La tabla periódica, La tabla periódica moderna se le atribuye a Dimitri Ivanovich Mendeleyev

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En 1869 Dimitri Ivanovich Mendeleyev publica su primera tabla periódica en Alemania, de acuerdo a la masa atómica de cada elemento, en eso entonces ya eran conocidos unos 63 elementos de los 90 que existen la naturaleza. Clasificó a los elementos de acuerdo con la repetición regular y periódica de sus propiedades, de izquierda a derecha formando líneas horizontales, en orden creciente de peso atómico. Los elementos de propiedades similares (de la misma familia) se disponían en columnas (en vertical), formando grupos. Durante este periodo dudó de algunos valores de masas atómicas y re-ordenó la masa atómica de algunos elementos para que concordaran con sus elementos contiguos; más tarde se sabría que inadvertidamente los había enumerado en orden creciente de número atómico.

Su propuesta superó a la de Newlands, porque la agrupación de los elementos de acuerdo con sus propiedades fue exacta, además dejó espacios vacíos prediciendo la existencia de elementos hasta entonces desconocidos. La tabla de Mendelyev fue aceptada universalmente y hoy, excepto por los nuevos descubrimientos relativos a las propiedades nucleares y cuánticas, se usa una tabla muy similar a la que él elaboró más de un siglo atrás.

Un año más tarde (1970), Julius Lothar von Meyer publica la primera Tabla Periódica clasificada según las valencias de los elementos. En esta Tabla se encontraba un total de 28 elementos químicos distribuidos en 6 periodos distribuidas en horizontal y 9 columnas que se distribuían verticalmente, se señalaba gráficamente las propiedades físicas de los elementos (demostró la relación entre los volúmenes atómicos y sus pesos).

En 1913 Henry Moseley al estudiar la variación de la frecuencia de una misma raya en los espectros característicos de rayos X de muchos elementos, encontró que los valores de dicha propiedad variaban con la posición que ocupaba el elemnto en la tabla periódica. Así Moseley se convirtió en el primero en comprobar experimentalmente que el orden de los elementos en el sistema periódico (número atómico) está relacionado con las propiedades de la estructura atómica de cada elemento.

En 1945 el químico estadounidense Glenn Seaborg, propuso la serie actínida que contribuyó a la clasificación moderna de la tabla periódica; además de su trabajo en el descubrimiento y aislamiento de diez elementos químicos transuránicos (elementos con número atómico superior al 92), trabajo que le fue condecorado con el premio nobel de química.

Ahora bien, ¿De qué y cómo está conformada la tabla periódica actual? De manera concreta podemos decir que está conformada por 119 elementos (Con el reciente descubrimiento del Ununpentio), se colocan de izquierda a derecha y de arriba a abajo en orden creciente de sus números atómicos. Los elementos están ordenados en siete hileras horizontales llamadas periodos, y en 18 columnas verticales llamadas grupos o familias porque poseen propiedades químicas similares, estos son: grupo 1 (I A): metales alcalinos, grupo 2 (II A): metales alcalinotérreos, grupo 3 (III B): tierras raras y actínidos, grupo 4 (IV B), grupo 5 (V B), grupo 6 (VI B), grupo 7 (VII B), grupo 8 (VIII B), grupo 9 (VIII B), grupo 10 (VIII B), grupo 11 (I B), grupo 12 (II B), grupo 13 (III A): térreos, grupo 14 (IV A), grupo 15 (V A), grupo 16 (VI A): calcógenos, grupo 17 (VII A): halógenos y grupo 18 (VIII A): gases nobles.

La tabla también se puede dividir en bloques, de acuerdo a la secuencia en la que se llenan las capas de electrones de los elementos. Cada bloque se denomina según el orbital en el que en teoría está el último electrón: s, p, d y f. El bloque s comprende los dos primeros grupos (metales alcalinos y alcalinotérreos), así como el hidrógeno y el helio. El bloque p comprende los últimos seis grupos —que son grupos del 13 al 18 en la IUPAC y contiene, entre otros elementos, todos los metaloides. El bloque d comprende los grupos 3 a 12 y contiene todos los metales de transición. El bloque f, a menudo colocado por debajo del resto de la tabla periódica, no tiene números de grupo y se compone de lantánidos y actínidos.

Las principales propiedades de la tabla periódica de enuncian a continuación:

- Radio atómico: la distancia más probable del electrón más externo al núcleo.

- Volumen atómico: la masa molecular dividida por la densidad y se suele expresar en cm3/mol.

- Potencial de ionización: la energía que debemos suministrar a un átomo para arrancarle un electrón. Esquemáticamente, para un átomo A cualquiera, podemos escribir:

- Afinidad electrónica: la energía desprendida en el proceso mediante el cual un átomo captura un electrón, convirtiéndose en un ión negativo (anión).

- Electronegatividad: propiedad que nos mide la atracción que ejerce un átomo sobre los electrones del enlace.

- Valencia iónica: es la valencia que presenta un elemento cuando forma un compuesto iónico.

- Valencia covalente: es la valencia con la que actúa un elemento en un compuesto de tipo covalente.

- Radio iónico: el radio de un ión positivo es menor que el del átomo neutro, el cual a su vez es más chico que el de la especie con carga negativa (anión).

- Punto de ebullición: temperatura en la cual la presión de vapor del líquido iguala a la presión atmosférica.

- Punto de fusión: temperatura a la cual se encuentra el equilibrio de fases sólido-líquido.

La importancia recae en que es una forma conveniente para correlacionar propiedades químicas. La tabla periódica es la referencia química más importante que hay. Esta acomoda todos los elementos conocidos en un arreglo informativo.

La gente familiarizada con la tabla periódica puede, rápidamente, obtener una importante cantidad de información sobre un elemento aun cuando esta persona no haya visto o escuchado de él.

Bibliografía

- Brown, T. Química, la ciencia central. Pearson. México. 12va. Edición.

- Burns, A. Fundamentos de química. Prentice Hall, México. 4ta Edición. 2003.

- Evolución de la tabla periódica. Disponible en: https://es.slideshare.net/luisenriquesantos/evolucin-de-la-tabla-peridica

- Cruz, D. A, Chamizo. Estructura atómica: un enfoque