Reseña Critica del capitulo 1 del libro "Historia del Arte" de Gombrich

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Pero a la hora de hablar de arte o de cualquier tema a única manera de trascender cognitivamente es cuestionándonos a nosotros mismo y a qué sabemos en realidad de lo que una obra de arte es, hay un autor muy conocido en el cine y en todo lo que se basa acerca de las obras de artes y es Gilles Deleuze en una conferencia para cierta universidad de la cual se me escapa el nombre lanza una frase la cual al momento de escucharla retumbó en lo profundo de mi mente y me hizo cuestionar la forma en la cual veía una obra de arte y la llamaba así sin realmente saber si para mí era en sí una obra de arte, él dice que “una obra de arte no está hecha para informar, una obra de arte no posee información alguna” fue allí donde me pregunté, entonces ¿Cómo una persona puede ver una obra y puede hablar de lo que el autor trataba de mostrar? Teniendo en cuenta la premisa anterior; ese mismo cuestionamiento me ayudó a darme cuenta que en realidad, efectivamente, una obra de arte no informa nada, ya que, exteriormente es una figura, trazo, esculpido, etc. inerte, el cual no posee movimiento alguno, excluyendo obviamente el cine de este predicado. Pero si transmite toda aquella energía que la persona que lo plasmó depositó en ella y la cual nos brinda todo aquello impreso en sus fibras, de eso exactamente es lo que trata este capítulo de mostrarnos la forma en la cual podemos viajar, regresar y sentir como el artífice de todo eso imprime en cada movimiento, una parte de su ser una parte la será esa huella que perdurará para la eternidad y nos enseñará diariamente algo nuevo.

La forma tan simple pero a la vez tan correcta de tratar las cosas nos ayuda a conocer la importancia de las obras de arte y las repercusiones que tienen en nuestra sociedad, pero siendo enfático en que todas aquellas obras tuvieron una necesidad y poseían una utilidad específica, y que para el tiempo en el que surgían se tomaban como herramienta o pieza útil en un engranaje que mantenía andando la “maquina” de las sociedades que a pesar del apelativo de primitivas mantenían una fluidez constante y que siempre se mantenía en forma para no caer en la profundidad del olvido.

Todo esto nos lleva a pensar que existe una necesidad de transmitir toda esta historia a nuestras futuras generaciones, ya que, para poder definirnos como seres y aceptar nuestra presencia en este periodo del tiempo, debemos conocer la manera en la que nuestros antepasados también se hicieron notar de tal manera que sus enseñanzas y obras repercuten en nuestra sociedad y naturaleza.

En conclusión, después de ver la manera en la que el arte ha sido pieza clave en la construcción de una memoria historia que trasciende más allá de los simples orígenes del ser humano, y que tiene por objetivo el reconocimiento de nosotros como seres con la necesidad de dejar nuestra huella para la posteridad y en la cual algunos deciden utilizar el arte como medio de embalsamiento el cual momifica tu ser de tal manera que lo conserva para que futuras generaciones vean que siempre tendremos la necesidad de marcar nuestro camino y dar a ver nuestra existencia y así dejar pedazos de nuestra alma en cada trazo, cada molde, en cada tallado, para de esa manera encontrar el camino de llegar más allá de ser unas simples masas de carne sin sentido ni orientación sin una perspectiva clara de lo que seremos y de la manera en la cual vamos a ser recordados, es necesario conocernos a nosotros mismos, hallar aquello que el mundo necesita y hacerlo ver cual antorcha ilumina un pasaje oscuro; Siempre tendremos necesidad de plasmar todo aquello que con palabras no puede ser contado, y donde se necesite aquello, ahí estará el arte para recordarnos que siempre habrán migajas de pan las cuales seguir en nuestro camino a la posteridad.