Somos inevitablemente morales - Ensayo.

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En esta realidad también podemos encontrar a “realistas” que alegan que frenar cualquier propuesta innovadora es lo mejor para el ser humano, pero lleva la contraria a nuestra naturaleza, a lo realmente humano, en hacer ideas y posibilidades viables y encontrar una salida a cualquier problema. Podemos confundir esta idea de ser “realista” con el cinismo, por lo que no debemos parar en la idea de “lo que es, no es todo” sino que podemos hacer de esto muchísimo más, podemos usar nuestra imaginación adulta y nuestra capacidad de crear para ampliar estas ideas a sus mejores extremos.

Hoy en día no existe ningún individuo humano el cual sea independiente de los restantes, todos los lugares del mundo son interdependientes, y no existen individuos abstractos. Todos entramos también en una situación de “deshumanización”. Así mismo, tenemos el imperativo ético como un agente de nuestro día a día. Es preciso haber perdido mucha inteligencia para creer que las cosas deben de ser de otro modo y usamos excusas como “pongase usted en mi lugar” para alejarnos de nuestra “Moral de la responsabilidad”, lo que lamentablemente nos lleva a ser víctimas de la falta de responsabilidad propia y de otras personas.

Los humanos siempre nos veremos obligados a elegir entre posibilidades, renunciando a otras y a justificar nuestras elecciones. Sin duda alguna, nuestra razón tiene una función calculadora y prudente, haciendo que tomemos criterios en cuenta para estas elecciones. Cada hombre está dotado de tendencias para tomar dichas elecciones y proceden de la constitución temperamental de cada persona, los ideales del hombre y los códigos morales vigentes, que al final son variables entre grupos sociales y culturas. Cualquier persona moral debe de ser capaz de ser consciente de la viabilidad de sus elecciones y superar cualquier tipo de dogmatismo.

Los contenidos morales han evolucionado con el paso del tiempo, lo que se opone a la idea del dogmatismo. Esto consistirá en el particularismo de creer que no habría una variabilidad en las formas de vida de diferentes pueblos, y no encontrar similitudes entre ellos. Si este particularismo se toma en serio, es imposible crear un diálogo entre diferentes culturas, pero en un mundo como el actual, la intercomunicación entre las miles de culturas que hay alrededor del mundo es uno de los rasgos más peculiares y necesarios de nuestros tiempos.

Podemos decir con todo lo anterior, que entre las diferencias entre la toma de decisiones de los animales y los humanos, la imaginación creadora y la adulta, las diferencias de racionalismo, relativismo, entre la Escila del dogmatismo y la Caribdis del relativismo, el rechazo del diálogo innecesario y el rechazo por imposible, se sitúa justo en medio, el quicio de una buena educación moral.