Libro, caida libre.

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eran los únicos responsables pues las empresas hipotecarias no pudieron hacerlo solas, les ayudaron los bancos y las agencias calificadoras, donde los bancos adquirían las hipotecas y las vendían como paquetes de inversión atractivos,

La Reserva Federal, dirigida primero por el presidente Alan Greenspan y posteriormente por Ben Bernanke, y los demás reguladores, se inhibieron y dejaron que todo ello ocurriera. No sólo alegaban que no podían saber si existía una burbuja hasta que se rompiera, sino que además decían que incluso si hubieran podido saberlo, no habrían podido hacer nada al respecto.

No es raro como el sector financiero pasaba la culpa a la reserva nacional por dejar que los intereses permanecieran muy bajos, en pocas palabras dinero barato, pero nada de esto hubiera ocurrido, pues si esto se hubiera invertido en nuevas tecnologías o al apoyo en la expansión de nuevas empresas.

El punto de quiebre del mercado sucedió por culpa de los instrumentos de los que Wall Street estaba tan orgulloso, pues estos generaba utilidades a corto plazo, pero a su vez su calidad se perdía pues se pasaban de una agencia a otra donde al final no se sabía su riesgo, luego dieron las titulaciones donde estas se repartían y así los riesgos eran repartidos, pero se perdía la información sobre estos, en pocas palabras quien adquiere un título está prestando su dinero a una persona de quien no se sabe nada, pues confían en que el banco ya había investigado a la persona, pues los bancos generaron hipotecas basura, y los bancos echaban la culpa a los originadores de la hipoteca.