El curriculo oculto.

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Es tan importante que las instituciones incorporen valores, que los practique en su vida diaria, que muestre con ejemplos “recordando que los docentes son un modelo para las nuevas generaciones”. Quizá sea radicalmente exagerada la metáfora, pero creo que es preciso profundizar en la cuestión que plantea: (Santos, 1995) ¿es posible educar en la democracia, en el respeto, en la solidaridad, en la cooperación…, dentro de una institución que es insolidaria, competitiva y autoritaria? Si es posible porque los valores se deben vivir dentro y fuera de la institución educativa. En una escuela que se dé la exclusión, o sea una escuela elitista, o que no responden al “niño estereotipo” están condenados al fracaso, no puede educar en valores.

El currículo y la ideología

La educación, forma parte de del proceso de institucionalización, responde a intereses de una clase hegemónica que se beneficia con el carácter educacional de nuestras escuelas. Desde esa

perspectiva, la escuela, colabora como parte de todo un andamiaje ideológico que moldea a nuestra sociedad. (Zúñiga, 2003, p.51). Los programas y prácticas educacionales se han encargado de demostrarnos que existe una intencionalidad claramente ideológica en los diversos procesos de educación que se implementan a través de las instituciones.

(Illich, 1973, p.39), pone en manifiesto esa fase de ideologías de los procesos educativos tradicionales o progresistas que se desarrollan en América Latina y tiene como objetivo una sociabilización con miras a la conformidad con las demandas de una sociedad de consumo. El carácter de ideología de la educación no adquiere, sin embargo, se ven formas abiertas o visibles que nos permitan señalar con mayor amplitud dicho fenómeno todo lo contario se muestra como algo oculto y velado, por lo que se hace necesario descubrirlo y denunciarlo.

El carácter ideológico de la educación debe ser lo suficiente evidenciado por quienes pretendemos participar en un proceso que debe buscar la conducción de la enseñanza hacia nuevas formas de concebir la educación, es decir una educación más humana, justa, participativa y valorativa. Se debe procurar una formación que permita a los educadores y educandos, puedan utilizar herramientas de la tecnología actualizada, a reintegración a la plenitud humana y continuar el proceso de trasformar la sociedad para el bien del mundo entero.

La ideología es siempre en este sentido una construcción social e histórica que por la práctica social adquiere referencia culturales de verdad a partir de los cuales se configura la vida social, estableciendo supuestos, significados, estereotipos, hábitos, valores, creencias, normas, etc., que van estructurando las formas por las cuales las personas y las instituciones se relacionan y gobiernan entre sí, con lo que la ideología actúa interpelando directamente al nivel de la conciencia de quienes componen una determinada comunidad.

Conclusión

En definitiva, las instituciones en general, cada profesor, influyen en los alumnos, que en un futuro cercano serán base y sustento de la sociedad. Por ello se debe cuidar lo que se enseña día tras día, ya sea de manera sistemática o planificada también mediante los valores que se ha hablado en este artículo. Es necesario que las escuelas reflexionen sobre su funcionamiento, que revisen constantemente las reglas o códigos morales para una mejor convivencia con la sociedad. Las aulas representan un espacio formativo de todos los presentes, por eso es necesario incentivar para formar una ciudadanía positiva y transformadora para el país. La forma de actuar de los estudiantes se ve reflejado desde la casa, pero también depende de cada institución reflejar todas las normas a través de ellos.

Los padres son el ejemplo vivo para sus hijos, ellos deben inculcar valores para que `puedan vivir en comunidad, con respeto, solidaridad, en especial honestidad, para ganarse la confianza de lo demás, en las instituciones los profesores deben ser un apoyo para los padres y estudiantes porque ellos son los motivadores, un modelo para los estudiantes.

Referencias

Illich, I. (1973). En América Latina para qué sirve la escuela. Ediciones Búsqueda. Bueno aires. P.39.

Jackson, P. (1992). La vida en las aulas. Ediciones Morata. Madrid

Jurjo, S. (1995): El curriculum oculto. Ediciones Morata. Madrid

Martínez, M. (1995). Los temas transversales. Magisterio del Rio de la Plata. Buenos Aires: Argentina

Santos, M. (1995). Democracia escolar o el problema de la nieve frita. En Volver a pensar la educación. Tomo II. Ed. Morata. Madrid.

Zúñiga, J. (2003). Iván Illich: hacia una desdolarización. Educare No. IV.

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