Un análisis acerca de las imágenes, la televisión y las nuevas tecnologías. Cómo se introducen en la escuela y por qué es importante hacerlo.
Enviado por Ninoka • 23 de Marzo de 2018 • 3.776 Palabras (16 Páginas) • 424 Visitas
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Este es un primer ejemplo, pero como dije antes, la lista es amplia. Tenemos por otro lado al tan discutido, en los últimos tiempos, programa “Showmatch” con su escandaloso y conocido certamen “Bailando por un sueño” y todas su variantes (Patinando, Cantando, Kids). Este programa, al igual que el antes mencionado, más allá de su disfraz de danza, sueños solidarios y “show de entretenimiento”, es también un gran promovedor de lo privado como público y mediático, así como también de ciertos mensajes de poder, de estigmatización de ciertos sectores y sobretodo de violencia explícita y simbólica en relación a la mujer y su cosificación. El famoso “corte de polleritas” que generó grandes debates, es solo el más visible de los hechos, pero en prácticamente cada situación que se da en este programa existe una relación de poder muy fuerte y diferenciado por parte de quien es “el dueño del circo” para con “los monos”. Cuerpos exuberantes, estereotipados y muchas veces poco reales, copan la pantalla durante la transmisión, en su mayoría semidesnudos e incluso en varias oportunidades “como dios los trajo al mundo” en actuaciones que no distan mucho de la pornografía.
Todos estos modelos de violencia, de exposición, de consumo, de estereotipos, de normalidad, se han ido naturalizando y cada vez parece ser mayor la cantidad de programación que copa la pantalla con este tipo de contenidos. Otro ejemplo es el gran número de programas que basan su contenido en los escándalos mediáticos y privados de los famosos y se alimentan de otros programas que luego repiten, muestran, critican, analizan, defienden y vuelven a mostrar, desde la falsa etiqueta de periodismo de espectáculos, cuando en realidad es una estandarización de acontecimientos del medio, que si lo pensamos un poquito, poco deberían interesarnos, si la hija de Nazarena Vélez se casa o se separa del hijo de Carmen Barbieri, si la modelo Pampita se peleó delante o detrás de cámara con Moria Casán, si fulanito se fue a Nueva York para encontrarse con menganita; es decir, cuestiones de la vida privada de las personas, de personas que en realidad no conocemos.
Hasta aquí, he analizado sólo material mediático y cholulo, y aunque en muchas oportunidades también se acercan a cuestiones políticas y sociales, hay en la televisión argentina otros programas que se encargan de forma más específica de trasmitir e instaurar ideas de este tipo como verdades absolutas e indiscutibles a través de modelos de violencia y en favor de ciertos sectores económicos y sus intereses. En este caso, hay dos ejemplos que me gustaría traer a este análisis: por un lado el ya histórico, mítico y elitista programa de la señora Mirtha Legrand; que es una conjunción interesante entre estos dos puntos planteados. Los almuerzos de “La Chiqui”, reúnen a personas y personajes del medio artístico, social y político. Aquí los temas que se abordan son variados, van desde lo privado, mediático y escandaloso (como los otros) a cuestiones de ideologías y posturas políticas muy marcadas en una línea dispuesta por su conductora. Éste también es un programa con mucho éxito en la televisión, con puntos muy altos de rating y que llega a los hogares de muchísimos argentinos, por ende, lo que sucede y se dice en él, es tomado por una gran cantidad de personas como cierto, real o natural gracias a la construcción de la señora Legrand, una señora con trayectoria, que dice lo que piensa, que es muy respetada en el ambiente televisivo como en las calles, pero que incluso en ese respaldo, se puede ver la idiotización y banalización de determinadas cuestiones. Por otro lado, quisiera traer también al programa “Periodismo para todos”, conducido por Jorge Lanata. Es un programa que surge por oposición al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, basado en el odio y la violencia explícita hacia el mismo y la creación de informes que ponían en duda, si es que no invalidaban directamente, prácticamente todos los actos del gobierno de turno, desde sus planes políticos, sociales y económicos hasta la muerte del ex presidente Néstor Kirchner. “PPT”, expone y hace visible esa oposición que yo denomino violenta ya desde su cortina musical e inicio de programa (Fragmento en el atlas).
Ambos programas pertenecen a una línea política que claramente no resultaba ser compatible con el gobierno popular, es más, es su antagonista. Aquí deberíamos entrar en cuestiones profundas de políticas e intereses de las grandes corporaciones que controlan la mayoría de los medios de comunicación (grupo Clarín, por ejemplo), los cuales no se vieron favorecidos por el gobierno y sus políticas de Estado, entonces, utilizaron como herramienta los medios a su disposición para lograr instaurar en la población una idea de malestar, de miedo, de inseguridad y desconfianza para con la nación y sus dirigentes, en pos de favorecer a los sectores económicos más elevados que entonces se encontraba en “desventaja”; logrando así mediante esa manipulación televisiva e informática, que el pueblo argentino comience a creer –porque lo dicen en la televisión- que la situación del país no daba para más y hacía falta un cambio, aunque la realidad que vivía cada una de esas personas, quizás no estaba ni cerca de la realidad que les planteaban. Pero basta con este simple pantallazo para dar cuenta del poder que tiene la televisión, los medios, las imágenes; del poder que ejercen mediante éstos quienes lo controlan, quienes son dueños, quienes quieren que pensemos, creamos y obremos como a ellos les es más conveniente. Desde este punto se pueden nombrar también muchos noticieros y otros programas que intentan ser de debates políticos pero que sólo se quedan en la escandalización y la desinformación.
He citado al principio a Allan Ginsberg, porque realmente considero que quien controla los medios, controla la cultura; basta saber quién o quiénes mueven los hilos de la marioneta audiovisual para determinar a qué tipo de cultura apunta construir o destruir. Si bien los antes nombrados ejemplos responden, como dije antes, a las grandes corporaciones y sus intereses, hay también otras alternativas en la televisión que se constituyen en pos de la cultura, la diversidad, de otras posibilidades, otras formas, otras miradas que no son aquellas que velan por los intereses del consumo, los estereotipos y la homogenización.
He oído hablar de posturas y opiniones que apuntan a que la televisión no sirve, que es basura, que no hay que mirarla, que es solo una caja boba que busca atraparnos en sus redes de mentiras y muchas otras cosas por el estilo; pero tengo que disentir respecto a esto, porque si bien, por un lado es cierto, también, como dije antes, no toda la
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