La división de poderes entre el Gobierno Central y los Gobiernos Regionales.

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Aun con un número elevado de unidades regionales, las relaciones pueden ser conflictivas e inestables si una de las regiones es lo suficientemente grande y poderosa en algún tema para imponer su dominio. El dualismo lingüístico, étnico o religioso sobre una base territorial puede ser fuente de bipolarización política y de relación desigual. Los estados federados más estables suelen tener números más elevados de unidades regionales, lo cual hace que ninguna de ellas alimente ambiciones razonables de convertirse en una unidad dominante única.

El bicameralismo simétrico que promueve la cooperación multilateral.

Un elemento institucional básico para la cooperación entre G.C Y G.T en estados federados es la cámara alta de representación territorial. Hay una gran diversidad institucional de segundas cámaras, algunas con poderes limitados y subordinadas a la cámara baja, otras que tienden a reproducir la composición política de la cámara baja. Pero solo es un actor decisivo si cumple con tener poderes legislativos significativos y una mayoría política diferente de la cámara baja. (Estas condiciones solo las cumples las cámaras altas de los estados federados). El bicameralismo simétrico suele requerir bien la elección indirecta de la cámara por los gobiernos regionales o distritos regionales diferenciados y elecciones directas no concurrentes capaces de producir ganadores distintos que en la cámara baja.

A diferencia de la cámara baja que se elige relativamente proporcional los escaños respecto a la población, cada región tiene una representación igual en la cámara alta federal independientemente de su población. Los desacuerdos entre las dos cámaras en un estado federal pueden resolverse bien por medio de negociaciones entre delegados de las dos cámaras en un comité conjunto , bien mediante una decisión de las dos cámaras en sesión conjunta. El bicameralismo reúne efectos relevantes de la división de poderes tanto horizontal como vertical , ya que crea incentivos para que los partidos amplíen la agenda de temas sometidos a debate público para que los ciudadanos dividan sus votos de un modo parecido a cómo pueden hacerlo en elecciones separadas horizontales. Asimismo las cámaras altas federales pueden promover uan cooperación vertical entre el gobierno central y los gobiernos regionales en la toma de decisiones políticas.

Un bicameralismo simétrico con suficientes mecanismos de cooperación produce resultados semejantes a las reglas de decisión inclusivas, el requerimiento de dos mayorías diferentes para un decisión equivale al requerimiento de una súper mayoría, las decisiones conjuntas de las cámaras (mayoría simple) políticamente diferenciadas serán negociadas o emergerán en torno a alternativas moderadas o intermedias. Por esto podrán ser apoyadas por una mayoría inclusiva que dará satisfacción a un mayor número de ciudadanos que una decisión tomada por una sola cámara.

División de poderes vertical y horizontal.

Existe una estrecha relación entre ambas, un gobierno unificado horizontal tiende a eliminar la división vertical de poderes, cuando el partido del presiente o ministro tiene mayoría absoluta en la asamblea domina y tiende a convertirse en el único ganador absoluto, por eso tiende a reducir la autonomía de los gobiernos regionales y locales. Si un partido tiene una mayoría absoluta en el G.C y no en los G.R o G.L , tiende a convertirse en un único actor dominante en las relaciones institucionales tanto horizontales como verticales. La división legal de poderes entre el G.C y las instituciones no centrales puede sobrevivir pero será eliminada por el control político homogéneo de las instituciones.

Es más probable que exista y sobreviva una efectiva división de poderes vertical ene l marco de un gobierno central dividido, ya sea en forma de gobiernos de coalición multipartidista o de coexista de diferentes mayorías políticas en la presidencia y en la asamblea. Si ningún partido es ganador absoluto y varios partidos comparten el poder de las instituciones centrales, tenderán a negociar y pactar con G.R O L para ampliar sus cuotas de poder a las instituciones territoriales. La competencia interna latente entre socios en el gobierno central puede llevarles a buscar nuevos socios con posiciones de poder en los G.N.C, así el ámbito de los acuerdos multipartidistas se extenderá.

Los G.N.C pueden mantener y defender sus poderes separados en ciertos temas o sus cuotas de poder en otros temas, pueden apoyar la división vertical de poderes , mediante la división del G.C. Una cámara alta de representación territorial puede convertir a los G.R en actores decisivos a nivel federal y evitar que un solo partido con mayoría absoluta en la cámara baja se convierta en un ganador total capaz de concentrar todos los poderes. Tb un T.C independiente que no esté controlado por un partido puede mantener la balanza de la descentralización. Existen múltiples ejemplos para ilustrar que la división vertical de poderes es relativamente más estable y efectiva cuando va acompañada por una división horizontal de poderes que cuando se enfrenta a un gobierno central unificado.

En resumen, el federalismo ha sobrevivido muy difícilmente en regímenes políticos simples d estilo británico basados en un parlamentarismo unicameral y elecciones con la regla de mayoría relativa. En cambio ,la descentralización y la división vertical de poderes puede desarrollarse en condiciones relativamente favorables, incluso cuando no existe un mandato constitucional federalista, bajo la presión de partidos regionales en un contexto de gobiernos centrales divididos.