La paradoja del consumo ¿Producción de bienes o de necesidades?

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Otro de los ejemplos que permiten observar la agresividad y efectividad que tiene el mercado sobre los clientes es el de los famosos comerciales ”Llame ya” en los que se incita a los televidentes a observar las propiedades de un producto. En primer lugar se muestra la utilidad general, con algún tipo de innovación que permite solucionar problemas cotidianos, Por ejemplo “secador con tecnología que no daña el cabello”. Esta cotidianidad hace que el televidente se sienta representado por la situación y piense que el producto innovador y sencillo podría mejorar su vida o solucionar un problema específico, hasta aquí todo bien. El problema aparece cuando al producto principal se le agregan diferentes tipos de accesorios, utilidades y funciones extra que aseguran no tiene costo alguno, es aquí cuando ya ha caído en el juego, si llama dentro de los próximos diez minutos le incluiremos el accesorio para pelo liso, enrulado, etc. La empresa siempre tuvo la intención de venderle el pack completo, y el precio de los “extras” ya está incluido dentro del precio del producto principal

Conclusiones.

Basándonos en la evidencia científica que existe respecto a las conductas del consumidor, sumada la evidencia empírica que se puede recolectar de todas las personas, podemos concluir que hoy en día el mercado no se encarga solamente de vender bienes y servicios necesarios, que son demandados por la gente, sino más bien mediante estrategias de marketing las cuales van dirigidas a estimular todos nuestros sentidos y percepciones, son capaces de vendernos productos que realmente no necesitamos.

Una de las explicaciones de por qué no somos capaces de darnos cuenta de ésta situación, o más bien la obviamos percibiéndola como inofensiva, casi como si fuera una ayuda hacia nuestra persona, es la nombrada anteriormente discrepancia del yo. De esta manera las empresas nos venden productos que no necesitamos, pero que a la vez nos dan cierto estatus dentro de la sociedad, por lo que la tentativa de comprarlos es más bien de índole auto-compensatoria, debido a que creemos que comprando ciertos producto, marcas etc. vamos a conseguir una aceptación social mayor.

Es lamentable que estos conceptos estén tan arraigados en la sociedad chilena, ya que la felicidad con la vida, o el bienestar subjetivo al que deberíamos llegar todos los seres humanos en las últimas décadas ha sido ligado en un nivel extremo con el consumo, el estatus y los bienes que se poseen.

Desde una postura psicológica de bienestar, y autorrealización es necesaria la implementación de estudios y proyectos que nos entreguen datos concretos respecto a la situación actual en Chile, cómo evalúa la gente su relación con el consumo, cuanto de lo que gasta en productos es realmente necesario, etc. hay muchas interrogantes por responder y del mismo modo muchas puertas que abrir con el motivo de cambiar la mentalidad actual, optar por un énfasis en la interacción social, en la interculturalidad, en el desarrollo personal a nivel cognitivo, en la conexión con la naturaleza.

Como expuse al comienzo del ensayo, es sólo un sistema económico, con mucha relevancia sin duda, pero al fin y al cabo nuestra identidad y la forma en que nos comportamos la decidimos nosotros, teniendo herramientas que nos permitan identificar los reales motivos del mercado seremos cada vez más capaces de detectar sus artimañas y así volver a lo que significa realmente disfrutar la vida.

Referencias

Capitalismo. (2205). WordReference. Recuperado el 17 de noviembre de 2014 de http://www.wordreference.com/definicion/capitalismo

Denegri, M. (2010). Compra impulsiva y compra patológica. En Denegri, M.(Ed.). Introducción a la psicología económica. Chile: PSICOM editores.