¿Qué desafíos presenta la implementación de la evaluación para el aprendizaje en los establecimientos educacionales del país?
Enviado por Stella • 1 de Septiembre de 2018 • 2.656 Palabras (11 Páginas) • 314 Visitas
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Por otro lado, otro desafío que se enfrenta el EPA, es la valoración que se le da al conocimiento académico, tanto en la sociedad como profesionales de la educación. Cabe señalar, que este desafío se abordará desde la perspectiva del profesional de la educación. Dicho lo anterior, los docentes tienen una responsabilidad mayor en este ámbito, ya que, son las personas capacitadas y garantes de guiar los aprendizajes de los estudiantes. En consecuencia, debieran ser entes motivadores que den sentido y significación a los aprendizajes de los estudiantes para que pesé más en él, el valor de uso por el de cambio (Guerra, 2009). Es lo mismo que nos propone el EPA, que los aprendizajes y conocimientos académicos que logren interiorizar los estudiantes, sean significativos y valoren como algo útil. Para conseguir motivar a los estudiantes, el profesor juega una rol muy importante, ya que desde sus prácticas, qué hacer y cómo hacer, recaen el hacer sentir motivado y disponer al alumno de una manera positiva frente a la evaluación, donde el niño/a la consideré como algo que es parte del proceso, dinámico y dialógico entre profesor y alumno. No obstante, estamos bajo un sistema educativo que clasifica, selecciona y jerarquiza (Santo Guerra, Dime cómo evalúas y te diré que tipo de profesional y de persona eres, 2003)) en función a una calificación, que por lo general solo mide cierta parte del proceso, por ende, terminamos desmotivando y predisponer negativamente a los educandos. Y esto no es justo para los estudiantes, puesto que lógico sería poder ir evaluando en diferentes momentos del proceso y luego calificar. Para que los estudiantes comprendan y signifiquen a las evaluaciones, como una herramienta que nos permite avanzar hacia lo que se espera de ellos. Muchas veces se comete el error de evaluar solo al final de las unidades, pero que pasa con el proceso completo, es injusto para el estudiante calificar solo un momento de todo el proceso. Por lo tanto, si queremos implementar este enfoque, debemos hacer que las evaluaciones tomen un sentido más valórico que de cambio (Santo Guerra, Dime cómo evalúas y te diré que tipo de profesional y de persona eres, 2003). Un ejemplo, es la situación que están viviendo los octavos años donde los estudiantes para poder postular a alguna institución de secundaria con excelencia académica se les pide cierto promedio de notas que solo la minoría cumple. Pero qué ocurre, con el proceso de todos los años anteriores, ya que, para postular solo se necesitan las notas del año que están cursando.
En cuarto lugar, otro desafió que enfrenta la implementación el EPA, es el propósito o sentido que le damos a la evaluación. Ya que, como lo menciona, P. Perreaund ( 2008, pág. 12-13) existen dos propósitos antagónicos que se le dan a la evaluación, una que está al servicio de la selección y otra al servicio de los aprendizajes. Cómo lograr que prime la segunda. Si queremos avanzar bajo la perspectiva de este enfoque debemos concebir a la evaluación como parte del proceso, que propicia, el actuar eficaz del docente. No podemos desconocer, la utilidad que tiene la evaluación como instrumento que mejora las prácticas pedagógicas. Por lo tanto, docentes y equipos de gestión, tienen que ser capaces de concebir a la evaluación como un objeto que se pone al servicio de la calidad de la educación. Para que esto se pueda llevar acabo todos los entes involucrados en los diferentes contextos escolares tienen que estar en una misma sintonía con respecto al propósito de la evaluación. Una que esté al servicio de los aprendizajes. En consecuencia, hay que tener una mirada más amplia de los que se conoce por evaluación, ya que, si la comprendemos como un producto. A está no se le dará la valoración, la importancia y trascendencia e impacto que tiene en la calidad de los aprendizajes. Además de concebir a la evaluación como parte del proceso de enseñanza y aprendizaje, los docentes y equipos de gestión tienen que tener claro la finalidad que está va a tener en sus proyectos educativos. (Elola, N. y Toranzos L, 2010, pág. 20 y 21). Estás pueden tener diferentes propósitos o finalidades, como por ejemplo: simbólica, política, de conocimiento, de mejoramiento, contractual, de desarrollo de capacidades. Sin embargo, esto depende de cada cultura escolar. Para poder implementar el EPA de manera efectiva, debiesen tener una finalidad o finalidades claras con respeto a las evaluaciones. Por lo tanto, la comunidad escolar tiene un gran desafío en el cambio de paradigma de los instrumentos de evaluación. Hay que definir y establecer propósitos que propicien en el estudiante, el sentido, significado y transcendencia que la evaluación tiene en el proceso de aprendizaje.
Por último, otro desafío que enfrenta la implementación de modelo es la calidad de los instrumentos de evaluación en el aula, y que desde la perspectiva del EPA, estos tienen que ser de primera línea con propósitos preestablecidos para que sirvan como instrumentos de análisis y reflexión, que guíen el qué y cómo hacer del docente. En consecuencia, la evaluación en el aula se transforma instrumento que guía la práctica pedagógica, que tiene en la calidad de la enseñanza y aprendizaje. A la hora de crear los instrumentos de evaluación, tiene que estar presentes dos conceptos a hora de crear instrumentos de evaluación, la validez y confiabilidad. (Elola, Zanelli, Oliva, Toranzos, 2010) La primera se refiere al grado de precisión con que se mide lo que se desea medir. Y la otra se refiere al grado de exactitud con que se mide un determinado propósito. Estos dos conceptos muchas veces no se ven aplicados en las instituciones escolares por parte de los docentes y gestores, los primeros porque las ejecutan y los segundos porque no retroalimentan. Por ende, al no estar implicados estos conceptos en los instrumentos de evaluación poco se puede avanzar hacia una mejora en la calidad de los aprendizajes. Ya que, la evaluación desde la perspectiva de la EPA, tiene una doble funcionalidad, una que se refiere a la función de monitorear del proceso de aprendizaje de los estudiantes y la otra que se refiere a la evidencia que permite mejorar las prácticas a los docentes.
En conclusión, el EPA enfrenta grandes desafíos, desde políticas públicas que mejoren las condiciones laborales, además avanzar hacia una carrera docente donde se brinde al docente la experticia y el sustento teórico que le permitan actuar con total autonomía crítica. Siempre sustentado en un ejercicio reflexivo continúo de sus prácticas. En este ensayo se identificaron cinco grandes retos. El primero que tiene que ver con la concepción y trato que se le da al profesional de la educación. Aún existen instituciones escolares que tienen la visión racionalidad técnica,
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