Estrategia de Seguridad Turca

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Por último, la estrategia de seguridad también hace referencia a otros factores que amenazan la seguridad del país, como son la proliferación de armas de destrucción masiva (especialmente vinculadas al programa de desarrollo nuclear iraní) y el desarrollo de sus medios de lanzamiento.

- PRINCIPALES APROXIMACIONES

La estrategia de seguridad turca ha pasado de estar centrada prácticamente por completo en su pertenencia a la OTAN, priorizando los asuntos de defensa y seguridad sobre otros ámbitos de cooperación, a adquirir un carácter autónomo e independiente frente a las directrices impuestas desde Occidente. El enfoque actual de seguridad plantea una visión integral y multidimensional para hacer frente al conjunto de amenazas haciendo uso de todos los instrumentos disponibles, dado el carácter global de dichas amenazas y la estrecha interconexión que existe entre ellas. A pesar del extraordinario peso que aún mantiene el estamento militar dentro de las instituciones gubernamentales turcas[8], Ankara entiende que, en la actualidad, la seguridad no se puede afrontar únicamente en términos militares, sino que debe abarcar un amplio conjunto de medidas de carácter económico, político, social, cultural…

Las autoridades turcas basan su estrategia de seguridad en las relaciones de amistad con sus aliados regionales[9], atendiendo a la necesidad de “equilibrar sus relaciones con el entorno regional y diversificar sus alianzas para conseguir una mayor profundidad estratégica”[10]. Habiendo superado el antiguo concepto win-lose de las relaciones interestatales, la pacificación de las relaciones bilaterales con el resto de países vecinos representa el eje principal de actuación del gobierno turco, condicionado en gran medida por las aspiraciones de entrar a formar parte de la Unión Europea. Este modelo está dirigido además a garantizar un entorno regional estable y seguro, evitando llegar al empleo de la amenaza o el uso de la fuerza coercitiva para resolver las posibles diferencias.

La apuesta firme por la seguridad cooperativa como una las principales herramientas para construir una cultura de acercamiento en el entorno regional y fomentar las relaciones de confianza, ha llevado a Ankara a participar en diversos mecanismos de cooperación para establecer relaciones colaborativas entre los diversos actores de la zona. Algunas de las principales iniciativas en las que participa Turquía dentro de este ámbito de cooperación son el Proceso Ministerial de Defensa del Sudeste de Europa (SDEM), proceso de cooperación para mantener y construir la paz en la región y contribuir a mantener buenas relaciones de vecindad entre los países participantes[11], y el Grupo de Fuerza Naval del Mar Negro (BLACKSEAFOR), iniciativa de cooperación política-militar para fomentar el diálogo y las relaciones de buena vecindad entre los países de la cuenca del Mar Negro, reforzar las capacidades de seguridad de los estados miembros y mejorar la interoperabilidad entre sus fuerzas navales.

Tratando de alcanzar un mayor protagonismo en el ámbito regional, y firme a su compromiso de garantizar un ambiente seguro y estable en Oriente Medio fomentando el acercamiento entre estados de la región, Turquía se ha convertido en un mediador de primer orden para la prevención y resolución de conflictos[12]. Esta estrategia, basada en el fortalecimiento de las actividades político-diplomáticas, económicas y culturales, puede observarse por ejemplo en sus relaciones con los países caucásicos, cuya estabilidad es de vital importancia para los intereses de Turquía. En este escenario, Ankara puede ejercer un papel protagonista mediante su contribución definitiva a la resolución pacífica de conflictos, ya que sus excelentes relaciones de amistad con Azerbaiyán y sus deseos de establecer contactos con Armenia pueden ser clave para garantizar un entorno estable. Este papel protagonista en la gestión de conflictos dentro de su escenario regional también resulta clave en el conflicto palestino-israelí, ya que a pesar de las tensas relaciones que mantienen con Israel en los últimos años, la colaboración regional a gran escala que vienen manteniendo ambos actores durante las dos últimas décadas permitirá ejercer de mediador con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), con quién Ankara mantiene igualmente relaciones de amistad bastante buenas.

Sin embargo, la estrategia de seguridad del gobierno turco no descarta el empleo de medidas de carácter unilateral cuando sus interés propios se ven amenazados. La falta de entendimiento entre Ankara y Atenas[13] acerca de la cuestión de Chipre ocasiona que Turquía mantenga aún desplegados 30.000 efectivos para garantizar, mediante la presencia militar, los intereses de la comunidad turco-chipriota residente en la isla, sin que aún se haya alcanzado ningún acuerdo que satisfaga la voluntad de ambas comunidades[14]. Esta aproximación unilateral a los asuntos de seguridad y la defensa se hace evidente además a través de la diplomacia coercitiva puesta en práctica por las autoridades turcas contra el gobierno de Irak para poner fin al terrorismo del PKK, así como mediante la campaña iniciada de forma autónoma por las autoridades turcas contra las bases de retaguardia de este movimiento, situadas en el norte del Kurdistán iraquí. A partir del verano de 2015, Ankara decidió poner fin al proceso de dialogo iniciado con el movimiento kurdo e inició una ofensiva para contrarrestar el apoyo político y militar recibido por los peshmergas gracias a su eficaz labor deteniendo el avance del IS. Además, Ankara no está dispuesta a renunciar en última instancia si ello fuera necesario al empleo de la fuerza en legítima defensa, según lo ha demostrado con el reciente derribo de un caza ruso por invadir su espacio aéreo de soberanía. La adopción de este tipo de medidas deteriora además las relaciones con otros países vecinos con los que las autoridades turcas habían venido manteniendo relaciones estrechas, siguiendo la estrategia de “cero problemas” en el entorno regional[15].

Por otra parte, la extraordinaria complejidad de la situación actual en Oriente Medio, región geográfica potencialmente inestable y proliferante[16], así como la interconexión de las riesgos y amenazas que ponen en peligro la seguridad de Turquía, hace completamente imposible que Ankara pueda plantear una aproximación unilateral para hacer frente a los retos que se presentan. De esta manera, las autoridades turcas basan su política de seguridad y defensa en la pertenencia a organizaciones multinacionales de seguridad. En base al principio de defensa colectiva, la OTAN representa para Turquía la piedra angular de su estrategia de seguridad, mientras que Turquía