MÙSCULOS DE LOS PARPADOS Y GLOBO OCULAR.

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OBLICUO DORSAL: Es el más largo y estrecho de los músculos bulbares. Se origina cerca del foramen etmoidal y pasa, rostralmente, medial al musculo recto medial. Bajo la raíz de la apófisis cigomática, se refleja casi en el ángulo recto alrededor de la tróclea, a la que se une en la parte medial rostral de la órbita. Entre la tróclea y el musculo se encuentra una bolsa adiposa. El musculo se dirige lateral y rostralmente para terminar en un tendón delgado, que pasa entre el recto dorsal y lateral, caudal al margen de la córnea. Su inervación es el nervio troclear.

OBLICUO VENTRAL: Es ancho y mucho más corto que los rectos, se origina en la pared medial de la órbita, es una fosa macular, caudal a la fosa lagrimal. Pasa ventral al recto ventral y se inserta en la esclerótica, cerca del borde ventral del recto lateral. Esta inervado por el nervio oculomotor.

La acción de los rectos dorsal y ventral es rotar el globo ocular alrededor del eje transverso y mover los vértices de las corneas en sentido dorsal y ventral. El movimiento está relacionado con el globo ocular. Similarmente los rectos laterales y mediales rotan el globo ocular en un eje vertical y hacen que los vértices de la córnea vayan en dirección medial y lateral.

Los músculos oblicuos rotan el globo ocular en un eje longitudinal; el oblicuo dorsal eleva e extremo lateral de la pupila, en tanto que el oblicuo ventral lo retrae. El musculo retractor lleva el globo ocular, caudalmente y puede reforzar a los rectos correspondientes. Los cuatro músculos rectos actúan juntos para retraer el globo ocular.

Los movimientos del globo ocular no son sencillos, son producidos por la acción coordinada de varios músculos.