“La quema de rastrojos en la provincia de Camaná y sus consecuencias en el suelo”

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Para Chuvieco, E. y Martín, M. (2004) “Las quemas de rastrojos, desde un punto de vista agronómico no son estrictamente necesarias y además resultan ambientalmente negativas, al deteriorar progresivamente la calidad edáfica del suelo, pues disminuye su contenido en materia orgánica […]que airean el terreno […]” (p. 128). Por tanto, para estos primeros autores se trata que la quema de rastrojos o residuos agrícolas de los cultivos de arroz es uno de los principales factores de la contaminación del medio ambiente como también del suelo. Puesto que es una práctica tradicional que no solo aqueja al valle de Camaná, sino también a otras regiones.

Así mismo encontramos que Martínez, E. (2001) manifiesta que

También es motivación frecuente de incendios agrícolas y de numerosos forestales, al extenderse el fuego sin control a terrenos sin cosechar y a masas arbóreas […] la acumulación de combustibles en las lindes, invasión de vegetación preferentemente en cultivos marginales y la eliminación de restos, justifican las prácticas con fuego, cuya necesidad se hizo perentoria […] (p.84).

La falta de información de los agricultores hace que la quema de rastrojos sea una alternativa para eliminar a los residuos que restan después de la cosecha. Sin embargo calcinar estos residuos genera diversos daños al medio ambiente, uno de ellos es la acumulación de combustible en las hojas de las plantas que habitan en el determinado suelo, donde se realice esta deficiente práctica. Asimismo esta acumulación de combustible impide que las plantas realicen el proceso fotosintético, ya que las estomas se ven obstruidos por el hidrocarburo. Cabe recalcar que es por las estomas donde la planta capta el CO2.

Por ende, en el Perú y otros países el cultivo de arroz es la principal fuente de ingresos para los pobladores. Sin embargo, las grandes cifras de producción de arroz también traen consigo daños para el medio ambiente y para los que viven a su alrededor. Puesto que la quema de rastrojos trata de evitarse como lo es en el valle de Camaná, pero pocos agricultores toman en cuenta los daños que les puede afectar por mucho tiempo.

CONSECUENCIA EN LA SALUD POR LAS EMISIONES DE LA QUEMA DE RASTROJOS

La quema de rastrojos en el valle de Camaná es uno de los principales factores de contaminación ambiental, así mismo va de la mano con la salud de la población. La quema implica incorporación de gases muy elevados y estos contaminantes tienen serias repercusiones sobre la salud.

De acuerdo a Quintero y Moncada mencionan que:

Las quejas principales sobre la contaminación del aire son el olor y la falta de visibilidad, desde un punto de vista estético, y la seguridad. Además, estas molestias se añaden a los problemas relacionados con la salud, ocasionados al respirar las partículas suspendidas y los gases (2008, “La quema agrícola contribuye a disminuir la calidad del aire”, párr. 2)

Para Ruiz, C., Wolff, M. y Claret, M. (2015) “las quemas de los rastrojos agrícolas y residuos forestales generan emisiones de gases contaminantes y material particulado, que son la preocupación más inmediata en salud humana” (p. 19). Pues, la combustión genera enormes cantidades de dióxido de carbono (CO2), la densa humareda dificulta la visibilidad de los conductores, por ende los altos niveles de contaminación traen consigo problemas respiratorios (daño celular pulmonar), irritación de la piel y mucosas.

El cultivo de arroz es muy susceptible a enfermedades por plagas. Es por ello que proceden a la quema de residuos agrícolas, pero aun así no deja de ser perjudicial para la salud del ser humano y el medio ambiente. Según CCA (2014) “Los contaminantes emitidos en las quemas agrícolas, como HAP y PM2.5, pueden causar cáncer en los seres humanos y enfermedades agudas de las vías respiratorias, tos, flemas y asma” (p.3).

Por lo tanto, la quema de rastrojos genera compuestos contaminantes para el medio ambiente, que influyen negativamente para la salud de la población. Los daños ocasionados por estas emisiones de las quemas de rastrojos son evidentes y se está manifestando incomodidades en el valle de Camaná.

CONSECUENCIAS EN EL SUELO POR LA QUEMA DE RASTROJOS

Si bien actividades humanas como el sobrepastoreo, la minería, la deforestación o el urbanismo han venido generando la desertificación; es la agricultura, para no creerlo, una de las principales causas de dicho fenómeno y es la quema de rastrojos, una de las tantas prácticas agrícolas, vienen deteriorando el suelo de la provincia de Camaná.

Así como CCA (2014) asevera que:

El uso del fuego para la preparación del terreno agrícola tiene, a la larga, consecuencias como la erosión del suelo, la pérdida de nutrientes y la reducción de la productividad. Aunque después de las primeras quemas pareciera que se favorece la aparición de rebrotes, a largo plazo se observan una disminución de la fertilidad, deterioro de la cubierta vegetal y pérdida de la humedad del suelo, lo cual a su vez se traduce en una baja en el rendimiento de los cultivos y la muerte de microorganismos e insectos benéficos (p.3)

La quema de rastrojos deja al suelo desnudo, donde es expuesto a sufrir pérdida de nutrientes, como también reduce y dificulta la infiltración del agua. Son pocos los agricultores conscientes de los problemas que el fuego provoca al usarlo como método de limpieza de terreno. El fuego consume la materia orgánica que con ayuda de estos microorganismos se podría convertir en tierra de abono.

Según Ruiz, C., Wolff, M. y Claret, M. (2015) manifiesta que la quema de residuos agrícolas puede ocasionar “severas pérdidas de nutrientes después de las quemas, las pérdidas de macronutrientes por efecto directo de la combustión de rastrojo también son altas. Varios estudios muestran pérdidas de C y N entre 80-100%, dependiendo de la magnitud de la combustión” (p. 21). Pues el nitrógeno es un elemento que da fuerza a la planta y mantiene verde a sus hojas, al quemar el nitrógeno se pierde en formas de gas por el calor del fuego. Esto empobrece el suelo y se pierde la fertilidad del suelo.

Asimismo los problemas ambientales que implican la quema de rastrojos es la desertificación. Ruiz y Febles argumentan que la desertización es “el proceso de degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Es un proceso gradual de pérdidas de productividad del suelo y de reducción de cubierta vegetal por el efecto