¿La débil presencia estatal en los territorios como un factor determinante en el desarrollo de la violencia en Colombia?

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Como segunda gran consecuencia del surgimiento de las guerrillas está el establecimiento de los llamados 'protoestados' en lo que Uribe denomina 'estados de guerra'. Según describe Uribe, estos 'estados de guerra' son descritos como porciones del territorio donde el poder estatal no es soberano. Estos se caracterizan por el 'animus belli', es decir, "el mantenimiento de la hostilidad como horizonte abierto para dirimir las tensiones y los conflictos del mundo social y la violencia como estrategia para la solución de la vida en común"(Uribe, 2001, p.252). Como documentan Bolívar, González y Vázquez (2002) en estas zonas los grupos guerrilleros ofrecen protección, se cobran impuestos forzosos, controlan excedentes económicos, controlan tensiones domésticas, organizan la población en el territorio, explotan los recursos, etc. En otras palabras, la justicia administrada por los grupos guerrilleros "intenta construir, por lo menos parcialmente órdenes o poderes políticos locales mediante el uso de un rigorismo penal desproporcionado en relación con los 'delitos' o problemas que pretenden resolver. " (Aguilera, 2001, p. 393). De acuerdo a datos proporcionados por Bolívar, González y Vázquez entre el año 1990 y 2000 los actores armados ilegales en su conjunto proporcionaban el 62% de las acciones bélicas dentro del conflicto armado, y la fuerza pública apenas el 38%, demostrando así por medio de datos factuales su débil poder coercitivo.

En conclusión, el presente texto plantea que la débil presencia estatal sí es un factor determinante en el desarrollo de la violencia. Ante todo porque cuando surgieron los grupos guerrilleros, ni siquiera aún se había creado un Estado descentralizado administrativamente, lo cual les dio cierta ventaja. Los ciudadanos viendo que no contaban con viendo que no contaban con la garantía de seguridad que debía brindar el Estado, recurrieron a grupos armados ilegales financiados: los paramilitares. Esto terminó reforzando la violencia. Además de esto, a medida que los grupos armados fueron estableciéndose, fueron creando 'protoestados', estableciendo un orden propio y restándole poder al Estado, y por ende, debilitando el Estado aún más.

Bibliografía

Aguilera, M. (2001). Justicia guerrillera y población civil, 1964-1999. Bogotá: Siglo del Hombre editores.

Bolívar, I., González, F., Vázquez, T. (2002). Violencia política en Colombia. Bogotá: CINEP.

Hall, J., G, Ikenberry. (1993). El Estado. Madrid: Alianza Editorial.

Uribe, M. (2001). Nación, ciudadano y soberano. Medellín: Corporación Región.