La travesía de la ética y la equidad.

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Las políticas económicas del país mantienen esas condiciones de vida, no se garantiza de una manera clara y precisa los mínimos vitales como la alimentación, la vivienda, la salud… para las personas que no pueden acceder con facilidad a ellas. La falta de honestidad de las personas que tienen el poder genera el pensamiento erróneo de lo que solo sobrevive el más osado. A la gente se le ha olvidado los valores que se enseñaron en casa, es vergonzoso ver como ellos buscan su propio bienestar en detrimento del bienestar de la sociedad. Es urgente una educación en valores, para absolutamente todos, con el objetivo de reconstruir la sociedad desde la base: los valores morales.

Es importante construir una ética mínima que se compone de valores morales como la igualdad y la justicia, derechos humanos y principios universales, de común acuerdo que permita garantizar en cierta medida un buen desarrollo humano. Se percibe que existe un abandono de este tema por parte del Estado porque no existe realmente un planteamiento que busque el mejoramiento de la calidad de vida de los más desfavorecidos, principalmente por el desinterés de crear políticas justas que rompan el esquema de pobreza generado por la misma nación. Aunque esta afirmación es un poco fuerte, no es de ignorar que a los gobiernos en cierta medida les conviene esta situación. Pero si dejáramos de ser títeres y pasáramos a ser ciudadanos que tienen derechos como la dignidad pero también deberes estaríamos dando un paso para alcanzar la equidad.

Se necesita cambiar la cultura de las comunidades, educar a las personas para que se produzcan transformaciones reales, eliminar los valores utilitaristas de las elites que lo único que desean es seguir manteniendo su poder a costa del fracaso de la clase baja. Debemos dejar florecer nuestros sentimientos morales, aquellos que pasan por el razonamiento, como la indignación, el más fundamental, para que como seres humanos nos manifestemos contra las injusticas, la inequidad, la pobreza… de tal forma que dejemos el individualismo y luchemos por el bienestar general. Un desarrollo social depende de dos elementos esenciales; la igualdad y la equidad, que deben complementarse y ser exigidos por todos. Cada de uno nosotros tiene una responsabilidad social para preservar su vida y la del otro, por lo que es muy coherente que “la unión hace la fuerza”.

De todo lo anterior se puede concluir que para lograr un estado de equidad se debe educar a las personas para poder generar cambios estructurales en la sociedad pero teniendo una ordenación adecuada para no crear un efecto contrario. Se plantea una lucha por la justicia y el interés general a partir de la realidad que se vive para poder crear un entorno favorable para todos. Se debe ser consciente de que existen muchas ideales que no son fáciles de atenuar, sin embargo un cambio no es posible sin una actitud positiva de la sociedad que se manifieste en contra de las injusticias principalmente hacia las clases sociales más desfavorecidas. Aunque los resultados no van a ser instantáneos sino a largo plazo debe mantener el objetivo de manera constante; garantizar un buen desarrollo humano a través de la reorganización de la sociedad que asegure una verdadera justicia social.