RELACIONES SEXUALES Y PACIENTE Atención Amigos y Familiares
Enviado por John0099 • 16 de Octubre de 2018 • 1.542 Palabras (7 Páginas) • 423 Visitas
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IMPORTANCIA
- Considerar que frente a la enfermedad, el paciente experimentará siempre, de acuerdo con sus creencias previas y sus expectativas, un sufrimiento relacionado con la enfermedad crónica o más aún, con la pérdida de su salud.
- Facilitar las visitas y el acceso de los niños y miembros de la familia, sirviendo de intermediario para despedirse de los suyos, en el caso de un paciente con enfermedad terminal.
- Orientar a la familia sobre los servicios que ofrece el establecimiento de salud.
- El apoyo familiar será clave en el control favorable para reducir el estrés y mejorar el cumplimiento del tratamiento.
- Por tanto, saber que las personas que lo rodean lo quieren y así lo demuestran interesándose por lo que le sucede, si una persona se siente amada, se reconocerá como valiosa al ser merecedora de cariño y experimentará una alta motivación para cuidar de sí misma.
- Ante la llegada de la enfermedad, las familias necesitan ayuda para adaptarse ante la nueva situación que implica una serie de cambios en su vida.
- La familia, solo con su presencia, ya está cuidando al paciente:
- Enseñarle qué actitud deben adoptar.
- Como deben acompañarle.
- Implicación de la familia en la toma de decisiones:
- Método compartido de toma de decisiones.
- Los profesionales debemos dar información sobre el entorno.
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TIPOS DE FAMILIAS, A TRATAR:
- FAMILIAS COLABORADORAS:
Aquellas que ocupan un lugar muy importante en el programa de asistencia; son capaces de aceptar la separación y la pérdida como un suceso “normal” del ciclo de la vida, viviendo en un ambiente afectivo, de calor humano, capaz de expresar optimismo. En esta etapa renuevan sus lazos de cariño con el enfermo y ambos encuentran la paz y el calor familiar. El paciente recibe la compañía y ayuda que necesita en los últimos momentos y les devuelve con afecto y gratitud por sus cuidados.
- LAS FAMILIAS DIFÍCILES:
Se pueden clasificar en:
- Familias hostiles, exigentes, descontentas: cuando se analiza, en la mayoría de los casos se trata de una válvula de escape a la no aceptación de la situación.
- Familias demasiado complacientes: agobian al paciente con sus atenciones, obstaculizando y bloqueando en ocasiones el tratamiento que se le está ofreciendo basadas en querer mantener la ilusión y esperanza en su recuperación.
- Familias ausentes: mantienen una relación mínima y un contacto esporádico. El paciente sufre esta ausencia y repercute en su estado de ánimo. Con frecuencia estos enfermos viven muy desvinculados de su familia desde edades muy tempranas, por lo que su apoyo está casi ausente en esta etapa de la vida.
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RECOMENDACIONES A LA FAMILIA
- Tener siempre presente, lo que más necesita un enfermo es su presencia y compañía. No basta con ofrecérsela, él tiene que sentir que es real y concreta, sin que tengamos que decírselo o preguntárselo.
- Darle tiempo y oportunidad para momentos íntimos y para contactos físicos y emocionales con los demás.
- No intente reprimir las emociones que auténticamente expresa el paciente o sus familiares, controlar sólo si son dañinas para los demás, o para él mismo.
- Fomentar siempre que se pueda algún tipo de esperanza, concreta y factible de alcanzar, con relación a cualquier detalle que, incluso, pueda parecer trivial, sin importancia. Esta esperanza no tiene que ser necesariamente de curación. Los cuidados se enfocan siempre de forma en tratar de alcanzar pequeñas metas realistas.
- Es necesario tener paciencia, su familiar o amigo sufre tanto o más que el mismo cuidador o los familiares.
- Nunca hay que dar explicaciones catastróficas ni proporcionar engaños que no convencen al paciente.
- No se debe distanciar del enfermo; si el cuidador cree que no puede seguir desempeñando la tarea, es necesario buscar a otra persona que lleva a cabo dichos cuidados.
- Hay que ponerse en el lugar del enfermo, ser empático.
- No hay que interrumpirle cuando hable. Es importante escucharle activamente.
- No se debe juzgar ni imponer. Procurar ser tolerantes y comprensivos, hay que respetar sus creencias.
- Recordará mirarle siempre a los ojos, la comunicación no sólo es verbal.
- No debe generar ni remordimientos ni sentimientos de culpa. Son inútiles y dañinos.
- Mientras más humilde y sencillo sea en su trato con el enfermo, éste nos lo agradecerá y lo valorará en la misma medida.
- Mantenga la vida privada, aunque se vea reducida por los cuidados. Descargue su tensión con un amigo o con su pareja, pero evite comentar con todos y de forma continua las vicisitudes o problemas de su paciente o sus propias penas.
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