Tema- EL PERFIL DEL HOMBRE Y LA CULTURA EN MÉXICO.

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Ramos piensa que si el hombre se convenciera de que el problema de nuestra cultura no es tanto el de hacer obras, cuanto el de formar al hombre, si existiera lo que llamamos conciencia pública se sentirá la realización de esa obra como un apremiante imperativo moral, para poder cumplir esto es necesario liberar a los mexicanos de los complejos inconscientes que hasta hoy han cohibido el desarrollo de su ser verdadero. Lo mejor para no equivocarse, es considerar que no existe ningún modelo de lo mexicano, y obrar sin prejuicios, atentos solamente a identificar los movimientos que nacen espontáneamente de nuestro interior, para no confundirnos con los impulsos que, aun cuando están en nosotros, no nos pertenecen.

Si en la educación implementamos el humanismo podremos contrarrestar los efectos de una civilización engañosa que transforme a los hombres en máquinas, es indispensable que el maestro mexicano sea un poco experto en la cura de almas, muchas personas conocen mucho acerca de los demás países, sin embargo desconocen el suyo. Es primordial que se revisen las concepciones que tenemos sobre México, empezando desde las escuelas, en los libros de texto, en estos libros hay un sentimiento de inferioridad, tenemos que fomentar el interés y respeto por las cosas mexicanas, si empezamos por ahí nuestro México podrá desarrollarse más rápido sin carecer de alma.

En los jóvenes hace falta el sentido de la realidad, teniendo así una inmadurez en el espíritu, en México la política debe ser la obra de hombres maduros que se encuentra en su inteligencia, deben tener gran sentido práctico, dotados de una clara conciencia de las realidades en que actúan.

El valor de una generación debe estimarse por la obra en sí, pero además por sus relaciones con el medio, las generaciones nacen unas de otras y su faena debe realizarse en dos dimensiones: por una parte recibir lo vivido por la antecedente y otra ejercitar su propia espontaneidad.

En la conducta real del hombre puede haber presunción o vanidad, pero no pedantería, esta última es un estilo de hablar o de escribir, una entonación ininconfundible de la voz. Revela una cierta intención: la de hacer gala del talento de la sabiduría o de la erudición.

México es un país que se ha ido desarrollando muy lento por lo mismo que no sabemos por qué camino irnos, recurrimos a la imitación, y con sentimientos de inferioridad, cada individuo debe tomar consciencia de esto tomando muy en cuenta el alma, empezar a tratar de tener una madurez donde no exista el individualismo dejando a un lado el temor y dejar de hacer cosas solo para hoy y empezar a pensar en el mañana dejando de ser personas pasivas que no nos preocupamos por la situación y desarrollo de nuestro país, así todos juntos podremos encontrar un camino que sea mejor para México e ir avanzando cada día más con personas cultas, maduras y con un alma, dejando así de ser máquinas y empezando a ser más humanos.

Bibliografía:

Ramos Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México.México, colección austral.1993.145pp.