Tema- TRATAMIENTO DE AGUAS.

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Dada la variedad de elementos que pueden encontrarse en el agua y que son los causantes de la salinidad., Elementos tales como el hierro y el manganeso que son dos elementos similares que pueden ser un fastidio para el abastecimiento del agua potable. El hierro es más común que el manganeso pero frecuentemente ocurren juntos. Se asocian con mayor frecuencia a pigmentación de elementos como la ropa, porcelana, platos, utensilios, vasos, lavaplatos, accesorios de plomería, concreto, etc. Concentraciones 0,5 ppm se consideran perjudiciales e incuso algunos procesos industriales no permiten contenidos superiores a 0,1 ppm.

El sodio es el metal alcalino mas frecuente en la composición de las aguas y el único presente en cantidades significativas, para este se han establecido limite de concentración debido a la implicación del mismo en los problemas cardiovasculares y su papel en la contribución de la destrucción de los suelos en cuanto a sistemas de riego de usos agrícolas. El actual reglamento sanitario fija el contenido máximo de sodio en 150 mg/L.

El Calcio y el magnesio son elementos encontrados en todas las aguas pero con mayor abundancia en las subterráneas, forman parte de numerosas sales por lo que su influencia en las características depende del tipo de sal en que estén presentes. El contenido máximo de magnesio de un agua destinada al consumo humano no debe sobre pasar los 50 mg/L.

Para el calcio, que no es un componente toxico, no hay restricción alguna aunque a concentraciones de 1000mg/L se han presentado problemas.

En las aguas de mar encontramos al cloro como el elemento mas abundante, con concentraciones de unos 20.000 mg/L. el contenido de cloro de las aguas subterráneas en las regiones húmedas suele ser baja, inferior a 5 ppm, a menos que hayan sido contaminadas por agua de mar. En general no hay valores establecidos para la concentración del Cloro pero se considera que a 150 ppm es adecuada para cualquier uso.

En el agua no se encuentra el cloro en su forma gaseosa, en la que se comporta como un gas tóxico amarillo-verdoso; molecularmente hablando esta formado por moléculas diatómicas (Cl2) es unas 2,5 veces más pesado que el aire y de olor desagradable y tóxico.

Sulfatos procedentes fundamentalmente del yeso o anhidrita, siendo mas frecuentes el sulfato sódico y el magnesio que contribuyen a la salinidad de las aguas y a veces alcanzan concentraciones elevadas de 2000 mg/L. Desde el punto de vista sanitario su contenido no debe sobrepasar los 250 mg/L y las concentraciones mayores de 1,2 g/L se consideran negativas para los usos agrícolas. El principal problema del consumo de aguas con altas concentraciones de sulfato son los problemas gastrointestinales, debido a que tiene acción de laxante.

Los carbonatos y bicarbonatos se encuentran en todas las aguas y en ocasiones en proporciones muy elevadas; como las membranas de osmosis inversa tienen un elevado rechazo de estos iones, se acumulan en el rechazo y pueden precipitar.

La valoración del contenido de nitratos en el agua es grande y en muchas aguas subterráneas no tiene relación con ninguna formación geológica. Los nitratos del agua proceden de distintas fuentes, en algunos casos de leguminosas, residuos animales o de plantas y de fertilizantes añadidos a los suelos. Los nitratos en concentraciones mayores de 4,5 ppm son indeseables en aguas de uso domestico por el posible efecto toxico en los niños, lo que se conoce como cianosis, que es una coloración azulada de la piel o de la membrana mucosa.

Otro elemento que hace parte de los componentes de las aguas es el sílice, el cual junto con el O2 es el elemento más abundante en la corteza terrestre. Puede ser encontrado en aguas subterráneas en cantidades de hasta 100 ppm y contenidos de 20 ppm son considerados normales, no contribuyen con la dureza del agua, pero si hacen parte de las incrustaciones formadas por muchas de estas.

El flúor aparece en bajas concentraciones en aguas subterráneas, puede proceder de la fluorita, el principal componente de la piedra ígnea. Contenidos en el agua de este elemento tan bajos como 5-7 ppm se pueden considerar peligrosos. En la reglamentación técnica sanitaria se admiten contenidos máximos de flúor e el agua de 1.500 μg/L.

En algunos lugares se practica la fluorización del agua potable, consiste en la adición controlada de compuestos fluorizados en el agua de abastecimiento público, con el fin de elevar los niveles de flúor en la población hasta llegar a obtener unos nieles óptimos, en donde no se puedan presentar problemas futuros como la saturación de los tejidos expuestos, para prevenir problemas dentales.

En aquellos países en los que no se consume agua fluorizada, se promueve el consumo de sal o leche fluorizada con el fin de conseguir los mismos efectos sobre la población. Si bien en estos casos el consumidor tiene la libertad de elegir si quiere tomar alimentos con flúor o no, en el caso de la fluoración del agua de abastecimiento público se está sometiendo de manera involuntaria a los consumidores a tomar un elemento que tal vez no desee tomar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que en cada comunidad se utilice solo un tipo de fluoración sistémica ,ya sea del agua, sal o leche, combinándola con el uso de dentífricos fluorados; y, que se vigile la prevalencia de fluorosis dental para detectar cualquier aumento de la incidencia y evitar que supere los niveles admisibles.[pic 2]

La fluorosis dental es un cambio en el aspecto de la superficie esmaltada del diente causada por el consumo de cantidades excesivas de fluoruro durante el período en que los dientes se están formando, en casos de fluorosis grave, el esmalte puede tener picaduras y manchas marrones.

Además de los iones ya analizados de forma individual el agua cuenta con otros parámetros que deben ser tenidos en cuenta desde un punto de vista global, como el pH, que no es mas que el logaritmo de la concentración de iones hidrógenos del agua y es consecuencia de las sales que lleva en solución. Su valor es un indicador de características del agua.

Desde el punto de vista de la desalinización por membranas, ejerce dos tipos de acciones, el primero influye en la solubilidad de los carbonatos y regula por tanto su precipitación, y el segundo limita el empleo de las membranas de celulosa que a valores inferiores a 5 o superiores a 5, pueden experimentar hidrolisis.

La reglamentación considera que las aguas para el consumo humano deben tener un pH en los 6,5 y los 8,5.

REFERENCIAS