La cirugía plástica como factor para mejorar el autoestima de la mujer.

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Esa belleza ideal que las revistas de moda confirman, pueden identificarse con una especie de modelito que sale por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar al desnudo, con curvas increíbles y deseadas por un grupo significativo de hombres, causa la desdicha de algunas mujeres que no cumplen con este prototipo.

También, nos encontramos con las cirugías plásticas estéticas que pueden ser catalogadas como “el disfraz de los temores modernos”, pues aborda los procedimientos que ayudan a cambiar ciertos rasgos poco atractivos de las personas, corrigiendo imperfecciones o modificando los contornos, mejorando la apariencia de las personas acercándose a los parámetros de belleza establecidos por la sociedad actual.

En muchos casos, detrás de la decisión de la mujer para cambiar su apariencia, está la opinión del hombre, que eligen a una mujer por la apariencia exterior o constatada en la intimidad, sin saber que la belleza es una tiranía de corta duración. Debería ser más atractivo que aquellas mujeres que exigen, trabajan, producen y protestan, sean las más valoradas y las únicas con las que se pudiera establecer una relación duradera, porque dicha relación estaría basada en algo más que en medidas perfectas. Sin embargo, la mayoría del tiempo esto no ocurre, y muchos hombres se encargan de bajarles el autoestima de la mujer, y a pesar de que esto suele ser cruel, también puede ser muy positivo para que las mujeres puedan realizar un cambio en su vida, ya que ellas se cansan de las críticas y de la imagen que a diario ven en el espejo y recurren al quirófano para acabar con algunos complejos físicos, debido a las mayores exigencias que el sexo opuesto le ha impuesto.

Y es que crecer y criarse en el mundo de hoy, no es para nada fácil. La sociedad en la que vivimos se rige día a día bajo diferentes parámetros. La cirugía plástica no sólo tiene como finalidad el embellecimiento físico de una persona, sino especialmente la posibilidad de proporcionarle una imagen más adecuada y positiva, mejorando su autoestima y, por lo tanto, su calidad de vida. Día a día vemos a mujeres de todas las edades con operaciones. A pesar de que muchas personas son felices con lo que Dios les ha regalado, hay otras que no pueden conocer esa esencia del ser tan especial que todos los seres humanos tenemos, debido a que se dedican a escuchar las opiniones de otros, y no se enfocaban en amarse tal y como son. Si nos encontramos en la necesidad de hacernos una cirugía plástica debería ser porque es una oportunidad para mejorar la imagen que vemos frente al espejo de nuestro cuerpo, más no por alguna influencia. No obstante, debe cuidarse también el lado psicológico para no caer en adicciones, pues hay pacientes a los que ningún tratamiento las satisface y continúan en busca de más cirugías. Muchas mujeres se hacen adictas, hay unas que después de operación de abdomen quieren los párpados, las mamas, el cuello, y pasan metidas en los hospitales, porque se están haciendo cirugía; e incluso hay quienes se han sometido a 10 cirugías.

Aunque haya mujeres con graves problemas de autoestima, también existen otras con dismorfia, es decir, una excesiva preocupación por su físico, y una imagen completamente distorsionada de la suya, la cual muchas veces suele confundirse con la autoestima. A medida que pasa el tiempo crece el número de complejidad que tenemos las mujeres por nuestro cuerpo, nunca estamos conformes y buscamos métodos para moldear o cambiar esa parte física que no nos favorece. Pero, existe un límite entre el querer algo y la obsesión a ello. Lo cual nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta del conocimiento, ¿En qué medida afecta la dismorfofobia en los trastornos psicológicos de las mujeres y en su baja autoestima?

La dismorfofobia es una problemática de distorsión de la imagen corporal, ocasionando una fobia o rechazo exagerado hacia una parte del propio cuerpo. Las personas que lo padecen, sienten una constante y excesiva preocupación de algún defecto físico, ya sea real o imaginado. Cuando este defecto físico existe en la realidad, los niveles de ansiedad experimentada son desorbitados, ya que exageran la apariencia de lo que ven, llegando a tener problemas emocionales importantes o aislamiento social.

Esta traba afecta mucho en la vida de las mujeres, debido a que se obsesionan por eliminar o cubrir ese pequeño defecto o como les suelen decir “partes malditas” del cuerpo, entre las cuales tenemos: manchas, acné o arrugas en la cara, dientes, pecho, cicatrices, asimetría facial, labios, nariz, entre otros. Pero, el factor detonante que lleva a las mujeres a padecer dismorfofobia, es que son presas de los malos comentarios de la sociedad, como las personas no se fijan en lo atractivo de ellas, sino que se enfocan en sus defectos estéticos, estas se forman una idea en la cabeza de que si no hacen el cambio ya, nunca serán bellas para los otros, llevándolas a tener una baja autoestima, porque dejan a un lado el amor propio por su cuerpo y se centran en solo complacer a las personas que la rodean, para así poder escuchar un cumplido y no avergonzarse al momento de estar en público. Con lo cual recurren a procesos quirúrgicos, pero este trastorno solo se esfuma después del cambio por periodos cortos de tiempo, pues luego vuelve aparecer. En pocas palabras, una vez sufrida esta situación y enfermedad psicológica, no hay vuelta atrás, ya que, siempre vuelve a resurgir. La cirugía plástica mayor y menor está siendo el método de las famosas para aplacar la ansiedad y fomentar la obsesión por el perfeccionismo físico.

La cirugía plástica tiene como finalidad mejorar el físico del cuerpo y con esto puede ayudar a la autoestima de las personas, especialmente en las mujeres, ya que, son ella las que tienen un mayor grado de complejidad en su cuerpo, provocado por los estereotipos que marca la sociedad. Actualmente las cirugía se han hecho ganadora de un espacio en la sociedad, lo cuales permite ayudar en una gran medida a las mujeres, que son envueltas por los criterios de las demás personas, que destruyen su integridad afectando así su autoestima, es aquí donde entra el papel de la cirugía, aquella mujer que opta por hacerse una intervención quirúrgica, puede tener resultados negativos, destruyendo su autoestima, si aquella mujer sigue los procedimientos adecuados para la intervención , puede obtener resultados satisfactorios , logrando en esa mujer que se encontraba opacada por los criterios mediocres de la sociedad , un alto nivel de autoestima , esto genera que esa persona se sienta muy bien consigo misma y tenga una mejor aceptación ante las miradas de las personas .