TEMA DE LA CULTURA DEL PETRÓLEO

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puede estar bastante alejado de la civilización, establecerlo puede ser un ejercicio la mayoría de las veces extremadamente complicado, por lo que respecta a su logística. Un ejemplo claro es que los trabajadores tienen que realizar su labor allí durante meses o años y por lo tanto requieren hospedaje en el campo petrolero.

Los primeros campos petroleros llegaron a Venezuela como una nueva forma de conquista cultural donde se encontrasen, esto debido a que los pioneros de esta industria mundial venían con su propio estilo de gerenciar la explotación de la misma, que no era más que practica meramente capitalista. No obstante los presidentes para ese entonces sirvieron de cómplices para esta práctica y se evidencia en el Código de Minas aprobado el 23 de enero de 1904 por el presidente Medina Angarita y que su sucesor Juan Vicente Gómez le dio continuidad. Este código establecía que el presidente de la República obtenía facultad plena para administrar y otorgar concesiones petroleras sin necesidad del consentimiento del Congreso. Pero lo peor del asunto no estaba en el otorgamiento estas concesiones digamos personales, sino que en ese código no existía principios nacionalistas como lo vemos hoy en día. En justificación a está practica y guardando las distancias, puede que se deba a que en la Venezuela de la época aún existía el caudillismo.

Rodolfo Quintero en su investigación explica como el “campo petrolero no se identifica con la organización y autoridad político-administrativa de la región donde este enclavado, pero se ínter influencian. En su dinámica elementos opuestos de culturas entran en contacto entre sí y al mismo tiempo tienden a ínter penetrarse”.

Los campos petroleros en un principio se relacionan como una institución colonialista ya que llegan aplicando modos de “participar y creencias que contribuyan al orden y estabilidad del campos, donde el poder de los que mandan tienen actitudes generales y forma de ejercer autoridad. También aplican normas y sanciones con el objetivo de conseguir la mayor productividad posible.

No existe para el momento una oposición consciente de lo nacional por parte del Estado, esto se ve claramente cuando el dictador Juan Vicente Gómez en el año 1922 permitió a los estadounidenses escribir la ley petrolera de Venezuela. Con el tiempo la población obrera le nace una especie de xenofobia y resentimiento popular hacia las empresas petroleras, pues estás con su comportamiento capitalista y aprovechando el entorno, actuaban como unos explotadores y saqueadores de la riqueza de la nación.

Ya para el año 1925 se produce una huelga petrolera, esta huelga fue de carácter económico y se resolvió con un simple aumento de salario. Pero la conducta hostigadora y colonialista de las empresas petroleras se mantenían. Los trabajadores petroleros aún no tienen conciencia misión histórica y desconocen la importancia del aporte de su mano de obra, carecen de ideología política, derívese de su realidad social.

A raíz de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez en el año 1936, se dio un progreso de integración y desarrollo de los trabajadores petroleros y un advenimiento de conciencia colectiva como clase social y política que representan. Se interesan por temas del acontecer nacional de las que antes se rechazaban, pues empieza a surgir una nueva clase de trabajadores que van sumando fuerza con otros grupos del sector que tienen las mismas necesidades y que se dan cuenta de su fuerza como grupo social.

Rápidamente para el año 1936 se declara la más importante huelga del sector petrolero, que iba en contra del decreto creado en la presidencia de Eleazar López Contreras, denominada “Orden Público”, los sindicatos petroleros para el fin de ese año presentan un pliego de beneficios para el trabajador, a su vez las compañías niegan discutir estos beneficios con los sindicatos y se da la mayor huelga petrolera cuya efectividad fue de un 75 %.

El presidente López Contreras emite un decreto ejecutivo que termina por suspender la huelga general y expulsar a los líderes de organizaciones populares. Con esto se demuestra el tipo de vinculación que tiene el Gobierno con las empresas extrajeras, en relación a los nexos políticos, materiales y económicos. Se crean nuevos campos petroleros, a estos campos llegan líderes sindicales de otros campos petroleros y al igual llegan jefes extranjeros con experiencia en obstaculizar los avances de estos líderes.

Para el año 1941, el Presidente Medina Angarita garantiza la existencia y funcionamiento de los sindicatos a escala nacional. La Unión Sindical Petrolera es una importante organización sindical y los trabajadores petroleros son la vanguardia tanto nacional como internacional, pues son temidos por las compañías extranjeras que recurren a métodos diversos para restarles poder.

Una de las estrategias utilizadas por los colonialistas es la de la división de los trabajadores, separándolos por una clase de trabajadores seleccionados donde se le remuneran de especial, pero no tienen éxito en lograr una aristocracia de obreros semejante a la de los países desarrollados y los mismos quedan bajo el tutelaje de empleados de confianza. Estos nuevos obreros burocratizados son hombre que nunca estuvieron ligados a la actividad y petrolera o lo estuvieron hace muchos años, y ahora representa a los trabajadores y en su nombre firman contratos antisindicales.

Está estrategia tiene éxito en la firma del primer contrato petrolero del año 1946, donde aseguran la paz laboral durante tres años. Este contrato nada garantiza en materia de estabilidad laboral y económica (se congela el salario mientras la inflación sube) y en consecuencia descarta cualquier oposición de los obreros y empleados.

La vida en el campo petrolero va evolucionando en su modo de ejercer control y ahora trae consigo nuevos métodos para dividir y apaciguar al trabajador petrolero. Ofreciéndoles premios, becas en el exterior, cursos y entre otros, logran: “crear un mejor estado de ánimo de los trabajadores para producir más y mejor; y amortiguar las expresiones de lucha de clases planteadas de forma aguda en los campos petroleros”.

Ya para el cambio político de 1948 aparece un personaje, y es el del “Gángster Sindical”. Este gángster sindical es controlado por el equipo de seguridad nacional del gobierno y es tan violento y represivo que cambia totalmente el aspecto cuantitativo y cualitativo de los sindicatos.

Los empresarios petroleros anticipan que es tipo de estrategia no va perdurar en el tiempo, debido a que este nació con la dictadura militar del General Marcos Pérez Jiménez