RETOS Y OPORTUNIDADES DEL MERCADO DEL CAFÉ COLOMBIANO FRENTE AL DEL RESTO DEL MUNDO
Enviado por Kate • 11 de Junio de 2018 • 3.524 Palabras (15 Páginas) • 532 Visitas
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Uno de los efectos más importantes de los precios internacionales del café sobre la economía colombiana, se ha dado a través de los términos de intercambio, que han aumentado de manera notable en la última década, y tienen la posibilidad de conservar su alto nivel en los próximos años. En el caso de los términos de intercambio del café, el ascenso ha sido más pronunciado que para el promedio del comercio exterior, lo cual no siempre ha sido así, porque en el siglo pasado, salvo contados períodos de máxima volatilidad, los precios relativos de las exportaciones de café tendieron a caer. Pero tal vez la mejor muestra de la importancia que sigue teniendo la industria cafetera en la economía colombiana, reside en el hecho de que esta actividad genera hoy uno de cada tres empleos rurales, ocupa 560 mil familias, y permite que dos millones de personas vivan directamente de la producción de café. Con 631 mil empleos generados en el año, supera en 3,7 veces el total aportado por las flores, el banano, el azúcar y la palma juntos. Sin embargo, buena parte de estos suelen ser de índole estacional, de tiempo parcial y de carácter informal.
Pero aún así, un ejercicio estándar de matriz insumo-producto, con información de las cuentas nacionales del año 2008 del DANE10, revela que un incremento de 10.0% en el ingreso de la mano de obra contratada por las fincas cafeteras, generaría un incremento del PIB equivalente a 43 puntos básicos. Lo sorprendente del ejercicio es que un cambio idéntico en el PIB se obtendría si el salario del resto de trabajadores agrícolas subiera el mismo 10%. Si el ajuste se aplicara al ingreso de los trabajadores petroleros, el producto nacional tan solo aumentaría 4 puntos básicos. Queda claro, entonces, que no hay cultivo que jalone el producto, a través de la mano de obra, como lo hace el café. De ahí la importancia de esta actividad como motor potencial para reducir la pobreza y distribuir el ingreso en la población rural.
La agricultura tropical, a la que pertenecen el café y los demás productos colombianos, es la más vulnerable, ya que sus precios presentan ciclos más amplios y, durante el siglo pasado, experimentaron el mayor y más pronunciado descenso. Una de las formas de medir la fortaleza de una economía es a través de su capacidad para atenuar o neutralizar el efecto de los ciclos a los que se ve sometida. Por eso resulta necesario, en el caso de la caficultura colombiana, examinar su capacidad para enfrentar los ciclos de precios y, en concreto, aprovechar sus altos niveles actuales, neutralizar los choques propios de una futura fase descendente y, de esa manera, proteger el ingreso cafetero y atenuar su impacto sobre el resto de la economía.
La caficultura colombiana no tiene flexibilidad necesaria ya que es la federación nacional de cafeteros la que tiene el monopolio. De acuerdo con el arreglo institucional vigente, la Federación Nacional de Cafeteros, ente privado de naturaleza gremial, regula, por encargo del Estado, la producción y comercialización del grano. La Federación controla la calidad del café que se exporta: ‟excelso‟, tipo federación, cosechado y seleccionado a mano, con requisitos mínimos de calidad. Quedan excluidas otras calidades de café, y variedades como la robusta, a pesar de que tienen un futuro promisorio en la zona oriental colombiana y mercado en países compradores. Con amplia discrecionalidad la Federación determina quién, cuánto y cuándo se puede exportar café, con lo cual se aleja progresivamente de las actuales corrientes del mercado mundial del café y de las normas suscritas por Colombia con la Organización Mundial del Comercio. Dependiendo de un solo tipo de café y restringidos en los canales de comercialización, los actores del negocio pierden margen de maniobra, posibilidades de acción y fuentes de compensación, para hacer frente a la volatilidad propia de los precios externos e internos (condicionados también por la tasa de cambio).
La edad avanzada de muchos caficultores, el pequeño tamaño de sus fincas, su educación precaria y su pobreza, cierran su acceso a fuentes de financiación. El 67.0% de los caficultores no tiene acceso al crédito, y, de ese grupo, sólo el 6% admite no necesitarlo (Lozano, 2009). Un resultado interesante de este estudio, es que los caficultores con crédito son 50.0% más productivos que sus colegas. Por su parte, en un estudio que cubre el sector agropecuario, Fernández, Piñeros y Estrada (2011), encuentran que la juventud, la educación, el ser hombre y el tener pareja, así como la propiedad y el tamaño de la finca, aumentan la probabilidad de acceder a créditos, aunque el aspecto que más influye es la asistencia técnica.
Oportunidades del sector cafetero
- La finalidad es la conservación del medio ambiente, la biodiversidad, la producción limpia, la responsabilidad social y la salud publica
- Hacer más eficiente la producción, procesamiento y comercialización del café. Es urgente que el caficultor se capacite y se tecnifique.
- La coyuntura de elevados precios internacionales en los bienes básicos y productos agrícolas continuará por varios años.
- La mayor demanda de alimentos y proteínas por parte de países emergentes con mayor ingreso disponible, elevado crecimiento económico y reducción de la pobreza (la China e India, los más grandes) entre otros.
- El café es uno de los productos llamados a aprovechar el buen momento que se espera para la agricultura. Con tal propósito se debe evaluar la viabilidad del cultivo de variedades resistentes como robusta en la Orinoquía e, igualmente, explorar opciones de mecanización.
- Las características del cultivo de café y su tecnología intensiva en mano de obra, le dan muchas ventajas en una estrategia de erradicación de la pobreza.
- Una de las características más importantes de la economía globalizada, condición para aprovechar sus enormes posibilidades, es la libertad en los mercados.
- Aprovechar los nichos abiertos por una nueva conciencia social y ambiental en los consumidores, como son los cafés especiales.
CONCLUSIÓN
Tenemos el gran reto de mejorar la productividad cafetera que deberá implementarse a un ajuste a las órdenes de las instituciones del sector a unas condiciones de un gran mercado libre, con todas las oportunidades que le pueden llegar, obtener nuevos estilos en el consumo y nuevas posibilidades tecnológicas en la producción e industrialización del café. Una de las acciones más importantes consiste en aprovechar la formidable
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