ANALFABETISMO AUTO-IMPUESTO

ANLFABETISMO AUTO-IMPUESTO

 Los analfabetos auto-impuestos, son personas que pueden leer pero que, por cualquier motivo, eligen no leer, o personas que pierden el tiempo viendo basura en la televisión, leyendo revistas de chismes y publicaciones sensacionalistas. Tal  como observo Mark Twain, “la persona que puede leer pero no lo hace, no está en mejores condiciones que la persona que no puede leer.”

Elegir mantenerse como un analfabeto auto-impuesto seria como recibir un billete de lotería ganador y ser demasiado perezoso para ir a cobrarlo. Si usted es como todos los demás, ¡sacaría tiempo para ir al banco! Lo mismo se aplica al mejoramiento personal – debe destinarse tiempo para leer.

Harvey Mackay, autor del exitoso libro Nadar entre tiburones sin que se lo coman vivo, tiene para decir lo siguiente acerca del poder de la lectura:

“Nuestras vidas cambian de dos maneras: a través de las personas que conocemos y los libros que leemos.”

Si usted no conoce a nuevas personas y no lee nuevos libros, ¿adivine que sucede?: usted no cambia. Y si no cambia,  no crece. Es así de simple.

Miren, me doy cuenta de que no toda persona feliz y económicamente libre es un lector…y no todo lector es feliz y económicamente libre. No hace falta decirlo. Lo que digo es que usted se de ese margen estrecho para ser mejor hoy de lo que era ayer. ¡Hablo de darse la oportunidad de ganar el juego de la vida comprando una vocal! ¡Hablo de leer y enriquecerse en todas las áreas de su vida!

En la era de la información, tener libros en casa y no leerlos, sería como estar en la Era Agraria, y tener semillas en la mano y no plantarlas. En una era en que los “trabajadores del conocimiento” superan ampliamente a los obreros, es mejor que usted esté preparado para obtener el conocimiento… ¡y obtenerlo AHORA!

“No tengo tiempo para leer”

Ya sé que la gente compra libros con la mejor intención. Tienen la sincera  predisposición de leerlos cuando los pagan en la caja de las librerías. Pero admitamos que hoy en día las personas están más ocupadas que nunca. Surgen cosas. Así es la vida. Y antes de que se den cuenta, es hora de ir a dormir y están cansados.

No hay tiempo para leer.

Bueno, ¿y si aprobaran una ley que otorgara un millón de pesos mensuales a cada persona que leyera 15 minutos por día sin falta durante un año? ¿No cree que la mayoría de la gente de repente se tomaría tiempo para leer? ¡Claro que sí! Por el dinero, reordenarían sus prioridades para incluir la lectura, ¿no es cierto?

Ahora, fíjense que dije  tomarían más tiempo – no que harían  más tiempo – del que tenían antes. A todos nos han dado días de 24 horas. Ni más, ni menos. Por eso en realidad no podemos hacernos más tiempo. Pero si la gente recibiera dinero en efectivo por leer, reordenarían sus horarios y se tomarían más tiempo para leer, ¡les aseguro!