Papel de los Partidos Políticos en el Ecuador

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El proceso ecuatoriano ha contado con varias reformas en materia económica que si bien han pretendido tener tintes de izquierda, la realidad es que se sigue dependiendo del petróleo y de la recaudación de impuestos para financiar los grandes proyectos nacionales. Es así, que si bien se ha tratado de paliar la pobreza y generar diversas fuentes de riqueza, la economía ecuatoriana continua estancada y endeudada, por lo que surge la necesidad de preguntarse si el exceso de medidas económicas que favorezcan a las clases populares, generan un retraso y una paralización de los sectores más productivos y participativos, como la inversión extrajera y la iniciativa privada.

Por otro lado, el comercio exterior en el Ecuador presenta varios retos que actualmente están siendo abordados con políticas estatales orientadas a mejorar la situación del país en materia de comercializaciones internacionales. A pesar de que el actual Gobierno ha expresado enfáticamente no querer tratados de libre comercio como el de Estados Unidos no se descarta la opción de realizar otro tipo de acuerdos comerciales como los que se pretende realizar con la unión europea, que si bien es calificado por algunos recalcitrantes opositores como un tratado de libre comercio tras bastidores, resulta que al menos en la teoría presenta variables interesantes.

Las prioridades de la cooperación UE-Ecuador difiere de los TLC en la medida en que apunta también a metas sociales, constatando así con un modelo de libre comercio donde solo se persigue el crecimiento económico y el intercambio comercial. Algunas de estas metas sobre las que se fundamenta el acuerdo con la Unión Europea incluye:

- Fomentar un mayor gasto social de calidad por parte del Gobierno ecuatoriano (con especial hincapié en el sector educativo)

- Reforzar la competitividad y el acceso al mercado de las pequeñas y medianas empresas ecuatorianas.

Las exportaciones del Ecuador dependen en gran porcentaje del sector petrolero, el cual alcanza un 60 % del total; de esta manera Estados Unidos se constituye en el principal socio comercial del país; paralelamente la Unión Europea capta el 30% de las exportaciones no petroleras del Ecuador constituyéndose así en un sector bastante vulnerable del espectro empresarial del país, por lo que en cierta medida la política económica ha pretendido potenciar el crecimiento de este grupo, es así que 1500 empresas ecuatorianas exportan de forma directa al mercado europeo, de estas el 60% son mi pymes (micro, pequeñas y medianas empresas). 56% de esas exportaciones gozan de aranceles reducidos o nulos, gracias al sistema de preferencias SGP Plus que otorga unilateralmente la UE (el porcentaje aumenta a 85% si se excluye el banano), estos datos vislumbraban un horizonte promisorio para el futuro del sector exportador del país.

Sin embargo, los beneficios del sistema SGP Plus no fueron permanentes. Ecuador fue considerado por el Banco Mundial país de renta media-alta desde 2011, lo cual lo excluiría de los favorecidos del sistema SGP Plus a partir del 1 de enero de 2015. Sin esas preferencias, se estima que se perderá USD465 millones anuales en ventas desviadas a países competidores.

Tomando en cuenta estos antecedentes, era imperativo para Ecuador firmar un acuerdo comercial con la Unión Europea. No obstante, en el año 2009 Ecuador abandonó la mesa de negociaciones de la que también formaban parte sus vecinos andinos Colombia y Perú, quienes culminaron el proceso de negociones y ya tienen en vigor un tratado de libre comercio con la Unión Europea. En ese entonces se consideró que las cláusulas del acuerdo no estaban en armonía con las políticas e ideales de desarrollo que perseguía el país.

No fue sino recién en marzo de 2014, a nueve meses de perder el acceso al SGP Plus, que el Gobierno mostró su preocupación.

Para julio del mismo año concluyeron las negociaciones, y en diciembre se firmó el Protocolo de Adhesión, mecanismo por el cual Ecuador se sumaría al Tratado de Libre Comercio Multipartes que mantienen Colombia y Perú con la Unión Europea. Luego de un proceso de ratificación interno de ambas partes, el tratado entraría en vigor en 2016, con lo cual Ecuador espera aumentar sus ventas en USD500 millones anuales.

El 26 de noviembre de 2015, el Parlamento Europeo apoyó la adhesión de Ecuador al acuerdo de comercio entre la Unión Europea y Colombia y Perú, aunque remarcó que las importaciones de banano no deben perjudicar a los productores europeos y pidió una protección específica para el sector.

También instan a la Comisión Europea a aplicar las cláusulas de salvaguardia que prevén la reintroducción de aranceles en caso de un aumento desproporcionado de las importaciones de banano, que temen que pueda perjudicar a los productores europeos, tanto en términos económicos como de empleo.

Entre los incentivos que impulsaron al país a cerrar este acuerdo comercial está el pacto realizado en Ginebra en 2009 cuyo propósito fue reducir los aranceles europeos a la importación de banano, un producto primordial en la balanza de exportaciones del Ecuador, por otro lado, baluarte indispensable para la consecución de las negociaciones fue la predisposición de los litigante a minimizar diferencias en algunos aspectos conflictivos como la propiedad intelectual, las compras públicas y de servicios, etc., que eran de particular preocupación para nuestro país y que en busca de acuerdos han tenido que sufrir concesiones importantes.

Sin embargo lo que predominó decisivamente para cerrar el acuerdo con la Unión Europea fue la dependencia brutal que el país tiene de las exportaciones petroleras, lo que ha generado una situación de vulnerabilidad respecto del sector no petrolero y ha causado una preocupación justificada por la debilidad de este grupo en constante retraso y olvido.

Como ya se dijo anteriormente el SGP plus fue parte fundamental para retomar negociaciones con la unión europea ya que si el Ecuador perdía este acceso preferencial las exportaciones tradicionales hubiesen caído a causa de aranceles muy altos. Sin embargo, en vista del acuerdo alcanzado, el 85% de las exportaciones del Ecuador con excepción del banano se seguirán beneficiando del dicho convenio al momento de entrar a Europa lo que generará una reactivación del sector exportador no petrolero y reducirá la vulnerabilidad del país apuntando al cambio de matriz productiva que tanto ha pregonado este gobierno.

Como dato conclusivo, vale mencionar la reprochable actitud en demorar tanto un convenio que finalmente se terminaría