Los sistemas de salud latinoamericanos en transición: una visión para el futuro
Enviado por Ledesma • 19 de Junio de 2018 • 1.426 Palabras (6 Páginas) • 360 Visitas
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a la desigualdad cada serie de retos afectan los diversos grupos sociales y Arias gráficas de manera diferente. En el campo de la salud esta dualidad es generalizada. Cada análisis sistemático de una situación de salud debe enfocar dos elementos clave: poblaciones e instituciones
Retos a la población.
Los retos que se le presentan a la población refleja en la dinámica demográfica y epidemiológica de la región.
La región ha pasado por la etapa de crecimiento demográfico lento en la que las mujeres tenían media docena de hijos para poder garantizar su reemplazo por parte de la siguiente generación. Y, en otras palabras, cuando la mitad de cada generación que nacía no alcanzaba la edad de reproducción. En 40 años la fertilidad ha disminuido hasta 3.1 y sólo el 28% de cada generación de nacimientos no alcanza la edad de 15 años. Esta Disminución de la fertilidad genera el fenómeno del envejecimiento de la población.
En términos absolutos, se estima que la población se cuadruplicará entre 1950 y 2020. En mi 950 el 42% de la población de América Latina vivía en eres urbanas. En ese tiempo, el mundo sólo tenía ocho mega ciudades, de las cuales Buenos Aires era la única en América Latina. Para 1990, el número de ciudades con más de cinco millones de habitantes había aumentado a 35, incluyendo Buenos Aires, México, Sao Paulo, abrió de Janeiro y Lima.
Las áreas urbanas albergaban al 71% de la población de la región; y se estima que para el 2020, esta cifra hablar cansado el 81%. Éstas transformaciones demográficas han tenido un efecto considerable en las condiciones de salud de la población. Las enfermedades infecciosas comunes, la desnutrición y los problemas de salud reproductiva aún son causa de una importante proporción de muerte y enfermedad; éstas junto con las lesiones siguen representando un 30% de la mortalidad en general.
La persistencia de sus problemas, refleja una brecha entre lo que es potencialmente alcanzable con un desempeño óptimo y lo que realmente se logra con los sistemas de salud actuales. Un informe de 1996 del banco interamericano de desarrollo ofrece evidencia empírica respecto a las brechas diferentes áreas de la política social, incluyendo la salud. Los valores observados de cuatro indicadores en América Latina y el Caribe se comparan con los niveles que podrían esperarse en función del ingreso percápita en todo el mundo. La situación de salud observada en la región cae por debajo de las espectativas.
Los sistemas de salud tienen que enfrentar los retos de las nuevas infecciones, como son el VIH sida o las enfermedades ya controladas que vuelven a surgir, como la malaria, dengue, cólera y la tuberculosis.
Para complicar el cuadro todavía más, se recurre de manera creciente a los sistemas de salud para enfrentar las consecuencias de diversas formas de desintegración social, incluyendo las guerras, los desplazamientos de las poblaciones y el incremento del tráfico y consumo de drogas. América Latina está experimentando un rápido crecimiento de los transtornos neuropsiquiátricos, Los cuales han alcanzado una ocurrencia de 10.18 por 100000 personas, es decir un 56% por encima del promedio mundial de 6.53 por 100000.
El problema se acentúa debido al desproporcionado el número de víctimas de la violencia. América latina tiene la carga más elevada de homicidio del mundo. La tasa de 7.7 por 1000 personas es más del doble del promedio mundial de 3.5 por 1000 y corresponde a 7.1 AVISA perdidos por 1000 individuos, comparados con el promedio mundial de 3.3 AVISA perdidos por 1000. Las estimaciones recientes indican que América Latina tiene más de 100,000 homicidios por año, comparados con los 30,000 de todos los países industrializados en su conjunto.
Lo plausible es que en la próxima década la región será testigo de un incremento global en la demanda de servicios de salud, aunque este proceso se verá marcado por la profunda heterogeneidad existente entre y dentro de los países.
Es probable que esto conduzca crecientes presiones políticas en la exigencia de mejores servicios y más diversificados, debido a que las sociedades incluirán, también de manera creciente, la atención a la salud en sus derechos básicos como ciudadanos.
Retos institucionales.
La mayoría de los países de la región no han abordado totalmente los problemas característicos de los sistemas menos desarrollados, tales como la cobertura insuficiente, mala calidad técnica, asignación de eficiente de recursos, procesos inadecuados de transferencia de pacientes y una ineficaz administración de las organizaciones específicas.
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