Política comercial mundial

En estos momentos (septiembre de 2021), el precio de la electricidad se ha disparado, llegando a máximos históricos casi cada día. La explicación a este incremento de precios, que afecta no sólo a España sino a toda Europa y también China, tiene mucho que ver con el encarecimiento a nivel mundial de otros recursos o energías como el gas, el petróleo, la energía eólica, solar, entre otros, que inciden directamente en la factura de las eléctricas. La repercusión es en el ámbito de las familias y sobre todo de las empresas, que son las que más consumo disponen para producir bienes.

¿Por qué las subidas del precio del gas, petróleo y otros materiales fósiles afectan a nuestra factura de la luz?

Son varias las fuentes de energía que se pueden utilizar para generar electricidad en nuestras centrales y, entre éstas, están el gas, el petróleo o el carbón. De ahí la relación directa entre el precio de estos combustibles y el de la electricidad. Como el precio al que el mercado ibérico está pagando los recursos es caro, la tarifa final de la factura de la luz se ve afectada al alza, porque estos materiales hacen falta para generar electricidad. Si a todo esto le sumamos que en verano no hay mucho viento, podemos deducir que la fuente eólica tampoco ayuda a abaratar la luz. Otro de los factores a tener en cuenta en el problema energético es la subida de lo que pagan las empresas eléctricas por sus emisiones de CO2, mayormente las que utilizan como fuentes el petróleo o el carbón para la generación de energía eléctrica. La Unión Europea ha aumentado las cargas sobre estas emisiones, así como las sanciones por incumplir la normativa y todo ello, también se repercute en lo que pagamos de luz.

Si el incremento del precio de los combustibles fósiles afecta al precio de la electricidad, ¿cuáles son las causas que provocan que estos recursos sean más caros?

Focalizando en el gas natural, que es lo que nos atañe, hay numerosas causas que inciden en la subida del precio, que se ha incrementado diez veces respecto al año pasado:

• Verano muy caluroso que aumenta la demanda tanto en el consumo de los hogares como de las empresas y por tanto, sube el precio de este combustible.
• Conflicto Marruecos – Argelia. La ruptura diplomática entre estos dos países del norte de África, por el conflicto del Sáhara Occidental, añade incertidumbre a la utilización del gasoducto Magreb-Europa, vía principal de entrada de la mayoría del gas consumido en España y que está pendiente de renovación del contrato de suministro.
• Conflicto Rusia – Ucrania. A pesar del acuerdo sobre el tránsito del gas desde Rusia a Europa, atravesando Ucrania, las tensiones entre ambas naciones siempre están presentes en las cotizaciones del gas.
• Recuperación económica post-covid del mercado asiático, que está absorbiendo gran parte de la producción de gas mundial, disminuyendo la oferta con la consiguiente subida del precio.

¿Qué medidas de protección exterior se pueden implementar para rebajar el impacto del precio del gas en la factura de la luz?

• Enfocando el problema desde una óptica positiva, se deberían impulsar instrumentos de fomento de las importaciones de otros bienes con los países productores de gas (rebaja de aranceles, cupos arancelarios), aumentando sus ingresos, tan dependientes del petróleo y del gas, para de esta manera intentar rebajar el precio del combustible y que se pueda producir electricidad en las centrales más barata.
• Apertura comercial  hacia otros países que producen gas como Iraq, Irán, Venezuela y Nigeria, para no depender tanto de Argelia o Rusia. Por ejemplo, reduciendo o eliminando aranceles en el intercambio de bienes.
• Impulsar beneficios fiscales, facilidades de crédito y otros subsidios indirectos a las empresas nacionales que generan electricidad con recursos alternativos: viento, agua, energía fotovoltaica.
• Centrándonos directamente en los instrumentos de protección exterior:

1. Establecer cuotas de importación a todos los bienes que provengan de uno de los grandes productores de gas como medida de presión para intentar rebajar el precio. Al mismo tiempo tratar de favorecer las importaciones de productos de otro gran productor para evitar el desabastecimiento.
2. Impuesto al consumo de bienes importados: para disminuir su consumo, limitando los ingresos de la zona que exporta.
3.  Proteccionismo administrativo: estableciendo normas administrativas para obstaculizar la entrada de productos extranjeros y bloquear el intercambio de productos.

En mi opinión, siempre se debería adoptar una perspectiva positiva en este conflicto, ya que nuestra dependencia del gas es muy grande. Por ello, intentaría fomentar el intercambio de bienes y servicios entre la UE y los países productores a través de acuerdos comerciales que permitieran a los países exportadores de combustibles fósiles no ser tan dependientes del petróleo, del gas o del carbón. De esta manera, se podría abaratar los precios porque se reduce la importancia de los ingresos que generan en sus economías.