Tema- Energia eólica.

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Le energía eólica: una energía del futuro

Una energía en desarrollo

Para luchar contra el cambio climático, Francia, al igual que todos los países signatarios del protocolo de Kyoto, debe disminuir la emisión de gases invernadero. Es así, que se comprometió a reducir a ¼ sus emisiones para el año 2050.

La ley Grenelle 1 se propuso como objetivo alcanzar el 23% de producción energética a partir de fuentes renovables para el año 2020.

Entre estas energías renovables, Francia apuesta fuertemente por la eólica, considerada como una de las energías renovables con mayor potencial de desarrollo a corto plazo. Si en 2009 la energía eólica contribuía a la producción de la electricidad nacional un 1,5 %, se estima que para 2020 contribuya un 10%, lo que significa que producirá tanta energía como la energía hidráulica.

Una energía necesaria para reducir los gases invernaderos

Hoy en día, Francia depende de la energía nuclear cuyo funcionamiento no emite C02 (principal gas invernadero responsable del calentamiento global) para proveer electricidad.

En las épocas en las que incrementa la demanda eléctrica (por ejemplo las noches muy frías de invierno cuando se requiere calefaccionar los edificios), la energía nuclear no es suficiente para satisfacerla. Entonces, otras energías toman el relevo, especialmente las centrales hidroeléctricas o hidráulicas (energías que utilizan el agua) pero también las centrales termoeléctricas (que utilizan energía fósil). Las últimas energías mencionadas producen co2 al quemar fueloil, aceite derivado del petróleo.

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De esta forma, reemplazar la producción de electricidad de las centrales termoeléctricas por una producción que provenga de energías renovables permitiría que ya no se necesite recurrir a las energías fósiles.

Alcanzar los objetivos fijados por la ley Grenelle evitaría la emisión de 20 millones de toneladas de CO2 en 2020 (es decir, el equivalente de C02 de aproximadamente 10 millones de autos), en gran medida gracias a la energía eólica.

Entonces es necesario recurrir a las distintas energías renovables para proponer una combinación energética.

La ventaja de diversificar las fuentes de producción eléctrica consiste en no depender de una sola energía y entonces regular de la mejor manera posible la producción.

Por último, las energías renovables aprovechan los recursos locales. Esto permite una independencia energética, lo que no sucede hoy en día con el petróleo y el gas que se importan de otros países.

Desarrollo terrestre y marítimo programado

Según el plan “Energías renovables” del ministerio de Desarrollo Sostenible, el objetivo para 2020 consiste en instalar 25 000 MW de turbinas eólicas: 19 000 MW terrestres (de las cuales 5 074 ya están instaladas) y 6 000 MW en mar.

Si bien la eólica terrestre continua progresando, la eólica marina (también llamada off shore) no está aún desarrollada en Francia. Un parque eólico marítimo de 105 MW de potencia fue autorizado a lo largo de Veulettes-sur-Mer (Costa de Albâtre) pero aún no fue construido.

Esta forma de energía es muy desarrollada en otros países de Europa como Reino Unido o Dinamarca.

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Pero su instalación en Francia es indispensable para alcanzar los objetivos de utilización de las energías renovables establecidos por la Ley Grenelle del medio ambiente. Según los objetivos, la eólica marina representará el 7% de la producción eléctrica generada por las fuentes renovables para el año 2020.

Actualmente, se registraron más de 6000 MW de proyectos eólicos marinos a lo largo de la costa de Francia.