“La belleza y la fealdad son un espejismo, porque quienes saben apreciar la verdadera belleza, siempre terminan viendo el interior”

...

Aunque si bien, la belleza natural no súper pone horas de estricto régimen de maquillaje o una búsqueda exhaustiva de la prenda perfecta, tampoco abstiene a la persona de poder tener un cuidado personal.

FEALDAD.

Ya antes mencionada, la fealdad se conceptualiza como la propiedad de una persona o cosa al no ser agradable a la percepción sencilla.

En muchas sociedades el juicio de ser considerado "feo" equivale a ser poco estético, repulsivo u ofensivo. Al igual que su opuesto, la belleza, la fealdad implica un juicio subjetivo y esta en el "ojo del observador", tampoco se debe olvidar la influencia ejercida por la cultura del "observador".

Entonces, la percepción de la fealdad puede ser errónea, como se muestra en el cuento de “El patito feo de Hans Christian Andersen.”

A pesar de que la fealdad es normalmente considerada como una característica visible, también puede ser un atributo interno.

Por ejemplo, una persona se puede considerar atractiva físicamente pero interiormente irreflexiva, horrenda y cruel. También es posible estar de "mal humor", que es un estado interno de desagrado temporal, esto se basa en la molestia o desinterés hacía algo de manera voluntaria.

La “fealdad” es un estado mental de cada persona, ya que la idea de fealdad se va desarrollando con el paso del tiempo, desde pequeños nos inculcan que es “bonito” y que es “feo.”

Todo se centra en la sociedad donde somos criados. Por ejemplo, a las niñas se les inculca que una “mujer bonita” debe usar vestidos largos, coronas, maquillaje, zapatillas, lucir ojos de algún color poco común, casarse con el “príncipe” que debe ser alto, fuerte y con un rostro “irresistible”. Por otro lado a los niños se les muestran imágenes de hombres altos, musculosos, con cortes de cabello a la “moda”, entre otras cosas.

Nuestra sociedad se encarga de decidir que es bonito y que es feo, que es bueno y que es malo, sin pensar en las personas que no poseen estos atributos.

“La falta de imperfecciones dentro de la belleza, es ya, una imperfección”

-Ellis. Havelock.

Ninguna persona es obligada a perseguir la belleza, ya que se corren algunos peligros en torno a esta, muchas personas tienen trastornos mentales dado que no se han podido ver como personas “bellas”.

Algunos de estos riesgos son físicos, como es el caso de morir en un quirófano por una cirugía estética, irritaciones en la piel por el exceso de maquillaje, perdida de cabello por los tintes o productos capilares tan agresivos, enfermedades intestinales por la falta de consumo alimenticio al querer alcanzar el peso ideal.

La concepción de belleza es causa de muchas ideas erróneas sobre el cuerpo de la personas, no obstante no solo se basa en los seres humanos, también afecta a los objetos y animales que nos rodean.

Sin embargo somos los seres humanos los que ponemos las pautas para definir que es bonito y que es feo, somos nosotros y nuestros gustos particulares los que decidimos que nos atrae y que no, algunos de nuestros gustos están dirigidos a un solo enfoque por causa de intervención familiar o social.

Lo antes mencionado no es malo, siempre y cuando no se pierda la esencia de lo que nos satisface realmente, mientras nosotros sepamos en qué dirección vamos no afecta para nada.

La belleza en el arte no es nada más que lo que el artista quiere transmitir, aquellos sentimientos que lo hacen feliz o triste sin saber cómo deshacerse de ellos.

Nos hace sentir en una unión con el pintor, o con el escultor, quizá con el cantante o compositor, el escritor o el director de cine, porque sentimos lo que ellos en ese momento lograron impregnar en su obra.

Hay un tipo de belleza que va más allá de lo físico y mental, es la belleza espiritual, está es aquella que reside en lo más profundo de nosotros y nos hace ser quien somos, solo se puede alcanzar una belleza espiritual cuando no tienes ningún cargo de conciencia, cuando sabes que todo lo que has hecho es lo correcto porque no te daña a ti o a terceras personas.

“La belleza es tan efímera, como cierta, tan cálida como fría, la belleza viene y va, en un devenir constante, aparece y desaparece en un abrir y cerrar de ojos, hoy está aquí y mañana decide no aparecer, ser bella no es más que ser natural, es simplemente aceptar lo que la vida te da, la belleza eres tú, aquí y ahora”