Liderazgo militar. Ser un líder militar es la capacidad de influir en los subalternos para lograr cumplir la misión
Enviado por Albert • 26 de Agosto de 2018 • 1.235 Palabras (5 Páginas) • 360 Visitas
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El patriotismo debe ser la primera virtud del militar ya que es él quien tiene la responsabilidad de salvaguardar la integridad y soberanía de la Patria. El honor debe ser entendido como la dignidad personal que impulsa a cada quien desde lo más íntimo de su ser a cumplir con sus deberes profesionales.
Con relación a la prudencia debemos recordar que el líder militar debe conducir a un grupo de personas; por ello es necesario que actúe en todo momento con cordura y buen juicio a fin de evitar peligros y riesgos innecesarios. El líder militar además debe esforzarse por ser justo ya que al estar investido de autoridad debe hacer de la justicia la virtud imprescindible de sus actuaciones; de esta manera garantizará que sus subalternos lo sigan espontáneamente, consolidando además su autoridad moral.
En cuanto a la integridad, ello consiste en vivir de acuerdo con los principios éticos y morales de la sociedad en general y de la organización militar en particular; el líder militar está obligado a identificar esos valores básicos y seguirlos aún a consta de sacrificios, con voluntad y dedicación. Su conducta debe irradiar ese sentido de integridad y por medio de su autoridad debe demandarla a sus subordinados.
La fe es la primera de las virtudes teologales; al referirla al líder, la fe exige la creencia en los valores de la profesión y en los miembros de la organización: superiores, iguales y subalternos; esta creencia o confianza es la que permite el trabajo en equipo integrado y en forma cabal. El líder que no cree en sus superiores no podrá definir los caminos seguros para sus seguidores y si no tiene fe en sus subordinados, difícilmente podrá inspirar la confianza requerida para realizar una labor o alcanzar una meta.
El liderazgo militar está cambiando continuamente. Al líder se le exige que, además de mandar sus tropas con eficacia, sepa mantener relaciones fluidas con otros mandos aliados y con todos los agentes civiles que intervienen en la resolución de los conflictos. Pero, ¿cómo se forja este espíritu?; En un mundo como el actual, global, acelerado y cambiante, ningún organismo o institución puede prescindir del liderazgo. Los nuevos líderes tienen que predecir y conducir los cambios, implicar a sus seguidores en la visión común diseñada y con su empeño y ejemplo, solventar la situación y hacer que la organización salga airosa y perdure.
En conclusión, para crear a un líder militar lo primero que se debe saber es qué aptitudes y capacidades debe tener un líder y cómo las puede conseguir. Es difícil concebir el líder actual sin una sólida formación en una o varias disciplinas, que no disponga de buenas habilidades sociales: saber relacionarse, hablar bien en público, saber dinámica de grupos, tener inteligencia emocional, tener empatía, etc. y por supuesto amasar una buena cantidad de valores.
Algo del líder en parte nace y en parte se hace. El liderazgo por lo tanto no está reservado a una élite que nace en una buena cuna, ni a una clase social que tiene mayor posibilidad de adquirir una buena formación, es una disciplina al que tienen acceso muchas personas. Por lo tanto, podemos decir que el líder nace, se hace y emerge.
El líder del mañana no es un experto en casi todo, ante situaciones complicadas ni tendrá respuestas, pero sí preguntas y retos que plantear a sus seguidores. "Su trabajo consiste en crear una atmósfera de confianza, transparencia, participación y colaboración para encontrar soluciones más inteligentes, y sobre todo fabricadas e implementadas por su capital humano".
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