LA CULTURA Existe un número importante de antropólogos que entienden que la cultura se compone de ideas o de modelos cognitivos

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El ser humano es el resultado de una larga evolución cual se ha traducido en cambios adaptativos, muy favorables para la especie. Uno de estos principios era el de la selección natural que se traduce en la supervivencia de los más aptos.

El ser humano no es el único que posee cultura, es la más potente de cuantas existen. Pero los chimpancés, igual que los gorilas también poseen cultura: comen de manera distinta según las áreas en las que viven, lo cual quiere decir que aprenden independientemente.

Si en lo general el Homo sapiens se ha beneficiado de los mecanismos naturales de la evolución, no es menos verdad que la cultura le ha permitido alcanzar metas imposibles para otros animales. La prueba de que los seres humanos relegan sus instintos se halla en que a pesar de que todos ellos tienen necesidades biológicas básicas, la manera de resolverlas es distinta según las culturas. Comen porque necesitan vivir, pero comen distintos alimentos y de distinta manera según la cultura de pertenencia. Duermen porque el reposo biológico es imprescindible, pero de manera distinta según la cultura a la que pertenezcan.

Pero esta gran variedad cultural descubre la existencia de numerosas subculturas, con mayor intensidad en los casos de las grandes aglomeraciones humanas. La subcultura es una estrategia adaptativa que precisa que el tamaño de los grupos humanos sea suficientemente grande.

La cultura ha sido el mecanismo que ha permitido al ser humano adaptarse de forma análoga a como lo ha hecho su naturaleza biológica y, a partir de un determinado momento, la cultura ha conseguido someter a la naturaleza.

Una de las características de la cultura es que es aprendida. Todo lo que el ser humano es capaz de aprender se denomina cultura. La cultura precisa de la naturaleza, en tanto que actúa sobre el soporte de la naturaleza humana. La cultura es tan poderosa que es capaz de modificar la propia naturaleza. La cultura y la naturaleza se complementan.

Al aprendizaje, consciente o inconsciente de una cultura por parte del ser humano lo denominamos enculturación o socialización, a través de la transmisión simbólica que se produce entre las personas y las generaciones. Aunque la familia ocupa un lugar primordial en la socialización de la persona, en las modernas sociedades occidentales hay agencias de socialización, como guarderías y escuelas.

La cultura se caracteriza también por constituir un sistema integrado. Cualquier modificación que se introduzca en un elemento afecta a otros muchos. La introducción de un deporte como el fútbol en España, a finales del s. XIX, provocó cambios en las costumbres.

La cultura es cambio, éste es un requisito de su carácter integrado y va implícito en la cultura.

El etnocentrismo, es el conceder un valor superior a la cultura propia frente al que se otorga a la ajena, y en emplear los patrones de la propia para juzgar la cultura ajena. En la vida cotidiana, el etnocentrismo es perceptible en los juicios de valor de quienes ven a las gentes de otras culturas como raras y atrasadas. El etnocentrismo dificulta e impide la comprensión de las culturas de otros pueblos.

Frente al etnocentrismo, y como forma de combatirlo, se halla el relativismo cultural, éste consiste en ponerse en lugar del otro para entender su cultura. El relativismo cultural consiste en adoptar los patrones culturales de la sociedad que se pretende estudiar, a fin de poder comprender su lógica interna.

Sin embargo, debemos comprender que este relativismo ha de ser metodológico, y no radical, porque está interpretación radical nos llevaría a aceptar prácticas culturales desechables por entero, como el sometimiento de la mujer, o a su lapidación.

A medida que fue progresando la constitución del corpus teórico de la antropología se vio cada vez con más certeza que existían muchos aspectos comunes a la totalidad de las culturas. El uso del método comparativo ha permitido verificar la existencia de estos universales.

La primera elaboración minuciosa de los universales culturales fue la de Wissles, en 1923. Era universal la existencia del tabú del incesto.

¿Por qué no son idénticos los universales? La razón pudiera hallarse en que el cerebro del Homo sapiens utiliza formas universales de categorizar, lo cual no implica que el resultado final sea idéntico.

Las razones de la existencia de los universales culturales se han atribuido a condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales. En resumen, la larga dependencia infantil del ser humano y el fuerte sentido social de este último, crearían los mismos universales culturales.

Hay otros rasgos en las culturas de los seres humanos que, sin ser universales, son generales. Significa esto que no están presentes en todas las culturas, pero si en numerosas culturas.

Por último, hay rasgos culturales que son particulares, es decir, propios de una cultura determinada o tan sólo de algunas culturas. Los particulares tienen una gran importancia porque proporcionan las claves de la identidad cultural de los grupos humanos. Ejemplo de particulares está el uso de las lenguas.

Entendemos por cambio cultural o por cambio social la transformación que afecta a la cultura y a las instituciones sociales con el paso del tiempo. Este cambio ha sido muy grande a partir de la industrialización.

Las sociedades cambian, porque autogeneran innovaciones, en forma de invenciones y de descubrimientos que transforman la cultura y las instituciones sociales.

La réplica de tantos cambios ha dado lugar a una pérdida de la identidad cultural en muchas sociedades, lo que se denomina aculturación, es decir, la recepción de rasgos culturales ajenos en detrimento de los rasgos culturales propios.

El resultado de los intensos procesos de cambio acaecidos en el mundo en los últimos siglos tiene el nombre de globalización, que se define como la interrelación e interdependencia progresiva que se está produciendo entre todas las sociedades del Planeta.