Tema: El jurista y el simulador del Derecho

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Sin estas características (vocación, talento e inteligencia) no puede llamarse jurista y también consta de sus armas para emprender su trabajo (la rectitud de conciencia y honestidad).

La rectitud de conciencia genera un valor civil, firme e inquebrantable, esto es tener firmeza y convicción de sí mismo además de que también se debe tener la cualidad de orgullo, pero sabiendo diferenciar el ser orgulloso y ser vanidoso.

El orgullo es signo de dignidad personal sin exageración alguna que a diferencia de la vanidad es mentira de uno mismo.

Otra cualidad es el valor civil el cual se refiere a la libertad profesional crítica de servir a la sociedad. A falta de este valor se cae en la cobardía, la cual se ha mencionado antes que en conclusión no va con la ética y el profesionalismo. El deber de un abogado es defender lo justo y actuar en contra la justicia con un tacto de solidaridad.

Ser juez, además de abogado es una tarea que debe realizarse con todo lo anterior mencionado, cada valor y características, al igual que un maestro de derecho. Como primera instancia el amor y la fe a la profesión, la libertad profesional y los valores. Las funciones judiciales requieren un sentido de justicia social (como en toda profesión ejercida por un jurista), sin este sentimiento el juez solo sería un frio dictador, una persona con poder sin justicia humana y ya no se tendría el mismo significado como persona ética y/o profesional. Pero un juez sapiente que cumple con firmeza y sentido de justicia es el juez respetable a diferencia de quien no lo hace. Existe una cierta reversión para quien actúa en contra o daña el derecho, sufre mas quien perpetra que quien las padece”

La calidad de un juez se ve reflejada en dos factores: la independencia y la inamovilidad judiciales.

Como en el titulo se menciona “el jurista y el SIMULADOR”, después de haber tratado ciertos puntos de un jurista y sus cualidades se hace mención de la diferencia que existe entre un simulador de derecho.

La palabra simular significa antes que nada fingir, por lo tanto en relación es una falsedad, farsa y/o mentira. “el hombre es, la sombra parece”

La audacia de un simulador lo convierte en farsante buscando la admiración y el reconocimiento superior a los demás que no existe. En el caso de un simulador de derecho aunque tenga el titulo no es ni doctor, ni maestro, ni juez ni ningún tipo de jurista. Por el contrario puede denominarse “no jurista” al no cumplir con ninguna de las capacidades o cualidades que emplea un buen jurista.

En este caso se carece de vocación y se presenta ignorancia juris que es el mayor miedo de un simulador ya que no se es capaz de superar o vencer, presenta más bien petulancia y presunción, por lo consiguiente no es capaz de dirigir, de liderar. Le hace falta gusto por la justicia y menos interés. En el terreno de la abogacía no es nada importante y no demuestra capacidad, por lo que no es digno de llamarse abogado y se convierte en la negación de la jurisprudencia.

Un simulador de derecho es tenaz en hacer amistades para reemplazar la falta de capacidad y cualidad jurídica.

Sea juez, maestro o doctor de derecho un simulador no es más que un indigno de la profesión sin talento alguno más que para engañar y fracasar. Comparando un jurista con un simulador de derecho se escucha con mayor dificultad llevar la vida del jurista pero la clave de su felicidad y su desarrollo pleno es el éxito de su vida por el camino correcto.