Identificación, evaluación y planes de intervención para proteger la salud

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La industria de flores es una de las bases de la economía del municipio, la cual utiliza el 6.22% de las tierras rurales (ASIS, 2015). Esta industria para el cultivo de flores utiliza una gran cantidad de agroquímicos, los cuales exponen a los trabajadores del área a un riesgo por contaminación.

De igual manera, los trabajadores informales del sector, en los diferentes cultivos, no solo de flores, utilizan este tipo de productos; realizando esta labor con un bajo conocimiento, cuidado y protección a la exposición de estos agroquímicos.

Dentro del análisis, se identifica como amenaza la actividad laboral de los agricultores, que los expone a intoxicaciones tanto crónicas como agudas, por la misma condición que realizan; es decir, se pueden ver afectados al entrar en contacto con el toxico, no solo con la manipulación del mismo sino, por efectos residuales que tienen estas sustancias para eliminar las plagas que afectan los cultivos.

Así, como se identifican los peligros y amenazas, la vulnerabilidad dentro de este tipo de actividad, se encuentra que estos agricultores están expuestos a los tóxicos, al continuar con sus actividades diarias, como lo son la revisión del crecimiento del cultivo, riego, retiro de malezas, abonado de la tierra, fumigación, cosecha y almacenamiento.

También se identifican vulnerabilidades, por el desconocimiento en el manejo de sustancias toxicas por parte de los labriegos, al no utilizar los equipos de protección personal, la falta de capacitación y la no existencia de medidas de seguridad en los cultivos.

Todo lo anterior hace evidente que es necesario determinar el riesgo al que están expuestos estos trabajadores a partir de la identificación y evaluación de los hallazgos, así como la preparación de planes de intervención para reducir este tipo de riesgo de contaminaciones, porque las intoxicaciones por agroquímicos solo son notorias cuando son eventos agudos y cuando son noticias, como sucedió en el municipio de La Calera (Cundinamarca) en mayo de 2016.

Contexto

Como se presentó en la justificación, el municipio de Madrid tiene un área de 120.5 kilómetros cuadrados, de los cuales el 93.77% corresponden al área rural, y en esta área el 6.22% de la tierra se utiliza para los cultivos de flores.

También existen trabajadores que son agricultores en cultivos de pan coger (cultivos para consumo de la familia), considerándose mano de obra no calificada, en donde también se emplean los agroquímicos y exponen a estos trabajadores a un riesgo de intoxicación de tipo agudo y de tipo crónico. Esta última, es la que puede pasar inadvertida durante mucho tiempo, pero que afecta la salud del individuo después de un largo tiempo a la exposición.

De acuerdo con el documento ASIS, 2015 (pág. 30) la población rural es del 13.01%, la cual tiene dificultades para el acceso a diferentes servicios, y está expuesta a diferentes factores de riesgo debido a las barreras geográficas, económicas y sociales, lo cual genera una base para la intervención y análisis del sistema de vigilancia epidemiológica, entre la población agrícola informal.

Evento

El uso de agroquímicos en los cultivos de pan coger, generan una exposición a diferentes agentes tóxicos, los cuales afectan de diferentes maneras a los trabajadores que los emplean de manera rutinaria y sin el cuidado y protección adecuados.

Solo cuando se presentan los casos de intoxicaciones agudas, en las cuales el individuo se ve afectado por una exposición por corto tiempo, pero a una gran dosis del agente, poniendo en riesgo su vida, las diferentes entidades de control actúan con revisiones, cursos, etc., tal como sucedió en el municipio de La Calera (Cundinamarca) en el mes de mayo de 2016 (El Tiempo, 2016).

Agente, enfermedad o de daño, modo de contaminación, intoxicación, efectos sobre las personas.

La intoxicación por agroquímicos se debe a diferentes sustancias, entre ellas a los organofosforados que son considerados altamente tóxicos, tipo I. Este tipo de agente tóxico puede ingresar al organismo del individuo por vía respiratoria debido a que son volátiles, por absorción a través de la piel sin necesidad de que exista una herida en la epidermis, dado que son sustancias liposolubles y por esto pueden pasar las barreras biológicas de protección.

Los plaguicidas organofosforados se metabolizan en el hígado por diferentes enzimas y tienen una vida media corta en el plasma y se distribuyen rápidamente en los tejidos.

Los tóxicos organofosforados despliegan la toxicidad a través de la fosforilación, (adicción de un grupo fosfato a proteína y azúcares) de la enzima acetilcolinesterasa en las terminaciones nerviosas, permitiendo la acumulación de acetilcolina, (enzima que actúa en la transmisión de impulsos nerviosos) en las uniones colinérgicas neuroefectoras (efectos muscarínicos, acción de estímulo sobre músculos lisos y glándulas), en las uniones mioneurales (terminaciones nerviosas presentes en los músculos) del esqueleto y los ganglios autónomos (efectos nicotínicos) y en el sistema nervioso central (SNC).

A nivel clínico, las manifestaciones pueden generar tres cuadros clínicos: la intoxicación aguda, el síndrome intermedio y una neurotoxicidad (efectos dañinos al cerebro o sistema nervioso periférico por exposición a sustancias toxicas), tardía (Fernández, et. al., 2010).

Criterios diagnósticos ambientales y biológicos.

Para este numeral, de acuerdo con el evento en estudio, se toman los conceptos sobre caso confirmado, criterios de valoración, biomarcadores, clasificación toxicológica, clasificación del riesgo, evaluación médica del factor de riesgo.

El diagnóstico inicial se realiza con la historia clínica teniendo en cuenta la exposición al agente, la vía de absorción y el cuadro clínico que presenta el individuo.

Se confirma la intoxicación por el organofosforado por medio de la actividad de la enzima colinesterasa (biomarcador), porque los organofosforados disminuyen la actividad de la colinesterasa plasmática y de la eritrocitaria. Para detectar la actividad de la colinesterasa se emplean cuatro métodos: el electrométrico, el colorimétrico, el cinético y el tintométrico.

También se realizan otros exámenes, tales como, el hemograma y la sedimentación globular; el ionograma completo que incluya magnesio; medición de pH y gases arteriales para encontrar acidosis metabólica; BUN y creatinina porque se puede