo particular en que pueda detectar su familia que usted está entrando en una fase eufórica-o maniaca? R= La primera manifestación de mi breakdown la sufrió mi hija menor, que apenas tenía 10 años, cuando me iba a acompañar hasta mi médico y yo insistí en vestirme de esmoquin- ¡a las diez de la mañana! -. Cuando Miriam Gómez regreso y fui a buscarla al aeropuerto, le insistí durante todo el viaje de vuelta a Londres que había descubierto la clave, no de nuestras vidas, sino del sufrimiento que nos producía a todos, nuestro exilio.
¿Qué es trastorno bipolar?
Las enfermedades mentales sufren el doble estigma social de ser tan desconocidas como temidas. Por este motivo, existe contra ellas una mezcla explosiva de prejuicio, incomprensión y oscurantismo a partes iguales. Por ejemplo: Para el público profano, maniático[2] es sinónimo de asesino en serie o de ser humano asocial y violento, capaz de armarse con un kalashnikov[3] y matar a 20 indefensos niños.
La enfermedad afectiva bipolar, integrada dentro de los trastornos del estado de ánimo, se caracteriza porque el paciente sufre episodios eufóricos[4] o maniáticos. Los afectados son hombres y mujeres cuyos mecanismos que regulan el estado de ánimo no funcionan de forma correcta, viéndose abocados[5] a oscilaciones[6] exageradas en forma de exaltación e hiperactividad[7] o desolación[8] y abatimiento[9], sin que exista ninguna correspondencia evidente con los acontecimientos externos.
Empezaremos definiendo el síndrome del trastorno bipolar. Su principal caracteriza es la oscilación extrema del estado de ánimo, desde la elevación de los estados maniacos hasta las depresiones más profundas.
Se llama trastorno bipolar porque los cambios del estado de ánimo se dan entre dos polos, elevado y bajo, en contraste con el trastorno unipolar[10], donde los cambios del estado de ánimos solo se dan hacia un único polo: el bajo.
En el estado elevado o , las personas afectadas experimentan distintas combinaciones de los siguiente: euforia exagerada, gran irritabilidad[11], disminución de la necesidad de dormir, grandiosidad[12], aumento de la verbosidad[13], pensamiento acelerado o fuga de ideas, aumento de los niveles de actividad y de energía, cambios de pensamiento, atención y percepción, y conducta impulsiva y temeraria. Estos episodios se alteran con intervalos[14] donde la persona está deprimida, triste, melancólica[15] o >, pierde el interés por las cosas con las que normalmente disfruta, no tiene apetito y pierde peso, se siente fatigada, le cuesta, dormir, tiene una profunda sensación de culpa y de inutilidad, le cuesta concentrarse o tomar decisiones y piensa con frecuencia en el suicidio.
Gabrielle Carlson y Frederick Goodwin observaron que, en las primeras fases de un episodio maniaco, las personas se sienten marchosas[16]> o energizadas[17]> y su pensamiento se acelera con muchísimas ideas. Su necesidad de dormir empieza a disminuir progresivamente y se sienten aturdidas[18] o ligeramente irritables. Más adelante entran de lleno en un estado maniaco marcado por euforia, conductas impulsivas como gastar dinero a lo loco y periodos frenéticos[19] de intensa actividad. En las fases más avanzadas, las personas puedes desarrollar confusión mental, ilusiones, alucinaciones y una ansiedad extrema.
En algunas personas, los intervalos entre los episodios maniacos y depresivos pueden estar libres de síntomas. Otras personas algunos síntomas de los episodios como alteraciones del sueño, irritabilidad o algún síntoma hipomaniaco[20]. La mayoría de las personas afectadas experimenta problemas en su vida social y laboral a causa de la enfermedad.
¿Qué tiene de especial el trastorno bipolar?
Las personas que deben convivir con enfermedades como la diabetes o la hipertensión experimentan unas emociones similares al tratar de afrontar estos diagnósticos. A nadie le gusta creer que tiene una enfermedad que exige un tratamiento constante a largo plazo. Pero el trastorno bipolar tiene sus propias características.
Hay personas que siempre han sido temperamentales y creen que sus episodios maniacos o depresivos solo son exageraciones de su manera de ser habitual.
Desde un punto de vista práctico, la capacidad de reconocer estas diferencias entre la personalidad y los síntomas del trastorno es importante para que la persona afectada y quienes la rodean sepan cuando deben tomar medidas de emergencia. Desde el punto de vista emocional comprender esta distinción puede contribuir a que la persona afectada tenga una imagen más estable de sí misma.
¿En qué consiste?
Se trata de un trastorno caracterizado por la presencia de episodios reiterados en que el estado de ánimo y los niveles de actividad del enfermo que se ven profundamente alterados: unas veces arriba>> y otras hacia abajo>>. Su causa es indiscutiblemente endógena[21].
Lo más característico es que podemos observar dos alteraciones[22] bien diferenciadas. En primer lugar, una exaltación[23] del estado de ánimo, acompañada de una gran vitalidad, exceso de confianza, irritabilidad, hiperactividad, locuacidad[24] y, en algunos casos, ideas delirantes: fase eufórica o episodio maniático.
Superada la fase maniaca, al enfermo le invade una terrible apatía, ausencia de interés por todo, ansiedad, cansancio, poca fuerza de voluntad, tristeza, falta de apetito, melancolía y sensación de fracaso: Fase depresiva.
El
...