Teorias de la comunicacion.

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La actitud de Arnold causó molestia en sus papás y ellos decidieron hablar con él. Después de esa gran plática, que duró horas, Arnold entendió que no sabía bien a bien porque estaba molesto con todos. El dilema de su “dureza” hacía ellos dio vueltas en su cabeza por semanas, jamás encontró una razón justa para reclamarles y su enojo poco a poco comenzó a desaparecer. En cuestión de meses el comportamiento de Arnold cambio de forma drástica y la relación familiar dio un giro favorable, que se tradujo en armonía y buen ambiente en casa. Pero a pesar de esta mejora, Arnold no podía dejar de sentir esa sensación de extrañeza cada vez que compartía sus nuevas ideas con sus papás.

La adultez llegó a la vida de Arnold y con veinte años decidió dejar la casa de sus papás para comenzar a estudiar en una Universidad de otro país. La relación con sus padres fue cada día mejor y por fin encontró la molestia que lo aquejó durante la adolescencia. Fue hasta ser adulto que logro identificar que la fuente se su enojo provenía de la niñez, no entendía (siendo niño) como sus papás que siempre fueron amorosos comenzaron a imponerle limites, que con el paso del tiempo le resultaron insoportables. No entendía como su mamá podía querer con la misma intensidad a su papa y a él. Pero todos estos problemas se veían muy pequeños ahora que los analizaba con visión adulta. Aún así recordó como sentía el mundo desmoronarse cada vez que no se cumplían sus caprichos.

En la actualidad cada vez que Arnold recuerda sus berrinches y esas peleas con sus papás no puede evitar sonreír. Porque a pesar de que en su momento fueron situaciones intensas e incluso dolorosas, le ayudaron a formar su personalidad y hacerlo el adulto que es.