SOCIEDAD, TECNOLOGIA Y DEONTOLOGIA.

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Cuando vuelve al trabajo, su jefe lo saluda y muestra sus condolencias un poco tarde. Pero al parecer sea tarde o temprano, Meursault no parece tomarle ni la más mínima importancia, más se preocupó por que la toalla del baño que sirve para secar las manos estuviera seca cuando la quisiera ocupar. Cosas que otra persona ni siquiera pondría su atención en ellas.

En algún momento de la historia nos habla sobre Meursault y la relación con sus vecinos, uno de ellos llamado Salamano, el cual tiene un perro que se pierde y este pide consejos a Meursault sobre cómo podría encontrarlo, a lo que se muestra cortante, hace una mención a la perrera y poca cosa para lo que Salamano está pasando, pues ese perro era su compañía, mientras el pobre hombre siente dolor y la soledad que siente tras extraviar a su perro. Meursault se estaba volviendo insensible antes los demás.

Un ejemplo de la indiferencia que va mostrando cada día Meursault, su jefe le propone un trabajo en parís, sobre una oficina que se instalara en dicha ciudad. Mencionando el cambio de vida al que se debe someter y lo que se le pueda presentar. A lo que Meursault responde que le da igual, que el cambio de vida le parecía poco y que simplemente sería lo mismo. Indiferencia antes cualquier situación.

Como en la que se le presento, María le dijo que lo amaba, pero el no a ella. Le propuso matrimonio a Meursault y respondió que el matrimonio no significaba nada, pero si ella quería casarse lo haría. Cada vez más frio.

Pero no todo en la vida de Meursault daría un gran giro, pues un día que salió con su amigo Raymond, el cual había tenido problemas con su amante. Y en su viaje se encontraron con el hermano de la amante de Raymond el cual quería cobrar venganza por lo que le hizo a su hermana. Luego de amenazas separaron caminos. Para después volverse a encontrar, amenazando a Raymond y a Meursault con un cuchillo estos sacaron una pistola y Meursault disparo cuatro veces al cuerpo del hombre. Y se percata que, con ese hecho, el día y todo, tomara otro camino. La puerta a la desgracia.

Es llevado a juicio, Meursault no llama a un abogado pues ante la situación se muestra desinteresado en salir de la cárcel, le designan un abogado. Este se centra mucho en la situación de su madre y en que es demasiado desinteresado, ante todo. Durante los meses que ha durado el juicio, entre tantas respuestas frías, el juez comienza a desesperarse por su actitud. Meursault con el paso del tiempo, viéndose privado de su libertad, comienza a extrañar todo aquello que hacía, ver a su esposa, fumar. Ya extrañaba todo eso, al fin estaba sintiendo algo.

Pasa un tiempo y lo declaran culpable, seria decapitado en una plaza francesa. Ni siquiera ante la muerta deja su postura indiferente, se le estaba yendo de las manos la vida y aun así no decía nada para intentar recuperarla desde el momento del juicio y hasta el día de su muerte. Nunca dejo de mostrarse indiferente y despreocupado por cualquier situación por más grave que fuera.

Meursault perdió su esencia como persona, jamás se preocupó de lo que pasaba a su alrededor, ni por las personas que le apreciaban nunca les correspondía y le daba igual por lo que estuvieran pasando. Cuando murió su madre no le tomo importancia, solo asistió por compromiso y no por lo que significaba la perdida de una familiar. Se privó de todo sentimiento de vivir cosas diferentes y sentir cariño por algo, siempre tan rutinario y un poco aburrido, para el tiempo solo era algo que debía pasar y no aprovechar o disfrutar. Perdió todo valor y sentido de la vida.