CANCER INFANTIL

CANCER INFANTIL

El cáncer infantil en México es un problema de salud pública, al ser la principal causa de muerte por enfermedad entre los 5 y 14 años de edad, cobrando más de 2,000 vidas anuales. Comparado con las enfermedades neoplásicas en los adultos, el cáncer en la infancia y adolescencia representa una proporción baja, ya que solo el 5% de los casos de cáncer ocurren en niños. Sin embargo, esta enfermedad representa una de las principales causas con mayor número de años de vida potencialmente perdidos, ya que se estima que cada niño que no sobrevive al cáncer, pierde en promedio 70 años de vida productiva. Además de ser un factor negativo para la salud emocional y la dinámica familiar.

El cáncer es curable si se detecta a tiempo. Desafortunadamente, el 75% de los casos de cáncer en menores de 18 años en México se diagnostican en etapas avanzadas de la enfermedad, lo que incrementa considerablemente el tiempo y costo del tratamiento, y disminuye de manera importante la posibilidad de curarse.

¿Cuándo sospechar un cáncer?

Es engañoso ya que los síntomas pueden ser los mismos que los de una enfermedad viral. Por lo tanto es primordial el rol del médico en la detección de la patología. Posibles síntomas relacionados con el cáncer, que ameritan una consulta son su médico de cabecera:

1. Calentura (fiebre) persistente o recurrente, es decir, que dure varios días y no ceda a tratamientos comunes (antibióticos, analgésicos).
2. Dolor de cabeza, persistente y progresivo: de predominio nocturno, que despierta al menor o aparece al momento de levantarse y puede acompañarse de náuseas y vómitos.
3. Dolores óseos que han aumentado progresivamente en el último mes e interrumpen su actividad.
4. Petequias, moretones (abundantes en cualquier parte del cuerpo, descartando golpes o maltrato infantil) y/o sangrados (de nariz o encías los cuáles son frecuentes y abundantes).
5. Cambios evidentes en los ojos: leucocoria (pupila blanca), aniridia (falta de iris), heterocromía (diferente color en los ojos), hifema (Sangre en el ojo), proptosis (ojos saltados).
6. Ganglios > 2.5 cm de diámetro, en cualquier parte del cuerpo, principalmente en cuello, axilas e ingles, los cuales son duros, no dolorosos, con evolución > o = 4 semanas.
7. Convulsiones sin fiebre ni enfermedad neurológica de base.
8. Debilidad unilateral (una de las extremidades o un lado del cuerpo)
9. Asimetría física. (Crecimiento anormal en cualquier parte del cuerpo).
10. Cojea por dolor.
11. Cambios del de conducta o alteraciones neurológicas (mareos, movimientos involuntarios, pérdida del equilibrio al caminar, caídas constantes, pérdida de sensibilidad).
12. Dificultad para hablar.
13. Masa palpable en abdomen o en alguna región del cuerpo sin signos de inflamación.
14. Alteraciones en la visión: visión borrosa (no el uso de lentes, que noten que de un tiempo a la fecha batalla mucho para ver), visión doble o ceguera súbita.
15. Pérdida de apetito y pérdida de peso en los últimos 3 meses.
16. Palidez, fatiga y cansancio sin causa aparente.

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