Generando géneros Género y currículo oculto en el nivel inicial

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Para realizar este trabajo de Investigación, será necesario tomar como fuente de información primaria la vida institucional de los jardines de carácter publico situados en Villa Carlos Paz. Mas particularmente una sala de cinco años otra de cuatro años de diferentes instituciones.

Nos interesó observar y entrevistar la cotidianeidad de estas salas en particular, ya que en ellas se producen, reproducen y manifiestan aspectos del curriculum oculto vinculados a cuestiones de género, de los cuales deseamos obtener información relevante para la investigación.

Las entrevistas y las observaciones, fueron las técnicas centrales a utilizar para la recopilación de datos, necesaria para la investigación.

El objeto prioritario de las entrevistas, fue captar las representaciones e impresiones subjetivas más o menos elaboradas de los participantes, desde su misma perspectiva.

Las diversas formas de entrevista pretenden indagar en las diferentes representaciones, en el pensamiento y en las actitudes, superando las verbalizaciones inmediatas y habituales, buscando los puntos críticos, las teorías implícitas, los planteamientos latentes, los procesos contradictorios en las propias creencias y esquemas mentales; así como las relaciones entre el pensamiento y los modos de sentir, y entre el pensamiento y los modos de actuar.

Las observaciones suponen instancias más o menos prolongadas en el medio donde se desarrolla el acontecimiento, en este caso particular, las salas de los jardines. Estas instancias de observación participante, nos permitieron registrar las diversas situaciones, las redes de conducta, los esquemas de actuación comunes y singulares, habituales e insólitos. Las observaciones en el campo fueron imprescindibles para ir más allá de las meras verbalizaciones sobre el pensamiento y la conducta, y detectar el reflejo en la práctica de las representaciones subjetivas.

Delimitación teórico conceptual

El nudo conceptual articulador del presente proyecto de investigación, esta compuesto por la noción de genero; más precisamente de las relaciones de género en la educación, dentro del marco del currículum oculto, que implícitamente condiciona la identidad de los niños.

Partimos de la idea de que las sociedades modernas están caracterizadas por una configuración de relaciones entre los sexos, signados por la desigualdad; es importante aquí hacer una diferenciación clara entre los conceptos de sexo y de género; en primer lugar, la categoría de sexo designa exclusivamente la connotación biológica de la sexualidad, es decir las características anatómicas y fisiológicas de los seres vivos. En segundo lugar, el concepto de género pone el acento en los aspectos socioculturales, es decir que, el género es el significado que las sociedades les han atribuido a los rasgos biológicos asociados con el sexo; se trata de construcciones históricas, ya que varían entre sociedades y se modifican con el transcurso del tiempo y, en ese sentido, son arbitrarias, pues no existe una correspondencia unívoca entre el sexo (rasgo biológico) y el género (significado cultural). En palabras de Scott género es la “producción de formas de conducta que son culturalmente aceptadas, y catalogadas de apropiadas, en cuanto a lo femenino y lo masculino”. (Scott ,1998)

El concepto de género, entendido de esta manera, tiene que ver con una construcción socio-cultural que surge a partir de una condición biológica de ser hombre o mujer, y con una valoración o jerarquización en el trato que reciben los sujetos a partir de esta diferencia biológica. Frigerio y Poggi (1999) afirman que: la “inferioridad femenina” puede finalmente tematizarse como una construcción socio- cultural androcéntrica”.

En el nivel de la sociedad, que incluye a las instituciones educativas, el sistema de géneros toma forma en los estereotipos de género, los cuales son el “deber ser” en función del sexo definido. Morgade afirma que cada una de las sociedades incluyen un conjunto de creencias, prescripciones, reglas, expectativas y atribuciones (la mayoría de las veces implícitas) de cómo deben ser hombres y mujeres, es decir, definen lo que significa lo masculino y lo femenino. (Morgade, 2001)

En las escuelas entran en juego procesos sutiles, inadvertidos, en los que se movilizan imágenes estereotipadas, entendiendo estereotipos “...al conjunto de rasgos vinculados a prejuicios caracterizados a un grupo por su comportamiento; generando estigmas profundos en la construcción temprana de la identidad de los niños” (Morgade, 2001).

Como afirmamos anteriormente la educación puede dar lugar a la creación de estigmas, tema tratado en la obra de Goffman, Estigma, la identidad deteriorada. En la cuál el autor caracteriza a la identidad personal, como aquello que permite que el individuo pueda diferenciarse de todos los demás, considerando a cada individuo como único. (Goffman, 2003)

Nos encontramos frente a una dimensión educativa que atraviesa a todas las otras, que no se refiere a una asignatura o disciplina en particular y que no se limita a un espacio o tiempo definidos del trabajo en la sala.en este sentido, se considera que la perspectiva de género es transversal en la construcción del curriculum.

Si se toma en cuenta que el acceso de la mujer a la educación – y su consideración como sujeto de derecho- se hizo realidad en el siglo XX, hablar de coeducación es una afirmación relativamente reciente. La palabra Coeducación se utiliza comúnmente para referirse a la Educación conjunta de dos colectivos humanos específicos: los hombres y las mujeres los cuales reciben una misma educación.

“Se entiende por coeducación el proceso educativo que favorece el desarrollo integral de las personas con independencia del sexo a que pertenezcan, no es yuxtaponer en una clase a individuos de ambos sexos, ni tampoco unificar, eliminando las diferencias mediante la presentación de un modelo único. No es uniformizar las mentes de niños y niñas sino que, por el contrario, es enseñar a respetar lo diferente y a disfrutar de la riqueza que ofrece la variedad.”(Suarez 2007:38)

Coeducar no es yuxtaponer en una misma clase a individuos de ambos sexos, ni tampoco es unificar, eliminando las diferencias mediante la presentación de un modelo único. No es uniformizar las mentes de niñas y niños sino que, por el contrario, es enseñar a respetar lo diferente y a disfrutar de la riqueza que ofrece la variedad.

Que existan leyes y reglamentaciones acerca de la igualdad en el ingreso a las instituciones escolares no garantiza