14 Días. Ensayo
Enviado por tolero • 16 de Noviembre de 2017 • 2.146 Palabras (9 Páginas) • 565 Visitas
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¿Hola?- fue mi primer reacción al verlos, quise ser amigable, sencilla como siempre solía ser con todos, aun sin saber que ese hola no sería para alguien que trataría después como a todos, si no a alguien que cambiaría mi mundo.
Hey! Hola- Fue una respuesta unísona- estas aquí, bueno creo que deberías invitarnos más alcohol. No entiendo por qué me gusto la forma en la que se veía tal momento, eran tan solo 2 hombres los más vagos y ebrios los cuales sudaban y no les importaba tal cual la vida del exterior. Justo en el momento que me negaría a aumentar su ebriedad, sonó el móvil, era mi madre del otro lado de la bocina, me aparte del lugar un poco para que no presintiera el lugar donde me encontraba.- ¿Hola? ¿Qué pasa?- ¿En dónde estás?- Voy en camino hacia allá madre! ¿Qué es lo que pasa?- Bueno creo que has olvidado que comeremos hoy con tu hermana, ya te estamos esperando por favor no tardes- Ok mamá ya salgo para allá- reincorporándome así al lugar- chicos les quedo mal, acabo de hablar con mi mamá y debo ir en este momento con mi familia, ¿les parece que la próxima semana venga y les compre su alcohol?- lo dije tan segura y madura, ni parecía que yo estaba hablando en ese momento.
Y fue ahí, en ese momento en el que de su boca salieron las primeras palabras dirigidas hacia mí.-Háblale a tus papis y diles, HOY NO LLEGO!, te quedas, tomamos un poco y nos divertimos, Anda!- balanceando así su cabeza a la derecha y ponía unos ojos tan dulces peor que un ternero recién nacido, su mirada a su vez era más penetrante y no la quitaba de mí, volviéndose un tanto intimidante y profunda provocando así un cierto nerviosismo, de esos nervios que te hacen sentir todo tu sistema periférico estremecerse hasta los huesos, él era una persona con la que jamás había entablado una mínima conversación como es que logro intimidar, fue un cataclismo total en mi interior, derrumbando mi barrera contra los nervios.
El lugar en ese momento aumento la temperatura o al menos eso sentí yo, pues comencé a transpirar de una forma inigualable. Carajo que calor hace aquí dentro- fue mi frase salvadora para no parecer una idiota frente a él.
Eres una fresa como este tipo- decía el hermano de Fernanda- claro yo soy un fresisima, ¿tú eres? Entonces nos entenderemos muy bien- esto lo decía sin haber quitado sus ojos de mi- oye ya perdiste el juego- le dije mientras yo igual lo veía igual. Todo a nuestro alrededor se detuvo, solo existía él y yo en el lugar y nuestras miradas unidas, no importaba que ya sabía quién era, no importaba que el amor de su vida estuviera en el mismo lugar no importaba quien nos viera él y yo estábamos unidos con la mirada.
Salí del lugar lo más rápido que pude para ver a mi familia, en el transporte solo tenía penetrados esos ojos cafés, sé que querían decir algo más, sé que había algo más adentro de ellos, algo que me causaba misterio y ganas de indagar más.
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CAPITULO 3
Esa semana fue la semana más tranquila de todas, salía con las chicas del colegio riendo como era costumbre para llegar a mi casa, a mi tediosa casa, solo llegaba a cuidar a mis 3 inquietos sobrinos, mi vida era rutinaria, solo buscaba buenas notas en la escuela, estar sin problemas, cuidar a los bebes enérgicos de mi casa y tener que leer escribir editar o fotografiar, no tenía espacio para enamorarme, había personas insistentes pero yo me centraba en tan solo saber que pasaría en el siguiente capítulo de la novela que leía en ese momento.
Tan pronto como no me di cuenta era viernes mi cuerpo exigía un descanso enorme del día tan caluroso camine hasta el transporte con la música en mis oídos decidí cerrar los ojos y poner un poco de atención a Caifanes y su Viento retumbando en mi cabeza y fue en el momento en el que algo me hizo voltear hacia el lugar donde conocí hace apenas unos días a un tipo intimidante, llegando así a mi mente ese color que salía de esos ojos y ese misterio que me hicieron sentir por un momento, llegue a casa sin mucho que decir tire el móvil en mi sofá y decidí adentrarme a la limpieza hogareña, parecía que 3 cavernícolas habían sido cómplices de un huracán y su objetivo era deshacer todo a su paso.
Pasaron 3, 4 ,5 y 6 horas en las que volví a tocar el móvil, eso era un suceso en verdad raro pues era una persona adicta a él y siempre debía mantenerlo a mi lado con música o al menos internet conectado para platicar con mis amigos lejanos que tanto extrañaba, pero algo extraño en mi organismo me hizo no tomarlo ni un segundo llego la noche, era prácticamente de madrugada cuando decidí abrir la página, todo estaba en orden, las notificaciones diarias de mis amigas publicando lo que nos había pasado en ese día, mensajes de ellas contándome el desastre de romances que tenían en ese momento, me detuve un tiempo y observe la página, apareció algo raro uno numero en rojo enorme en las solicitudes de amistad, lo ignore por un momento y conteste a las chicas, yo sabía que algo extraño ocurría ese número tenía algo, el apuntador se dirigió hacia el numero abriendo así el link que me demostraría lo diferente que me traía este día, una cara conocida en el contacto y un nombre extranjero que podría asegurar que era Noruego o algo por el estilo, era el chico de los ojos cafés, era Santiago queriendo contactarse conmigo, sentí un nerviosismo en los dedos al aceptar su solicitud, pero al final lo hice. Me sentía tranquila pasaban más de media noche encendiéndose así el móvil con un mensaje diciendo ¿HOLA, COMO ESTAS? Mi mente todo este tiempo solo lo enfoco a un, Este tipo es el exnovio de Fernanda, ¿qué quiere de mí?, claro seguramente sacarme información sobre ella, o talvez desea una amistado como la que tengo con el hermano, si seguramente es eso, respondí un HOLA TU… BIEN MUCHAS GRACIAS ¿Y TÚ?
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