Salud colectiva campo complejo y transdisciplinar

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Bajo esta concepción se perfila la corriente Salud Colectiva (SC), quien ha venido desarrollándose como un campo de conocimiento y acción innovador, con iniciativas para la transformación de la realidad social, donde se problematiza y construye el objeto de estudio de forma transdisciplinaria (6). Se inclina hacia el abordaje de las teorías de complejidad, para diseñar modelos de interpretación e intervención necesarios para el entendimiento de una realidad de salud individual y colectiva en permanente cambio, como un todo complejo, totalizado y dinámico. La intencionalidad del presente estudio, es reflexionar y tomar posición en relación a la SC, como un nuevo enfoque de salud pública, desde la mirada de la complejidad y la transdisciplinariedad. Es un estudio simbólico-interpretativo, sustentado en el método hermenéutico crítico, con técnica de revisión y análisis documental.

ANÁLISIS-DISERTACIÓN:

Salud Pública Tradicional y Salud Colectiva: En el pensamiento occidental el problema de la salud y la enfermedad, se ha venido abordando desde lo patológico-individualista, fundamentándose en la objetividad. Se ha definido la salud como la ausencia de enfermedades, contemplada como un problema visto desde afuera, signos, síntomas y agente causal (7); que ha sido afrontada a través de la medicalización, siempre dirigido hacia la curación, sin tomar en cuenta que la salud es un componente esencial de la calidad de vida y el bienestar del individuo, en su entorno socio-histórico. Por su parte, la medicina clínica ha venido constituyendo su saber, sus métodos y técnicas alrededor de la enfermedad y la muerte, donde los progresos técnicos-positivistas han intentado dominar toda patología humana, fortificando utopías de una salud absoluta y permanente, junto a la vida eterna del hombre.

Tomando en consideración esta concepción de la medicina clínica sobre la enfermedad individual, para los inicios del siglo XX se constituye la SPT (8), intentando dar cuenta de la enfermedad colectiva o pública, que desde una aproximación positivista-funcionalista se ha centrado principalmente en establecer cifras (9), refiriendo así cuan alto y grave puede ser el porcentaje en que una patología alcanza a la población, para posteriormente dar una explicación, en la que se excluye al sujeto como generador de su propio conocimiento y de la acción.

Desde el inicio de esta disciplina, han predominado algunas características que fueron tomando mayor fuerza durante el transcurrir del siglo XX y que aún persisten en el incipiente siglo XXI, como son: el presupuesto filosófico-teórico de la enfermedad y la muerte considerándolo como el punto de partida para explicar la salud; la utilización del método positivista para exponer el riesgo a enfermar en la población y el estructural funcionalismo para comprender la realidad social; y por último la consideración del Estado como fuerza privilegiada para asegurar la prevención de la enfermedad y el apoyo a la gestión de los servicios de atención medica. Es por ello que Granda la ha denominado Enfermología Pública (10).

Sustentada en un marco de referencia que se corresponde con el paradigma dominante, el cual se considera a sí mismo como completo, controlable, unívoco, certero, predecible, definitivo, fragmentario, fundamentado en la realidad objetiva y en la verdad establecida (5), la SPT ha tenido que pasar por muchos movimientos de composición y recomposición, pero, debido a las limitaciones que aún persisten en la misma, se ha hecho necesario la ocurrencia de cambios que involucren una percepción y un abordaje distinto de la problemática de salud de la población. De esta manera se han ido forjando propuestas más coherentes, a través de las que se observa e interpreta el proceso salud-enfermedad de manera distinta, viendo la salud de la colectividad en su realidad histórica, en su matriz contextual y en su fundamentación vital.

Es así como en América Latina, durante los últimos veinte años se ha dado la emergencia de un campo que se designó como SC, que bajo una perspectiva diferente a la que ha venido realizando la SPT, se presenta como un movimiento comprometido con la transformación social de la salud (11). El cual contribuye con: el estudio del fenómeno salud enfermedad en poblaciones como un proceso social; la investigación de la producción y distribución de la enfermedad como un aspecto de la reproducción social; y el análisis de las prácticas de salud como un proceso de trabajo integrado en otras prácticas sociales. Así, procura comprender las formas con que la sociedad identifica sus necesidades y problemas de salud, busca su explicación y se organiza para enfrentarlos.

Autores como Granda y Almeida coinciden que la SC constituye un punto de gran valor para la reflexión y avance de una salud pública con una visión diferente a la tradicional (12,11). Almeida y Paim en una aproximación para explicar la SC, la definen como un campo científico donde se producen saberes y conocimientos acerca del objeto salud, en el que operan distintas disciplinas que lo contemplan bajo varios ángulos, y como un ámbito de prácticas, en el que se realizan acciones por diversos agentes (especializados o no), de diferentes organizaciones e instituciones, dentro y fuera del espacio convencionalmente reconocido como sector salud (2). En el que se incluye tanto la acción del Estado, como el compromiso de la sociedad, para la producción de ambientes y poblaciones saludables.

La corriente SC, se inclina hacia la necesidad de un cambio en la forma como se ha venido abordando el objeto de la salud de la población, donde el Estado ha sido el principal ente responsable para lograrla. Asumen la necesidad de que el sujeto, como un ser contextualizado e histórico, participe activa y comprometidamente con su salud, así como con la creación de ambientes que la generen y garanticen, en el que no se parta de la enfermedad como un proceso individual y se aproxime a entender la vida desde la “sanidad”.

Así mismo, la SC se ha venido consolidando como un campo científico y ámbito de acción en desarrollo, abierto a la incorporación de propuestas innovadoras (2,11,13,14). Intentando recuperar los mejores aportes de la salud pública, la medicina social, las ciencias sociales y la biología, para afrontar los nudos problemáticos no resueltos de la salud y la enfermedad. Se sustenta en las teorías de la complejidad, para hacer aproximaciones al objeto salud desde una postura alterna a la convencional.

En relación al área del conocimiento, dicha corriente se caracteriza por su naturaleza transdisciplinar, ya que en ella confluyen varias disciplinas básicas que le dan el