“Equilibrio y balance del pie equino”
Enviado por Bernardita Estay Schlack • 6 de Abril de 2018 • Síntesis • 2.665 Palabras (11 Páginas) • 514 Visitas
“Equilibrio y balance del pie equino”
Integrantes:
Nicole Pedemonte Pizarro
Daniela Pelayo Varela
María José Pino Muñoz
Katherine Ponce Orellana
Luis Quintana Schnettler
Javiera Rodríguez Castro
Introducción
La conformación del pie es de gran importancia debido a la función biomecánica que ejercen las estructuras que lo componen. (Grady y Poupard, 2013), entre un 70 a 80% de las cojeras en equinos implican problemas en el pie (Merriam, 2003).
El dígito equino está conformado por los elementos incluidos en el casco y la articulación de la cuartilla, una región que abarca las falanges distal (tercera), medial (segunda), y proximal (primera) y las estructuras asociadas a ellas, como el hueso sesamoideo distal, también llamado hueso navicular (Garibay, 2016). Para mantener un funcionamiento armónico de estas estructuras, es necesario que, al apoyar el miembro, el casco haga contacto con el suelo con ambos lados al mismo tiempo (Loving, 2010). Los cascos del miembro anterior son más redondeados, anchos y de menor angulación que los posteriores, que tienen pared más vertical y palma más cóncava (Peña, 2011).
En el equino, la distribución del peso corporal no es equitativa, aproximadamente el 60% del peso corporal se encuentra concentrado en los miembros anteriores y es por esta razón, que la mayoría de las claudicaciones ocurren en dichos miembros (Rivas, 2010), por otro lado, los defectos en el miembro posterior son menos frecuentes y por lo general son de menor gravedad, pues al contrario de lo que ocurre en miembro torácico, aquí se concentra un 20% menos del peso corporal (Garibay, 2016).
Desarrollo
1. Anatomía del casco: el casco se clasifica como un estuche córneo, originado desde piel modificada. Su función es recubrir absolutamente la porción distal del pie del equino (Claver y Gimenez, 2003).
- Pared: esta se genera en el borde coronario y termina en el piso. En la cara caudal, donde se encuentran los talones, se refleja hacia el interior para formar las barras de la suela. La suela se separa de la pared por la línea blanca o línea alba.
- Suela: es la cara que da hacia el suelo a la hora de apoyar un miembro.
- Ranilla: se trata de una estructura con forma de cuña en la parte media posterior de la suela, los surcos paracuneales la separan de las barras.
2. Normalidad:
a. Aplomos: un caballo bien aplomado tiene sus diferentes ejes óseos en una posición que le permite sostener el peso corporal y la ejecución de movimientos de la forma más eficiente, segura y con la menor fatiga posible (García, 2011). El aplomo en la mayoría de los casos es el factor principal de desequilibrio en el balance dinámico del dígito equino, tanto del miembro como del casco (Curtis, 2002). Los aplomos digitales y del casco se evalúan dibujando una línea imaginaria que va desde la región de la caña bajando por el menudillo hasta las pinzas del casco, de frente y de perfil. El herrador debe buscar la simetría en ambos cascos, lo que significa que el casco delantero izquierdo es una imagen especular del casco delantero derecho, como lo son los cascos traseros (Floyd et al.,
2007).
Las estructuras anatómicas del pie están sujetas a esfuerzos importantes cuando el pie se apoya en el suelo. Esta fase puede dividirse en 3 momentos: tiempo de amortiguación, tiempo de sostén y período de propulsión. El apoyo desequilibrado conduce al equino a pisar en dos tiempos, provocando contusiones repetidas, que en el tiempo se traducen en fallas en el crecimiento del casco, rodete coronario sobre elevado y en casos más complejos, osteítis (García, 2011).
b. Equilibrio y balance: el objetivo de mantener al pie en equilibrio es conservar una igualdad o balance de fuerzas en las estructuras que conforman el pie y de la extremidad, lo que permite un comportamiento y rendimiento óptimo en el caballo, cualquiera sea el ámbito en el que se desempeña (Rivas, 2010). Cuando evaluamos el equilibrio a nivel del casco, nos encontramos con el término balance, este hace alusión a la relación entre la extremidad del equino, los cascos y la herradura. También considera la forma del dígito en equilibrio tanto en movimiento como en estación y la forma en que afecta el herraje al equino (Garibay, 2016).
- Balance estático: corresponde a la relación espacial y del centro de gravedad del individuo en estación, en otras palabras, el equilibrio del casco y del miembro en estación. Se considera correcto cuando la superficie de la palma del casco es perpendicular al eje del miembro (Rivas, 2010).
- Balance dinámico: apunta a la colocación del dígito sobre el suelo durante el movimiento. Se habla de un casco en equilibrio dinámico, cuando este alcanza el suelo de forma plana, lo que indica una distribución homogénea de peso sobre la parte inferior del casco (Garibay, 2016).
Para equilibrar correctamente el dígito equino mediante herraje se deben corregir los siguientes puntos:
- Nivel: toda la parte inferior de la muralla debe estar nivelada con una superficie plana, debido a que las irregularidades en el casco conducen a que el peso se apoye de forma irregular (Garibay, 2016).
- Ángulo: el ángulo del casco a nivel de los talones debe ser paralelo al ángulo a nivel de las pinzas. Se comprobará que el ángulo de la pared del casco sea correcto, con el nivelador (el ángulo adecuado es de 45º en las manos y de 50º a 55º en las patas) (Garibay, 2016). El ángulo del casco se mide en la tapa dorsal del casco y la superficie que contacta con el suelo. Esta angulación afecta la posición del casco cuando aterriza, pero no afecta en la trayectoria. A medida que el ángulo sea más agudo, más probable es que las lumbres (pinzas) lleguen primero al suelo, más tensión se producirá en el tendón flexor digital profundo y más compresión sobre estructuras naviculares, también aumentará el peso en los talones reduciendo también su crecimiento (Loving, 2010). Al mirar el pie del caballo de lado se debería trazar una línea imaginaria que pasa verticalmente entre la parte media de la caña y pulpejos del talón. La inclinación de los talones debiera ser similar a la de la cara anterior de la muralla del casco (Loving, 2010).
- Longitud: se mide en el centro de las pinzas, desde el punto de encuentro del periople y la parte dura de la muralla hasta el borde palmar. Las pinzas con extrema longitud pueden causar un importante grado de rotura del borde distal de la muralla y desgarro de la lámina. La longitud apropiada de las pinzas de un casco listo para ser herrado, varía según el tamaño, el peso y la raza del caballo. (Ross y Dyson, 2003).
- Simetría: en general, la longitud de las pinzas de un casco debe ser igual a la de su homólogo. Sin embargo, suele presentarse una variación en el ángulo entre el par de cascos debido a la conformación individual de cada miembro. Los cascos serán rebajados y herrados diferentes, pero de forma que se muevan igual (Garibay, 2016).
3. Herraje
Esta técnica tiene como objetivo evitar el desgaste del tejido córneo del casco que producen las superficies abrasivas sobre las que deambula el caballo (Curtis, 2002; Stashak et al., 2002) y como principio, nunca debe desaplomar a un caballo con aplomos correctos, pero si debe aplomar a un equino desaplomado, siempre y cuando, el problema se encuentre en el casco y sea posible solucionarlo con esta práctica (León, 2006).
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