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Tema: El siglo del agua

Enviado por   •  20 de Febrero de 2018  •  7.389 Palabras (30 Páginas)  •  443 Visitas

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Podríamos decir que el problema es ambiental, mientras que el conflicto es social. Los problemas ambientales son causa de conflictos sociales, pero a su vez, los conflictos sociales son causa de problemas ambientales. El conflicto se deriva del problema, pero este también se alimenta por el conflicto. Para explicarlo con un ejemplo, el problema sería la contaminación del agua. El conflicto derivado sería la perdida de salud por consumir agua contaminada, o la perdida de ingresos de las comunidades que viven de la pesca, ahora afectadas por la contaminación. Pero esa situación, genera a su vez una mayor presión sobre el recurso, un aumento progresivo del problema como consecuencia del conflicto, de tal forma que problema y conflicto son cíclicos, formando un círculo vicioso.

De cualquier manera, el escenario problémico – conflictual, proporciona una mejor visión de la problemática ambiental en contexto. Tradicionalmente los problemas ambientales fueron vistos como un problema de la biología o la ecología, sin ahondar en sus causas y consecuencias. Las soluciones se planteaban desde las ciencias técnicas y naturales con estricto rigor. Hoy por hoy, se ha avanzado en una concepción del pensamiento que permite abordar la problemática ambiental desde una perspectiva sistémica e interdisciplinaria, leyendo la problemática y buscando soluciones, tanto desde las ciencias sociales como naturales, desde las ciencias humanas como técnicas.

El pensamiento sistémico viene superando el imperativo Kantiano que sitúa a la sociedad, al ser humano, por fuera de la naturaleza, creando la escisión entre ciencias sociales y ciencias naturales, hasta el punto de entender que lo ambiental es precisamente la confluencia, interacción e interrelación entre sociedad y naturaleza, entre población y territorio. De hecho recientemente se viene hablando de ciencias ambientales, como un concepto de fusión, de interacción. El hecho de que aquí se capitule por un lado los problemas y por otro los conflictos solo tiene fines explicativos, pero queda claro que se plantea una situación cíclica, retroalimentativa del problema y del conflicto como un todo.

En este escenario es evidente que los problemas ambientales son de origen antrópico, principalmente. Es el ser humano, su cultura y todas las expresiones de ella, sus modos y relaciones de producción, su forma de interactuar con la biosfera, la principal causa de los problemas ambientales que aquejan al mundo de hoy. Augusto Angel Maya habla de la fragilidad ambiental de la cultura (1996). En sus términos inapelables, la propia cultura y civilización humana, en especial la cultura occidental predominante, altamente consumista, poco educada y poco conciente de su relación y dependencia con la naturaleza, es la principal causa de los problemas ambientales.

Evidentemente, todas las expresiones de la cultura humana predominante, esto es, las ciencias, la tecnología, la economía y el derecho, por citar solo algunas expresiones, han puesto históricamente a la naturaleza al servicio indiscriminado del hombre. Las religiones por su parte, también expresión de la cultura humana, en especial el cristianismo, sacaron al hombre de la naturaleza, hecho a imagen y semejanza de un ser sobrenatural, destinado a dominar la naturaleza, casi como un mandato divino. Y es precisamente el derecho de propiedad del ser humano sobre la naturaleza, lo que nos convirtió en propietarios con derechos, pero sin deberes, con señorío y sentido de dominio absoluto y consecuentemente sin responsabilidad, sin obligaciones correlativas.

Otras expresiones humanas propias de la cultura, conocidas como ciencias y/o disciplinas, contribuyeron enormemente a situarnos por fuera de la naturaleza. De un lado, la economía, que puso el capital natural al servicio del capital económico, sin valorar los recursos naturales, ni los costos de su explotación indiscriminada. De otro lado, el derecho, que contribuyó decididamente a forjar el dominio del hombre sobre la naturaleza, al amparo de la propiedad privada. En ambos casos, se logró que la naturaleza fuera un bien patrimonial, susceptible de apropiación y como se sabe, generador de poder y riqueza, sin discriminar los deberes para con los demás congéneres, y menos, para con las futuras generaciones.

Si bien los problemas ambientales se derivan principalmente de una cultura antiecológica, resulta claro que derivado de esos procesos de apropiación y acumulación de capital, de inconciencia e incultura, y de desarrollo científico y tecnológico insostenible, surgen mas razones para los problemas ambientales.

En primer lugar, el crecimiento exponencial de la población, tal como lo denunciara en “La Explosión Demográfica” (Erlich, 1958), donde claramente se evidencia el aumento de la población mundial con el consecuente consumo de recursos naturales, generando una enorme presión sobre ellos y un aumento de la demanda, al tiempo que se disminuye y deteriora la oferta de bienes y servicios ambiéntales que provee la naturaleza.

En segundo término, el portentoso consumo energético, de insumos, materias primas y recursos naturales, no solo derivado del implacable aumento de la población, sino además, de la filosofía utilitarista, del modelo consumista exacerbado, de la dilapidación de recursos, del sistema tradicional de crecimiento y desarrollo económico, de la aplicación de tecnologías y energías insostenibles, de la creación de miles de nuevos bienes y servicios de consumo, del aumento en la generación de residuos de toda índole, en fin, de una enorme presión que se le mete a la naturaleza tanto en su función de fuente, esto es, como proveedora de bienes, materias primas, insumos, energía, agua, recursos, como en su función de vertedero o sumidero natural, es decir, como receptora de contaminación, de emisiones, vertimientos y desechos sólidos.

En ese orden de ideas podemos afirmar que los problemas del agua son causados principalmente por la falta de educación, cultura y conciencia ambientales, por el exagerado consumo del agua aumentado en todos los niveles y por la contaminación de las aguas afectando su calidad, su dinámica y su propio ciclo.

Los problemas del agua en el momento actual son ciertamente graves. Considerada tradicionalmente como un recurso natural renovable, cuando es más rápida la pérdida del recurso por calidad, que su renovabilidad, esta última prácticamente deja de existir. La primera afectación del recurso hídrico es entonces su factor de renovabilidad. El deterioro progresivo de la calidad del agua, sin tiempo y capacidad de auto renovación, configuran el primer problema grave del agua.

Los problemas derivados del consumo afectan directamente

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