“La vida es demasiado Breve para ser insignificante”

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El gobierno local en Europa puede carecer de estilo, pero ha desarrollado amplias tradiciones de teoría y práctica. A pesar de las agudas variaciones que se presentan en distintas naciones, aun quedan suficientes aspectos en común para que los miembros electos y los funcionarios se sientan cómodos en otras cámaras de Concejo y oficinas. Por ejemplo el secretario del ayuntamiento de la ciudad de Suva (capital de las Islas Fidji) se sentirá igualmente bien en las oficinas municipales de las ciudades de Sydney (en Australia) o de la ciudad de Sheffield (Inglaterra) e incluso puede tener experiencia de primera mano de ambas oficinas.

De manera semejante, existe literatura considerable que puede aplicarse a las autoridades locales de los Estados Unidos y a las de Escocia. Muchos de los problemas de gobierno urbano suceden en todo el mundo; los enfoques para su comprensión trascienden las fronteras nacionales. Los miembros electos y los funcionarios que se enfrentan a problemas similares, buscan soluciones en las políticas y programas de los otros, en sus reformas y su reestructuración.

Esta combinación de problemas similares en contextos muy diversos y una literatura común ofrece la principal justificación para un enfoque comparativo. A pesar de la diversidad contextual entre los sistemas basados en el gobierno local inglés, vale la pena examinar lo que está tras las suposiciones teóricas compartidas y su terminología.

Es necesaria una explicación acerca de la elección de casos de estudio, tomando al gobierno local inglés como el rizoma a partir del cual se han desarrollado otros sistemas nacionales, los países han sido elegidos por su diversidad como por su consistencia. Escocia, Australia, Nueva Zelanda, Fidji, Canadá, Estados Unidos y el Japón, todos tienen gobiernos locales derivados (algunos directamente) de un modelo inglés, aunque en diferentes periodos. Por supuesto, a excepción de los ejemplos británicos, todas son naciones del Pacífico, pero esto no significa nada más que una ubicación geográfica.

Sin exagerar la importancia de la geografía o las interrelaciones entre estos vecinos del pacífico, existen ciertos vínculos importantes y corrientes de influencia. Por cada país escogido, los otros que se cubren presentan los ejemplos más cercanos de un gobierno local similar en un marco nacional distinto. La importancia de un país para el gobierno local de otro país varía sustancialmente. Los aliados impusieron el sistema en Japón después de la guerra; Canadá, tan cerca de su vecino más grande y más poderoso, probablemente haya experimentado mayor influencia de los Estados Unidos que, por ejemplo, Fidji; y no es sorprendente encontrar a los gobiernos de Nueva Zelanda y Australia colaborando en un proyecto de investigación acerca de las finanzas del gobierno local. Empero, hay también interrelaciones más amplias; por ejemplo, el Japón es el principal socio comercial de Australia y todos los países elegidos han recibido una influencia significativa de la cultura estadounidense. Las conferencias regionales, recorridos de estudio y programas de capacitación refuerzan asimismo el carácter común de los gobiernos locales que comparten su origen.

Los casos de estudio están vinculados por la geografía y, hasta cierto punto, por instituciones, prácticas similares o problemas comunes. Sin embargo, también ilustran la variedad de marcos culturales e institucionales en los que operan los gobiernos locales. Incluyen ejemplos de los sistemas unitario y federal y de distintos tipos de federación, e incluso de un cuasifederalismo. Por ejemplo, Escocia está en algún punto entre un sistema federal y uno unitario; este caso amplía el alcance de las relaciones intergubernamentales ilustradas aquí, y arroja luz sobre las características distintivas del sistema inglés a causa de su similitud.

Las relaciones intergubernamentales van desde el retraimiento benigno por parte del gobierno central de Nueva Zelanda, hasta la interpenetración compleja de las dos esferas en el Japón. Las autoridades del gobierno local también varían mucho entre los sistemas nacionales respecto a la estructura y a las funciones; desde pequeñas juntas de servicio hasta autoridades regionales de propósito múltiple como ocurre con Stratchclyde, que tiene jurisdicción sobre la mitad de la población escocesa.

Asimismo, varía la conjunción de estructura y funciones, y los países difieren en el grado de urbanización y distribución de la población. La gran concentración de habitantes en unas cuantas grandes áreas urbanas, en contraste con la escasa población que vive en vastas áreas rurales, es una característica de Canadá y de Australia, y no de Inglaterra, por ejemplo.

Todos los países mencionados son democráticos, pero la edad de sus tradiciones democráticas difiere considerablemente, igual que los periodos para los que se han establecido las instituciones nacionales y locales. Fidji, por ejemplo, es un estado relativamente nuevo. Aquí se ha sobrepuesto un gobierno local al estilo inglés a la tradicional autoadministración, y coexiste con ella. Sistemas representativos de gobierno nacional y local derivados de los de Gran Bretaña y Estados Unidos se han impuesto en el Japón cuyas instituciones y cultura siguen siendo muy diferentes. En el caso del Japón destaca también el papel del gobierno local en el desarrollo económico, así como en el suministro de servicios.

La diversidad de países elegidos ilustra la variedad de contextos dentro de los que operan los gobiernos locales. Todos los sistemas han experimentado, en distintos periodos y con alcances diferentes, un intercambio de expertos e ideas, y han demostrado una disposición para aplicar las innovaciones de los otros y, menos comúnmente, para aprender de los errores ajenos.

LA TRADICIÓN INGLESA

Dos temas principales recurren en las amplias tradiciones del gobierno local inglés, tanto en la práctica como en la literatura: la eficiencia y la Democracia. Aunque recientemente se han formulado de nuevo los términos de investigación y de análisis, la crisis fiscal en el gobierno urbano, por ejemplo, o la economía política urbana, siguen siendo los intereses básicos. Estos términos están estrechamente asociados entre sí, aunque no son necesariamente congruentes. El gobierno local es subnacional en su alcance; tiene una medida de autonomía y capacidad para suministrar sus propios recursos mediante la tributación, y es democrático. A pesar de ser distintos, el gobierno local y el central forman parte de una sola política. Por lo tanto, lo que aquí es de particular interés es cómo las instituciones locales, las prácticas y las culturas