TEMA: LA PSICOLOGIA SOCIAL.
Enviado por karlo • 1 de Febrero de 2018 • 5.151 Palabras (21 Páginas) • 580 Visitas
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Cuando realizo intervención psicosocial busco mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas tanto en situaciones de normalidad y conflicto, como en las de necesidad y carencia. Trato de mejorar y despertar en el individuo capacidades y habilidades para que el individuo o individuos puedan analizar mejor su realidad social, situarse adecuadamente frente a las diferentes opciones que se le presentan y encontrar las mejores soluciones a sus necesidades.
Mi función como Psicólogo Social es intervenir facilitando la superación de las resistencias individuales y colectivas que impiden un mejor posicionamiento ante el conflicto o situación.
En el área educativa con los jóvenes es para mí fundamental contar con el conocimiento de cómo dar respuesta a sus necesidades, porque ellos precisan tener un sentido de pertenencia dentro de la estructura social, de inclusión, que determinen su identidad. Me ha tocado atestiguar y ser partícipe de la premura de la gran cantidad de enfoques y variedad de mociones cuyo deseo fundamental es la de solventar la problemática que se presenta en el campo de la educación, el cual se ha vuelto más complejo.
Como Psicólogo Social, dentro de la educación desarrollo mi actividad profesional en diferentes marcos sociales; en procedimientos regulados y no regulados, formales e informales, y sobre todo con los diversos ciclos de vida del estudiante, en diversos procesos de etapas no sólo de procesos cognoscitivos, sino de procesos emocionales, de etapas personales, de historias y acontecimientos que van determinándolo como individuo. Por tal motivo, me veo involucrada en el proceso psicológico que afectan el desarrollo del aprendizaje y/o que proceden de éste independientemente de su origen ya sea personal, de grupo, social, de salud, etc.
Pienso y sostengo que como psicólogo social desarrollo mis actividades en el ámbito educativo en un contexto social, ya que éste ofrece las condiciones para la observación, interpretación e intervención; sin dejar de lado el aspecto individual.
La educación es un tema con amplia vinculación con el ser humano, en todas sus etapas, hay mucho qué explorar, tiene aún mucha materia de conocimiento que indagar y reconocer, por lo tanto ofrece diferentes gamas de aplicación de la psicología; es un tema multidisiplinario, en el aula me presenta las condiciones para influir, mediar, mejorar, modificar sus conceptos e ideas, para descubrir cada día un joven distinto, diferente, ya que cada día el ser se renueva, viene en sí con una historia nueva, no es el mismo del día anterior y eso lo vuelve al grupo en un grupo diverso cada jornada.
Es un hecho que la escuela no inventa el conocimiento, pero sí es responsabilidad del docente, del psicólogo, de la figura que está frente al grupo, enseñar; intencionalmente, sistemáticamente, públicamente, abiertamente, indiscriminadamente, es decir, sin restricciones, sin sin exclusiones, sin censura, en un clima democrático, seguro y de contención para él y los jóvenes.
La experiencia del estudiante ocupa el lugar céntrico para la enseñanza y el aprendizaje, puede consistir de sucesos preliminares, sucesos en la vida actual o sucesos que surjan a partir de la colaboración del estudiante. Ellos observan su vivencia evidenciándola, valorándola y reconstruyéndola para extraer de ella significado a la luz de experiencias previas. “La Experiencia es un maestro feroz, pero está claro que te hace aprender”. (C.S. Lewis).
La educación precisa darle una mirada que la lleve a transformar desde el ser al ser, ya que lo que ofrece dejó de ser suficiente. Se habla de otorgar a los alumnos las herramientas necesarias para que puedan el día de mañana enfrentarse e integrarse a la sociedad con habilidades ya desarrolladas. Me pregunto ¿qué acaso no están ya integrados en una sociedad? Aquí es donde pienso que la Psicología Social, en su área de investigación tiene mucho por explorar y realizar. Se hablan y se plantean estrategias, todas ellas hablan de cómo ayudar al alumno a mejorar dentro del proceso de aprendizaje, cuando debemos tomar en cuenta que existen diversos factores que intervienen entre sí para poder formar un conocimiento significativo en el alumno, empezando por la integridad y calidad del mediador o acompañante, pienso que ahí es donde, por principio, de orden hay que poner mayor énfasis. Y es que recordemos que la investigación nos podría validar si la labor realizada como docentes está siendo efectiva, si la calidad del proceso enseñanza aprendizaje está siendo verdaderamente significativo, si nos interesa (por lo menos a menos a mí sí me interesa) una educación con sentido humanista, poder emplear las herramientas que la licenciatura me brindó para entender realmente la naturaleza de las causas del comportamiento y pensamientos de los jóvenes, y del docente también ¿por qué no?.
La escuela (aunque es tema discutible) por la cantidad de horas que ahí se pasan, es tu segunda casa, tu segunda familia, y por consecuencia “mamas” lo que ahí vives y experimentas, sobre todo de la figura de autoridad que es tu maestro. El niño o el joven, debiera sentir la escuela como un lugar “seguro” para exponer sus inquietudes, porque es quizá en su propia casa donde ocurren para él los acontecimientos más desagradables, y con respecto a esto, ¿está acaso el docente preparado para identificar y poder intervenir acertadamente en una situación de conflicto?
Quizá me torno un poco crítica en este ensayo, pero mi inquietud va hacia ello, mucho creo que se ha hecho por encontrar el cómo mejorar las herramientas, los elementos dentro del proceso enseñanza aprendizaje, pero ¿qué hemos hecho para trabajar con la psique del docente? Tratamos de formar mejores alumnos, pero ¿los formadores están “sanos” para poder enfrentar y transmitir este proceso tan significativo? Aquí encuentro área de oportunidad para investigar, para obtener resultados, sacar conclusiones y brindar posibles soluciones.
La educación en nuestro país es un derecho consagrado por la Constitución vigente, pero mi pregunta es ¿Esta misma Constitución regula la CALIDAD de tal educación? A través de los años, hemos vivido un sinfín de reformas o “deformas” educativas, que todas ellas tienen mucho de sistema y poco de pedagogía. Se nos ha olvidado ¿Para qué estamos educando? Y ¿Cómo estamos educando? ¿Hacia dónde quiero que llegue el alumno?
Dentro del ambiente educativo siempre hemos estado en la búsqueda de nuevas dinámicas que nos puedan enriquecer en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Voy a dejar de lado el sistema educativo y me voy a dirigir a la responsabilidad que tengo al estar
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