Árbol entre dos Muros. Pacheco
Enviado por monto2435 • 26 de Diciembre de 2018 • 1.506 Palabras (7 Páginas) • 617 Visitas
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- Composición interna y análisis del estilo
En el poema se ven una gran variedad de figuras retóricas, utilizadas para expresar de una manera muy sutil los sentimientos del hablante lírico. Predomina el uso de elipsis e hipérbatos, para resaltar la musicalidad del poema y darle énfasis al tono trágico del poema.
El poema comienza con un encabalgamiento de la idea del primer verso al segundo. El día podría ser una metáfora del árbol usado en el título del texto, que a su vez es una metáfora para el tiempo del humano en existencia, para la bondad y la luz. Se introduce la idea de que este día está acorralado por la noche, quizás sugiriendo que el tiempo del ser humano en el planeta tierra está acorralado por tiempos de oscuridad que no se sabe que fueron o que serán. (el pasado y el futuro). El tercer verso es una elipsis, una personificación del día y una sinestesia al mismo tiempo. La siguiente estrofa comienza con otra personificación del día (“el día se devora”) para introducir a la idea principal del texto, el paso del tiempo y las ideas del filósofo griego Heráclito. Todo el primer verso es una alteración de la estructura normal de la oración. El siguiente verso utiliza una imagen cromática de la tarde o atardecer, utilizada para darle una imagen al lector clara sobre lo que será el fin del día. Una elipsis omite la palabra “sol” en el tercer verso y un asíndeton enumera los atributos del sol, con el mismo propósito de la imagen cromática vista anteriormente. Finalmente se termina la idea principal del apartado abiertamente declarando que el día muere o se derriba ante la noche.
En el segundo apartado se empieza con otro hipérbato, y una metáfora del sol (“isla en llamas”) se evidencia en el tercer verso de la tercera estrofa. Se continúa la idea del apartado en la siguiente estrofa, esta vez referenciando la época en la que se escribió el poema y definiéndola como una época oscura. Se introducen las preguntas existenciales del ser humano, y una paradoja toma forma. El tiempo hace que los humanos se pregunten cosas sobre su existencia, sin embargo, éste no toma acción alguna sobre la existencia del ser humano, y de todas maneras las preguntas y respuestas que el ser humano crea son irrelevantes porque al final el tiempo “todo se llevará”, el día cambiará sin importar.
El tercer apartado empieza con una personificación del tiempo, haciendo entender que desde el principio el tiempo ha luchado con la divinidad, entendiendo que el cielo es una metonimia de la divinidad. Es decir, el fluir del tiempo contradice a las divinidades, debido a que el tiempo es más poderoso que ellas. Utilizan imágenes como el agua y el musgo, que son representaciones de el fluir constante y la destrucción inevitable, y el musgo como algo que devora y carcome todo. Se utiliza otra metáfora, la savia, como algo que los humanos no ven a simple vista y construye un oxímoron, “navegación inmóvil” para definir la naturaleza cambiante del tiempo. También expresa que el humano trata de luchar contra el pasar del tiempo imponiendo un “muro”, que no es más que otra metáfora para reemplazar a las memorias y recuerdos del ser humano, que quizás sean intentos para retrasar o limitar el tiempo, sin embargo, no tiene éxito en hacerlo. Se finaliza el poema con metáforas del carácter cíclico del tiempo mediante el relámpago, para expresar el poder, pero la fugacidad del día.
- Conclusión
Este es, sin duda, uno de los trabajos más complejos y más creativos de autor. El uso de recursos estilísticos, aunque al principio dificulta la comprensión del poema, lo hacen más rico en contenido lírico a medida que el lector va leyendo detenidamente y analizando los recursos. Es un gran exponente de la primera etapa de Pacheco, que sintetiza en un solo texto lírico la mayoría de ideas que se verían plasmadas en el resto de poemas pertenecientes a la primera etapa y también algo de lo que se vería en sus siguientes etapas.
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