La Formación Cívica y Ética en una vista al pasado

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Quizás se escuche fácil el obrar conforme a una cívica y ética pero claro está el ejemplo con la sociedad actual.

Los valores y virtudes se han ido materializando, es decir, el amor en muchas ocasiones es demostrado a través del costo de un regalo por mencionar un ejemplo.

“la asignatura implica>, principalmente para que el educando defina su > “ (Latapí, 1999).

Por lo tanto la escuela como segunda institución, aparte de la familia tienen la tarea de sembrar la semilla de la moral en los jóvenes y para convivir y dialogar dentro de una sociedad y al mismo tiempo sus acciones los vuelvan perfectibles.

Sin embargo la moral debe de desarrollarse dentro de la democracia y autonomía de cada estudiante, es por eso que “los aprendizajes del civismo>” (Latapí, 1999).

Quizás lo mencionado anteriormente ya está muy desgastado, pero es la realidad en la que vivimos; es una sociedad pobre en cuestión de moral y ética, los jóvenes que hoy se están desarrollando serán los adultos de mañana y esa es una prioridad de la escuela y de la de formar hombres y mujeres de bien que harán del país un lugar democrático a través de la toma de decisiones razonables, puede sonar todo esto muy idealista , pero el cambio se debe aportar en pequeñas porciones de valores, sin dejar atrás las leyes que rigen a través de derechos y obligaciones que se adquieren como ciudadanos.

La asignatura de Formación Cívica y Ética destacaba especialmente en sus inicios la identidad nacional y hoy con el plan de estudios 2011, el enfoque se centra en el “desarrollo de la autonomía y en la adquisición de compromisos ciudadanos teniendo como marco de referencia los principios y valores democráticos” (SEP, 2011).

Por tal, el peso de las concepciones de la asignatura radica en las demás asignaturas de la educación básica; se debe de trabajar en conjunto dentro de la escuela ya que es la moral una cuestión que está presente en todo momento y lugar donde se ubique el educando.

Ahora entonces, la educación cívica y ética se encuentra en primer plano de la educación, ya que es esta la clave para las relaciones interpersonales y la adquisición de un pensamiento crítico.

Lo cual quiere decir que entonces “La asignatura promueve un espacio de aprendizaje donde se da prioridad a las necesidades e intereses de los alumnos como sujetos individuales y sociales” (SEP, 2011).

Que permiten al joven desenvolverse con confianza y que lo aprendido en clase lo lleve a cabo, es importante reflexionar sobre esta cuestión ya que su futuro depende mucho de plan de vida que tenga y lo orientación que se le brinde en torno a cuestiones que le preocupan.

Sin más preámbulo la educación cívica y ética a lo largo del tiempo se le han concebido diferentes nombres, sin embargo sigue teniendo lo esencial que es la educación moral, los valores, la democracia y una identidad nacional.

Tal vez enfocados desde puntos de vista diferentes pero con el fin de crear personas humanizadas con criterio y autonomía para tomar sus propias decisiones.

Todo lo mencionado anteriormente recae en la asignatura de Formación Cívica y Ética, en la forma de enseñanza pero sobre todo en la actitud que tome el docente hacia dicha formación por tal motivo esto es un trabajo colectivo, tanto de la familia como de la sociedad y de la escuela.

Como dice Fernando Savater: “la verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar si no también en aprender a pensar sobre lo que se piensa y este momento reflexivo exige constatar nuestra pertenencia a una comunidad de criaturas pensantes”.

Bibliografía

Flores, E. S. (2000). Los estudiantes en la escuela secundaria. En E. S. Flores, La trama de la escuela secundaria (págs. 207-234). México: UPN-Plaza y Valdes .

Latapí, P. (1999). La laicidad escolar y la formaciòn moral en México. En P. Latapí, La moral regresa a la escuela (págs. 69-110). México: CESU-UNAM/PLAZA Y Valdés.

Martínez, J. M. (1998). Teorías del desarrollo moral. En J. M. Martínez, Educación moral y democracia (págs. 49-127.). Barcelona: Laertes.

SEP. (2011). Formación Cívica y Ética. En SEP, Programas de estudio 2011 (pág. 15). México : Argentina 28 .