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PIA DE LITERATURA ETAPA 2 CUENTO POLICIACO

Enviado por   •  26 de Diciembre de 2018  •  4.632 Palabras (19 Páginas)  •  628 Visitas

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—Y todo esto indica que la persona que cometió el asesinato, tenía experiencia usando armas de fuego. Un francotirador. —María se quedó pensativa. Previamente había comprado su vuelo de regreso a Monterrey para ese mismo fin de semana, pero esta sin duda era una investigación que requería de toda su atención para poder resolverse. Una muerte que sí pudo haberse evitado. Ahora, se plantearía la meta de descubrir quién fue el autor de tal atrocidad, y recibiría su merecido castigo.

—Javier. Necesito que continúes buscando pruebas de traumas que hayan sucedido antes de la muerte, estas podrían darme pistas de quien fue el asesino.

Javier asintió y comenzó de inmediato su trabajo. Esa misma tarde, ella se dirigió rumbo a la oficina provisional, y realizó un esquema enorme en un pizarrón blanco, donde ordenaba cuales eran las evidencias y posteriormente, los posibles sospechosos del asesinato. Primeramente interrogaría a los familiares y vecinos de la víctima, comenzando por el más cercano a ella antes de su muerte: su hijo Luis Jiménez.

No pasó mucho tiempo antes de que aprobaran su solicitud para la investigación del caso, por lo tanto se movió más rápidamente. Al cabo de 2 días pudo solicitarse la presencia de Luis a declarar. En la estación de policía principal, se encontraba un área designada específicamente para interrogatorios, la cual había estado en desuso debido a la mala administración de los casos criminales ocurridos. Al llegar ahí, María cambió drásticamente su apariencia, desde el peinado que llevaba hasta los zapatos que usaba, enfatizando un distintivo y elegante color negro, el cual cumplía una doble función: verse formal y guardar cierto respeto y luto por la víctima. > pensó. Al cabo de unos cuantos minutos, se adentró en el cuarto donde le esperaba Luis Jiménez sentado en una silla. Procuró dejar todo documento que no fuera de vital importancia en el cuarto de al lado antes de llegar, y procedió a sentarse, no sin antes hacerle una seña al encargado de audio tras el cristal polarizado. Se tomó un par de segundos para ordenar sus cosas, y comenzó a hablar.

—Ok, señor Luis Jiménez Guzmán. Le he citado aquí debido a la muerte de su madre. En la autopsia se reveló que la causa de su muerte no eran los traumas causados por el derrumbe, sino una herida de bala a la altura de la cabeza— Carraspeó un poco, intentando aclarar su garganta— ¿Tiene idea de quién pudo haberle causado daño? ¿Alguien con quien no se llevaba bien? —

Luis parecía algo incómodo en esa pequeña sala de interrogatorios, sin embargo al ver que sería esa muchacha quien lo interrogaría lo calmo un poco. — ¿Q-Qué? —Tartamudeó, su vista se paseaba por la habitación, como si le fuese complicado comprender las palabras de ella y como si la información fuese procesada en su cabeza con lentitud. — Eso…No, jamás. —Titubeó— ¡Nadie podría hacerle eso a mi madre! Ella nunca se metió con nadie, todos la respetaban. —Reclamó enseguida.

La noticia abrumó aún más al joven, sin embargo, debía reunir toda la información posible. Estaba claro que la señora tenía una vida y proceder humilde, sin embargo, eso no es impedimento para ciertas personas. Y por su honor, era necesario hacerle justicia. Se demoró un poco en formular una nueva pregunta, pues debía ser lo suficientemente clara y no tan contundente para él. Una vez lista, habló nuevamente.

—Quizá nunca se metió con nadie, pero es muy común que surjan las envidias entre la gente—Se estaba saliendo del tema, reformuló otra vez — ¿Has visto a alguien reclamándole algo a tu madre? Puede ser un vecino molesto por algún evento, un familiar…tu padre…—

La indecisión cruzo por su rostro sin saber que contestar a ello, su expresión cambió a una llena de seriedad.— Mi padre…si, hace dos meses estaban…discutiendo, sobre los papeles de nuestra casa, están a nombre de él, pero… —Torció los labios, no estaba preparado para abordar ese tema.

Tan pronto como el joven mencionó asuntos de propiedad se percató de que estaban atravesando un divorcio. Y la muerte de la señora daría fin a aquella división de bienes entre ellos. Pero no se debía adelantar. Debía salir de los labios de Luis. Su siguiente interrogatorio sería sin duda el de su padre.

— ¿Por qué estaban discutiendo acerca de la casa? ¿Ha pasado algo relevante entre ellos 2? —Temía que al ser demasiado directa él se sintiese presionado.

Una gota de sudor resbaló por la frente de Luis, movía sus dedos ansiosamente golpeteando la mesa con las uñas. — Mi madre no quería que yo me metiese en los problemas de ellos, no sé nada más. —Dijo, viendo hacia la puerta dando a entender que era todo lo que diría.

Era más que evidente que mentía. Sabía exactamente lo que estaba pasando, pero se negaba a decirlo. Entendió entonces que le había presionado demasiado en tan poco tiempo, así que decidió darle fin al interrogatorio, por ahora. Se disculpó, por si había llegado a ofenderlo de alguna manera, y le dio indicaciones para después. Seguirían en contacto hasta que el caso se resolviera.

Al retirarse el muchacho de la sala, María salió a la par rumbo al departamento forense. Durante el interrogatorio le habían llegado más mensajes de Javier en torno al caso, lo cual sería mucho más fiable que cualquier información que le pudieran proporcionar.

Entró, siguió las respectivas normas de higiene a pesar de la luz verde y se dirigió directamente con el médico forense.

— ¿Qué tienes de nuevo para mi Javier? —Preguntó sorprendiéndole por detrás con un pequeño abrazo, gesto de cariño que no había dado debido a los asuntos que habían atendido recientemente.

Él pareció no prestarle atención al gesto de ella, estaba demasiado ocupado en su trabajo y ese no era momento ni lugar para distraerse. — Es extraño...— Murmuró Javier, él suspiro, apretándose el puente de la nariz. — En el legajo están todos los sospechosos, sus vecinos y su hijo. Pero no pude encontrar información de su esposo.

Tal aclaración la alarmó. Durante la recolección de información, no pudo obtener más que el nombre del esposo. Existe la posibilidad, de que la víctima y él ni si quiera hayan estado casados legalmente.

—Horacio Jiménez se llama. Y según lo recopilado en el interrogatorio, parece que se estaba divorciando de la señora Teresa. — Para un divorcio debe existir mínimamente una razón, la cual se empeñaría por descubrir tan pronto se encuentre a solas con él.

— ¿No has

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