La preparación previa de todo cuanto se necesitará para resolver dicho problema;

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Algunas técnicas indicativas para ayudar la problematización serían:

- Criticar las soluciones o respuestas aceptadas. Toda argumentación humana es en algún punta contradictoria;

- Aplicar analógicamente las respuestas socialmente aceptadas o reconocidas a situaciones desconocidas: si valen, se ha ampliado el dominio axiomático de las soluciones, si se contrastan negativamente, se habrá ampliado el sistema de problemas;

- Ampliar la aplicación de problemas reconocidos por la comunidad científica como tales y que no han sido adecuadamente resueltos hasta el momento, en otro contexto teórico o en otra disciplina científica;

- Buscar relaciones entre problemas de otros campos del conocimiento.

Cuando hablamos de problemas nos referimos a una dificultad o duda que no puede ser resuelta automáticamente, es decir, sin una mediación programada que es la investigación científica o tecnológica.

En todo problema se pueden distinguir tres ámbitos o áreas de problematización:

- un sustrato o fundamento del problema; por ejemplo algo que se supone que es problematizable en un determinado ámbito;

- un generador del problema, por ejemplo la contradicción o hecho extraordinario que lo manifiesta;

- su resolución, es decir la superación de la duda.

La clave del problema y una primera respuesta a la pregunta

Todo problema puede formularse desde alguna de las siguientes formas problemáticas, o sea, debe responder a uno o varios de los siguientes pronombres interrogativos de uso: quién; dónde; por qué; cómo; cuál, para qué.

En las ciencias sociales la clave interpretativa se concentrará en responder a la última cuestión. Es decir, la explicitación de las intencionalidades o pertinencias de las prácticas humanas según la lectura del respectivo investigador.