Nuestra Historia, inicia en Madrid, en un tiempo cortesano y provinciano
Enviado por Albert • 10 de Octubre de 2018 • 1.807 Palabras (8 Páginas) • 362 Visitas
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Pero los acontecimientos se precipitan: el ambiente político amenaza cambios profundos y el marqués de los Alumbres le confía un sobre lacrado con documentos de suma importancia. "¿Por qué yo, Excelencia?", pregunta el maestro. "Por algo elemental, don Jaime. Es usted el único hombre honrado que conozco." Posteriormente, Luis de Ayala aparece asesinado de un certero tiro de florete en el cuello. La estocada precisa que el maestro reconoce y la desaparición de Adela le sumen en un mar de confusiones, y presiente lo peor.
La policía le hacia preguntas al maestro acerca de Luis de Ayala, pero él estaba pasmado con la escena: era evidente que a Ayala lo mataron con su estocada. Pensó en Adela, ella fue la ultima persona a quien enseño la estocada, le vino a la mente la escena de ella con el otro hombre. Pensó en que podrían inculparlo a él, y pensó también en los documentos que Ayala le había dado. No declaro nada y se fue a casa.
Para tratar de encontrar una explicación, decide abrir el sobre lacrado, que contiene cartas comprometedoras que hablan de traiciones y sobornos, pero cuya relación con lo ocurrido no logra desentrañar. Esto le obliga a ponerse en contacto con un tertuliano asiduo, liberal y revolucionario de salón, con cuya ayuda espera encontrar el sentido de toda aquella correspondencia y, por ende, la pista del asesino. Cárceles era un hombre que conocía bien del tema, y aunque no le era de absoluta confianza, era su único apoyo en ese momento, así que le pidió que leyera los documentos y le dijera de qué trataban. Esa noche, tocaron a la puerta de Astarloa, era la policía, quien solicitaba su presencia en la morgue. El maestro dejo a Cárceles esperando en su casa. En ese momento sus sospechas cambiaron y sus intenciones también. Otra vez no declaro y se propuso hacer justicia a la joven y a su amigo Ayala por su propia mano.
Por el descubrimiento en el río del cadáver de una mujer desfigurada que, según todos los indicios, puede ser Adela, cambia las cosas. Cárceles, el tertuliano, ha desaparecido y también los papeles. Más tarde encontrarán a Cárceles torturado y a punto de morir,En el lugar estaban los asesinos, quienes comenzaron a atacarlo. Eran dos, con quienes tuvo un enfrentamiento a obscuras, a pesar de su desventaja, hizo uso de sus habilidades como esgrimista, por lo que logro salvarse y herir a uno de ellos, pero no los pudo reconocer.Es en este punto cuando Astarloa cae en la cuenta de que él mismo, por oscuras razones, es el próximo objetivo.
El maestro se dio cuenta de que estaba metido en algo grave y de lo que no sabía nada, así que contó todo a la policía, no era seguro que Cárceles se salvara para decir quienes eran los asesinos, así que le recomendaron a Astarloa huir y cambiar de vida, lo cual era deshonroso y ridículo para él, ya que esa época de su vida ya había pasado y a su edad era lo peor que podía hacer así que decidió esperar a los asesinos en su casa.
Se dispone a pasar la noche en vela, armado y a la espera del asesino. Efectivamente, de madrugada entra en la casa un personaje conocido que explica todos los misterios que rodean el caso, porque a fin de cuentas ha ido, a pesar suyo, a matarlo, el misterioso personaje era nada menos queAdela de Otero, no estaba muerta, sino que mataron a su criada, ya que se parecía mucho a ella, para que la descartaran como sospechosa; le contó a Astarloatodo lo que estaba sucediendo: la joven estaba involucrada y admitió ser participe de los asesinatos como agradecimiento a un hombre a quien le debía todo lo que ella era hasta ese momento, pero no era eso por lo que estaba allí, sino porque el maestro aun tenía un documento que ella quería, y por el cual se había salido todo de control.
Desconcertado, el maestro dejo de ver a la joven con amor e indignado, se negó a entregarle el documento. Adela sabía que él la había amado y que aun en cierto modo la deseaba y lo intento persuadir. Don Jaime pierde toda la ventaja que había preparado y se ve obligado a batirse en condiciones desfavorables con un florete de salón, con botón en la punta, pues se había dado cuenta de que era una trampa y comenzó un duelo entre Adela y él.
A punto de perecer en el lance, su intuición y experiencia le hacen vislumbrar una debilidad del adversario y una posibilidad de dar un tiro mortal, a pesar de todo. Por fin había descubierto su más preciado sueño, la más perfecta estocada surgida de la mente humana. Al alba, mientras un clamor de voces ilusionadas anunciaba la marcha al exilio de la reina y la llegada de nuevos hombres y nuevas esperanzas, en la alfombra de la galería de esgrima yacía tendido un cuerpo hermoso, en un charco de sangre.
Al amanecer, Astarloa practicaba una y otra vez la estocada junto al cuerpo inerte de la joven. Había descubierto por fin la estocada perfecta, había logrado su sueño de vida, el Grial estaba consigo.
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