PAPEL DE MEDIACION DE LA OEA EN CONFLICO COLOMBIA-ECUADOR POR VIOLACION TERRITORIO
Enviado por Albert • 23 de Marzo de 2018 • 2.848 Palabras (12 Páginas) • 422 Visitas
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En la OEA la mayoría de los países condenaron la incursión militar de Colombia en Ecuador; pero a la vez rechazaron el terrorismo. Ecuador pidió que se condenara la violación a su territorio, que se designara una comisión de investigación y verificación y que se convocara a una reunión de consulta entre los Cancilleres de ambos países.
Además, la XX Cumbre del Grupo de Río se pronunció de la siguiente manera: “rechazamos la violación a la integridad territorial de Ecuador, y por consiguiente reafirmamos el principio de que el territorio de un Estado es inviolable y no puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado, directa o indirectamente, cualquiera que fuera el motivo”[3]
El Consejo Permanente de la OEA el 05 de marzo aprobó una Resolución (Anexo Único), que dejó de lado la condena a la agresión perpetrada por las Fuerzas Militares y la Policía de Colombia en territorio Ecuatoriano; se limitó a rechazar la incursión efectuada sin el consentimiento del gobierno ecuatoriano y reconoció que Colombia violó la soberanía ecuatoriana al atacar un campamento de las FARC. Esta Resolución le permitió a la OEA mediar en la crisis diplomática desatada entre ambos países. Finalmente esta Resolución contiene los tres puntos que Ecuador buscó desde el principio.
La OEA a través de este suceso ha ratificado su responsabilidad con la seguridad hemisférica y ha demostrado el valor de sus mecanismos para la solución pacífica de controversias; de la misma manera este organismo supera una prueba histórica confirmando con esto la esencia o razón de ser de este Organismo: “velar por el mantenimiento de la paz y la seguridad hemisférica” al igual que permitió corroborar su fiel compromiso de cooperación internacional. La OEA en este caso efectúa un papel de mediador.
A propósito de este tema no en vano en la Sexta Sesión Ordinaria del CICTE [4] (marzo 2006) los países miembros de la OEA afirmaron su compromiso para fortalecer los mecanismos de cooperación internacional, el intercambio de información y medidas legislativas para prevenir y combatir los delitos vinculados con el terrorismo.
De todos modos este suceso nos ha servido para reconocer que la OEA no es un tribunal sino un foro para resolver problemas de sus miembros. De igual manera se nota claramente que necesitamos ser conscientes de la enorme complejidad que requieren las soluciones, máxime cuando lo que está en juego es la paz y estabilidad de una región.
A Colombia le queda la lección de que es necesario realizar actividades que coadyuven en el mejoramiento de las relaciones con sus vecinos y que es muy conveniente iniciar un acercamiento con ellos para explicarles y darles a conocer la situación interna de nuestro país con el fin de comprometerlos para que nos ayuden a buscar soluciones a este conflicto que se nos internacionalizó.
En toda esta crisis Colombia ha denunciado la complacencia por parte de Ecuador y Venezuela para aceptar en su territorio a los narcoterroristas de las FARC sin que los gobiernos vecinos hagan nada. Ellos en múltiples ocasiones han desmentido las aseveraciones hechas por el mandatario colombiano. Declaraciones van, declaraciones vienen, solo espero que este caso no se convierta en otro más y que por ahora tengamos que conformarnos con la espera para que la historia nos condene o por el contrario nos de la razón.
Aunque pensándolo bien y tomando como fundamento los últimos acontecimientos vale la pena no dejar pasar por desapercibidas las declaraciones del exfuncionarios ecuatoriano José Ignacio Chauvín, relacionadas con el reconocimiento público que hizo de la amistad que sostuvo con Raúl Reyes, asimismo declarar que se había reunido siete veces con Raúl R. a sabiendas del gobierno ecuatoriano. Estos sucesos aunque vuelven a calentar el tema, igualmente permiten reconocer que Uribe tenía la razón cuando afirmaba que Correa sabía de la presencia guerrillera en Ecuador.
Estas revelaciones siembran la duda nuevamente y quizás el gobierno colombiano quiera hacerlas válidas como prueba de los argumentos expuestos con anterioridad. De hecho esta historia continuará su curso pero por ahora lo que hay que reconocer es que a pesar de que este conflicto no haya terminado, la oportuna mediación de la OEA ha permitido bajar la tensión que se vivió hace unos meses en la región.
De otra parte una cosa es cierta, y es que el problema de fondo es la existencia de un conflicto; el colombiano, que está impactando en la región y causando mucho daño luego es necesario que no solo Colombia y sus vecinos aporten en la solución, sino que se requiere de los buenos oficios y concurso de todos los Estados Americanos para que se tome conciencia de la situación y se contribuya en la resolución de este inminente peligro. Esto por el bienestar de todos.
CONCLUSION
"La paz es un valor y un principio en sí mismo y se basa en la democracia, la justicia, el respeto a los derechos humanos, la solidaridad, la seguridad y el respeto al derecho internacional”[5].
Según el balance positivo de José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, la Organización en este caso queda bien porque aplicó el Derecho Interamericano; si no hubiera aplicado la Carta rectora (Carta Democrática Interamericana) la organización hubiera perdido vigencia.
Po esto es oportuno afirmar que fue conveniente para la armonía internacional la Resolución del Consejo Permanente de la OEA en el sentido de no condenar la agresión por parte de tropas militares colombianas en territorio ecuatoriano el primero de marzo; y sí rechazar la incursión efectuada sin el consentimiento del gobierno ecuatoriano. Asimismo fue acertado el interés incondicional de la OEA por promover una pronta solución pacífica.
Sin embargo, este incidente ha permitido de una u otra forma reflexionar acerca de la importancia de mantener buenas relaciones entre Estados y conocer de mano directa la responsabilidad e importancia imperativa que tiene un Embajador de una Nación en una Organización de esta naturaleza. Obviamente el desempeño que tuvo nuestro embajador ante la OEA, Dr. Camilo Ospina, fue trascendental y decisivo para la decisión que se tomó finalmente en la Resolución. El Dr. Ospina quien combatió por sí solo el duelo verbal desde varios frentes opositores siempre estuvo convencido de lo que hacía y siempre defendió su posición de “No hay condena de ningún tipo”.
De otra parte, también vale la pena tener en cuenta que la OEA en los últimos años ha sido cuestionada reiteradamente y hasta se ha llegado a afirmar que
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